Cultura
De vuelta al origen
Sofía Echeverri regresa a su ciudad natal con Dolorosa belleza, una revisión de su trabajo más reciente que será expuesta en el Ex Convento del Carmen
GUDALAJARA, JALISCO (09/ABR/2014).- La artista tapatía Sofía Echeverri (1971) radica desde hace nueve años en la capital del país, pero este viernes inaugura en el Ex Convento del Carmen una exposición que, bajo el título de Dolorosa belleza y curaduría de Mónica Ashida, significa una revisión de su trabajo reciente —de 2009 a la fecha— y una suerte de “retorno” a Guadalajara para exhibir, dice la pintora, “en un espacio donde desde estudiante sueña uno con mostrar su obra ahí”.
Parte de esta muestra se expuso en Monterrey, pero aquí la selección de la obra ha sido más amplia e incluirá cerca de 15 piezas de la serie Paisajes (acrílicos sobre tela en mediano y gran formato), cinco tintas en agua, un conjunto de bocetos en pequeño formato y nueve dibujos pertenecientes a su proyecto Saturninos, una serie de dibujos sobre diversas especies de primates fotografiados con posturas pensativas, melancólicas.
El título de la muestra que recoge una visión de la producción de Echeverri durante el último lustro es obra de Mónica Ashida, lo que a la artista ha resultado bastante bien, pues la curadora “tuvo desde fuera una visión general de mi trabajo y dio en el clavo”, dice la artista.
“Lo que permea en mis piezas, además no es rebuscado y todo mundo puede entenderlo, imaginar a qué se refiere porque da una pista muy clara acerca de lo que se va a mostrar”.
Lo mismo ha visto la escritora Karla Sandomingo, quien ha hecho el texto de sala preguntándose si resulta posible “quedarse de pie, ante la inmensidad, ante la desolación”, y ver ahí belleza todavía, si acaso se puede “reconstruir un mundo a partir de sus fragmentos”.
Añade que esa fragmentación integra paisajes en los que la pintora traza “una suposición, pues hay algo más en sus lienzos que no alcanzamos a definir, pero que en su quietud aparente puede hallarse un gesto de anunciación”.
Aunque el estilo de Sofía Echeverri es en esencia en mismo, sí es posible ver ciertas diferencias entre la selección de piezas que expuso en noviembre de 2010 en el Museo Raúl Anguiano y lo que ahora se verá en el Ex Convento del Carmen; para empezar, en aquella ocasión eran dibujos y hoy habrá una variada selección de técnicas; sin embargo, se mantiene en cada trazo un mismo sentimiento, un línea temática con apenas algunas variaciones, un crecimiento de la artista al paso del tiempo.
CREACIÓN
La tarea artística, una labor intuitiva
Para Sofía Echeverri la expresión artística es una necesidad por trabajar con elementos visuales para comunicarse; así, en este camino de formación, el resultado es conocer que “la obra es una búsqueda continua, siempre un intento y, como tal, fallida; pero, imagino, la insistencia va dejando un rastro que da cuenta de las coincidencias”.
La artista asegura que se “acerca”, en este quehacer, desde una perspectiva emociona principalmente y dejando en un segundo plano lo teórico, aunque ello no significa que lo hace de lado completamente.
“Me gusta leer sobre filosofía y, a veces, de esa forma encuentro con palabras lo que no puedo decir con teorías, mis indagaciones no son científicas, más bien intuitivas”.
Luego de pasar dos años en la Escuela de Artes de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Sofía Echeverri tuvo un periodo de instrucción en dibujo con José Fors, además de Davis Birks y Carlos Vargas Pons, en pintura; “Por eso creo que estuve en buenas manos, yo me moví al Distrito Federal mucho después y volver a Guadalajara ahora me parece un honor”.
IDEAS RECURRENTES
Temas y preocupaciones
Sofía Echeverri, cuya primera exposición colectiva fue en 1992, trabaja con base en proyectos, y parte de algunos planteamientos: “cuáles son los intereses propios, lo que me preocupa y molesta, lo que me emociona o conmueve, mis temores… con estos elementos personales, voy tratando de cazar imágenes —porque mi trabajo es completamente visual— que creo pueden transmitir lo que me interesa”.
Este interés por transmitir, explica la pintora, es diverso pero, “por años, he trabajado con la imagen de niños, para mí la infancia es el referente central de lo que seremos en la adultez. Además, si se recuerda que somos el país con mayor mercado para la pedofilia, no puedo menos que indignarme; por eso insisto en este tema”.
La naturaleza es otro de sus territorios temáticos de Sofía Echeverri, los paisajes y animales la conmueven, y la forma en que la humanidad se relaciona con éstos. “Ésa otra de mis preocupaciones, porque no sólo se vincula con la desaparición de las especies, sino con el paso del ser humano sobre la tierra y la herencia que dejamos a nuestro paso”.
TOMA NOTA
Inauguración
Qué: “Dolorosa belleza”.
Quién: Sofía Echeverri.
Dónde: Ex Convento del Carmen, Juárez 638.
Cuándo: viernes 11 de abril, 20:00 horas.
Parte de esta muestra se expuso en Monterrey, pero aquí la selección de la obra ha sido más amplia e incluirá cerca de 15 piezas de la serie Paisajes (acrílicos sobre tela en mediano y gran formato), cinco tintas en agua, un conjunto de bocetos en pequeño formato y nueve dibujos pertenecientes a su proyecto Saturninos, una serie de dibujos sobre diversas especies de primates fotografiados con posturas pensativas, melancólicas.
El título de la muestra que recoge una visión de la producción de Echeverri durante el último lustro es obra de Mónica Ashida, lo que a la artista ha resultado bastante bien, pues la curadora “tuvo desde fuera una visión general de mi trabajo y dio en el clavo”, dice la artista.
“Lo que permea en mis piezas, además no es rebuscado y todo mundo puede entenderlo, imaginar a qué se refiere porque da una pista muy clara acerca de lo que se va a mostrar”.
Lo mismo ha visto la escritora Karla Sandomingo, quien ha hecho el texto de sala preguntándose si resulta posible “quedarse de pie, ante la inmensidad, ante la desolación”, y ver ahí belleza todavía, si acaso se puede “reconstruir un mundo a partir de sus fragmentos”.
Añade que esa fragmentación integra paisajes en los que la pintora traza “una suposición, pues hay algo más en sus lienzos que no alcanzamos a definir, pero que en su quietud aparente puede hallarse un gesto de anunciación”.
Aunque el estilo de Sofía Echeverri es en esencia en mismo, sí es posible ver ciertas diferencias entre la selección de piezas que expuso en noviembre de 2010 en el Museo Raúl Anguiano y lo que ahora se verá en el Ex Convento del Carmen; para empezar, en aquella ocasión eran dibujos y hoy habrá una variada selección de técnicas; sin embargo, se mantiene en cada trazo un mismo sentimiento, un línea temática con apenas algunas variaciones, un crecimiento de la artista al paso del tiempo.
CREACIÓN
La tarea artística, una labor intuitiva
Para Sofía Echeverri la expresión artística es una necesidad por trabajar con elementos visuales para comunicarse; así, en este camino de formación, el resultado es conocer que “la obra es una búsqueda continua, siempre un intento y, como tal, fallida; pero, imagino, la insistencia va dejando un rastro que da cuenta de las coincidencias”.
La artista asegura que se “acerca”, en este quehacer, desde una perspectiva emociona principalmente y dejando en un segundo plano lo teórico, aunque ello no significa que lo hace de lado completamente.
“Me gusta leer sobre filosofía y, a veces, de esa forma encuentro con palabras lo que no puedo decir con teorías, mis indagaciones no son científicas, más bien intuitivas”.
Luego de pasar dos años en la Escuela de Artes de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Sofía Echeverri tuvo un periodo de instrucción en dibujo con José Fors, además de Davis Birks y Carlos Vargas Pons, en pintura; “Por eso creo que estuve en buenas manos, yo me moví al Distrito Federal mucho después y volver a Guadalajara ahora me parece un honor”.
IDEAS RECURRENTES
Temas y preocupaciones
Sofía Echeverri, cuya primera exposición colectiva fue en 1992, trabaja con base en proyectos, y parte de algunos planteamientos: “cuáles son los intereses propios, lo que me preocupa y molesta, lo que me emociona o conmueve, mis temores… con estos elementos personales, voy tratando de cazar imágenes —porque mi trabajo es completamente visual— que creo pueden transmitir lo que me interesa”.
Este interés por transmitir, explica la pintora, es diverso pero, “por años, he trabajado con la imagen de niños, para mí la infancia es el referente central de lo que seremos en la adultez. Además, si se recuerda que somos el país con mayor mercado para la pedofilia, no puedo menos que indignarme; por eso insisto en este tema”.
La naturaleza es otro de sus territorios temáticos de Sofía Echeverri, los paisajes y animales la conmueven, y la forma en que la humanidad se relaciona con éstos. “Ésa otra de mis preocupaciones, porque no sólo se vincula con la desaparición de las especies, sino con el paso del ser humano sobre la tierra y la herencia que dejamos a nuestro paso”.
TOMA NOTA
Inauguración
Qué: “Dolorosa belleza”.
Quién: Sofía Echeverri.
Dónde: Ex Convento del Carmen, Juárez 638.
Cuándo: viernes 11 de abril, 20:00 horas.
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