Cultura
Demorarán de seis a ocho meses para examinar los restos de Sor Juana
Repetirán tres veces el proceso de verificación para mantener segura su autenticidad
científicos mexicanos tardarán entre seis y ocho meses en verificar la autenticidad de los restos de la poetisa novohispana
Sor Juana Inés de la Cruz, informó hoy el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
La entidad dependiente del Instituto Politécnico Nacional (IPN) explicó que los restos encontrados en 1978 que se presume son de la poetisa serán analizados en un proceso de secuenciación del ADN, el cual se repetirá tres veces para estar seguros de su autenticidad.
La responsable del estudio, la especialista del área de genética y biología molecular del Cinvestav, María de Lourdes Muñoz, explicó que la duración del análisis dependerá del estado de conservación de la osamenta.
Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana (1651-1695) vivió su infancia en una hacienda, su adolescencia y juventud con unos tíos y en la corte virreinal, y los últimos 27 años de su vida se recluyó en un convento.
Sus restos fueron descubiertos en 1978, en unas excavaciones en las que afloró una osamenta diferenciada que, "por su nivel, estructura y medidas, así como lo que quedaba del medallón", se supuso que pertenecía a Sor Juana.
Un posterior estudio que tuvo en cuenta sus medidas antropomórficas, sus características físicas y las enfermedades que había sufrido determinó que había coincidencias con los retratos de Sor Juana.
La especialista agregó que de manera simultánea se espera determinar tanto la procedencia materna como paterna de la escritora, "es decir, en que porcentaje era de origen indígena y cuanto tenía de español".
La científica explicó que por ser mujer, Sor Juana heredó el material genético de las mitocondrias de su madre, y por tanto la secuencia se hará del ADN mitocondrial el cual genera la energía de la célula y que determina el origen materno.
Agregó que una vez que se tenga la secuencia del ADN, se hará una comparación con genética, con los supuestos parientes de Sor Juana si están de acuerdo, la familia Ramírez España, descendientes de su hermana quienes radican en México.
La científica explicó que la hermana de Sor Juana, María Ramírez, debió tener la misma secuencia de la poeta, "ya que las dos provienen de la misma madre, y si esas personas son sus parientas, la secuencia debe ser igual".
Muñoz indicó que para el estudio del ADN se requiere de unos 0,2 gramos de muestra que se tomarán de las vértebras del esqueleto encontrado hace 30 años en las excavaciones en el Claustro de Sor Juana por Arturo Romano Pacheco, y que fue hallado con un medallón con las mismas medidas del que usaba la monja.
"El procedimiento de la secuenciación genética de Sor Juana y del descendiente se repetirá como mínimo tres veces y con personas distintas, para asegurarse que el resultado sea el correcto, y al final se hará la alineación para determinar si existe o no parentesco", indicó.
Los resultados se unirán a los estudios previos de Romano Pacheco, que incluyen las medidas de los huesos y la coincidencia del cráneo con los retratos que existen de la monja, para obtener una conclusión final.
CIUDAD DE MÉXICO(25/FEB/2011).- Los
La entidad dependiente del Instituto Politécnico Nacional (IPN) explicó que los restos encontrados en 1978 que se presume son de la poetisa serán analizados en un proceso de secuenciación del ADN, el cual se repetirá tres veces para estar seguros de su autenticidad.
La responsable del estudio, la especialista del área de genética y biología molecular del Cinvestav, María de Lourdes Muñoz, explicó que la duración del análisis dependerá del estado de conservación de la osamenta.
Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana (1651-1695) vivió su infancia en una hacienda, su adolescencia y juventud con unos tíos y en la corte virreinal, y los últimos 27 años de su vida se recluyó en un convento.
Sus restos fueron descubiertos en 1978, en unas excavaciones en las que afloró una osamenta diferenciada que, "por su nivel, estructura y medidas, así como lo que quedaba del medallón", se supuso que pertenecía a Sor Juana.
Un posterior estudio que tuvo en cuenta sus medidas antropomórficas, sus características físicas y las enfermedades que había sufrido determinó que había coincidencias con los retratos de Sor Juana.
La especialista agregó que de manera simultánea se espera determinar tanto la procedencia materna como paterna de la escritora, "es decir, en que porcentaje era de origen indígena y cuanto tenía de español".
La científica explicó que por ser mujer, Sor Juana heredó el material genético de las mitocondrias de su madre, y por tanto la secuencia se hará del ADN mitocondrial el cual genera la energía de la célula y que determina el origen materno.
Agregó que una vez que se tenga la secuencia del ADN, se hará una comparación con genética, con los supuestos parientes de Sor Juana si están de acuerdo, la familia Ramírez España, descendientes de su hermana quienes radican en México.
La científica explicó que la hermana de Sor Juana, María Ramírez, debió tener la misma secuencia de la poeta, "ya que las dos provienen de la misma madre, y si esas personas son sus parientas, la secuencia debe ser igual".
Muñoz indicó que para el estudio del ADN se requiere de unos 0,2 gramos de muestra que se tomarán de las vértebras del esqueleto encontrado hace 30 años en las excavaciones en el Claustro de Sor Juana por Arturo Romano Pacheco, y que fue hallado con un medallón con las mismas medidas del que usaba la monja.
"El procedimiento de la secuenciación genética de Sor Juana y del descendiente se repetirá como mínimo tres veces y con personas distintas, para asegurarse que el resultado sea el correcto, y al final se hará la alineación para determinar si existe o no parentesco", indicó.
Los resultados se unirán a los estudios previos de Romano Pacheco, que incluyen las medidas de los huesos y la coincidencia del cráneo con los retratos que existen de la monja, para obtener una conclusión final.
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