Cultura
Cuento, el experimento literario
Participan: Marcelo Mellado, Jordi Puntí, Etgar Keret y Roman Simic
GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2012).- Las jornadas literarias de la FIL no se cansan de que la imaginación y la creatividad textual se presuman con gusto y placer. Así se notó durante el Encuentro Internacional de Cuentistas, en el que participaron los mejores exponentes del género que incita a un íntimo encuentro con el lector, durante la tarde de este sábado de diciembre.
En su propia voz, cuatro de los mejores cuentistas: Marcelo Mellado (Chile), Jordi Puntí (España), Etgar Keret (Israel), Roman Simic (Croacia), leyeron sus obras luego de que el escritor mexicano Ignacio Padilla -también cuentista- explicara los atributos literarios de cada exponente, que frente a un auditorio lleno de ávidos lectores cuentistas, escucharon atentos las diversas estructuras del género que cada autor ha regalado al mundo.
Ignacio Padilla prestó micrófono para que cada cuentista definiera su apreciación hacia el cuento. Entre las referencias del género, Julio Cortázar y Juan Villoro salieron a tema ante la dignificante labor que ambos escritores -argentino y mexicano, respectivamente- han legado en el cuento y su forma de ofrecerla al público.
Padilla, destacó la versatilidad y la facilidad que los cuentistas tienen para entrelazarse a otros géneros literarios, principalmente con la poesía. A lo que los exponentes coincidieron al asegurar que el cuento abre más puertas a la exploración literaria, al ser una plataforma que da pie a la imaginación y la personalidad directa.
En este sentido, Jordi Puntí, especificó que el cuento es uno de los recursos más dóciles para utilizar al pretender una exploración, ya que permite -en su caso- ahondar directamente en sus vivencias de infancia de una manera lúdica y sin tantos enredos, dando escaparate de continuidad sin la necesidad de recurrir a textos más amplios como la novela.
Durante su participación, el catalán - autor de "Piel de armadillo", ganador del Premio de la Crítica Serra d'Or- leyó un episodio de "Los dueños del fuego", cuento en el que narra sus peripecias de niño esa difícil y extraña relación que existía entre los niños catalanes y castellanos, en la que evidencia peleas, discusiones y una retrospectiva forma de ver la vida a modo de ficción.
Por su parte, el croata Roman Simic (autor de "De que nos enamoramos", y director artístico del Festival Europeo de Historias Cortas), explicó su inició en la literatura a través de la poesía, género en el que pausó al sentir mayor satisfacción en el misticismo del cuento.
"El cuento me encanta, editarlo, leerlo, escribirlo. El encanto es una palabra clave para describir mi relación con el cuento. Con pocos recursos (literarios), palabras, el relato puede alcanzar y ser toda una multitud de cosas".
"Para mí, como al lector, el cuento es una cosa que tiene que ver con el corazón, con este espacio entre dos latidos. El cuento está más cerca de la poesía, que de la novela. El ritmo propio de cada uno como individuo como seres humanos, intento escribirlo".
Ante esto, el israelí Etgar Keter -que fue apoyado por Ignacio Padilla para leer en español su obra best-seller "Un toquido en la puerta"- detalló que el artista concibe a sus hijos (obras) con la más pulcra y atinada visión de perfección, pues algunos consideran que el cuento llega a ser un hijo o un texto incompleto, como "Si tuviera un problema de retraso mental. La novela, es como un hijo normal", compartió a tono de broma.
La picardía y humor característico del chileno Marcelo Mellado ("La Provincia"), levantó las carcajadas de los asistentes durante la lectura de su obra "Qué", en la que muestra a un Chile crudo y empobrecido, económica y socialmente.
"En Chile, la escritura se desprecia, a los escritores también (...) Mi literatura tiene que informar como funciona la vida local. Siempre pienso al cuento como una especie de hipótesis de trabajo. Gran parte de mi trabajo ha sido escribir en contra de los poetas. En Chile, ser poeta es una estrategia de sobrevivencia, porque no es tan mal negocio", expresó previo a la lectura de obra que cerró con broche de oro, el Encuentro Internacional de Cuentistas, la noche de este sábado.
EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ
En su propia voz, cuatro de los mejores cuentistas: Marcelo Mellado (Chile), Jordi Puntí (España), Etgar Keret (Israel), Roman Simic (Croacia), leyeron sus obras luego de que el escritor mexicano Ignacio Padilla -también cuentista- explicara los atributos literarios de cada exponente, que frente a un auditorio lleno de ávidos lectores cuentistas, escucharon atentos las diversas estructuras del género que cada autor ha regalado al mundo.
Ignacio Padilla prestó micrófono para que cada cuentista definiera su apreciación hacia el cuento. Entre las referencias del género, Julio Cortázar y Juan Villoro salieron a tema ante la dignificante labor que ambos escritores -argentino y mexicano, respectivamente- han legado en el cuento y su forma de ofrecerla al público.
Padilla, destacó la versatilidad y la facilidad que los cuentistas tienen para entrelazarse a otros géneros literarios, principalmente con la poesía. A lo que los exponentes coincidieron al asegurar que el cuento abre más puertas a la exploración literaria, al ser una plataforma que da pie a la imaginación y la personalidad directa.
En este sentido, Jordi Puntí, especificó que el cuento es uno de los recursos más dóciles para utilizar al pretender una exploración, ya que permite -en su caso- ahondar directamente en sus vivencias de infancia de una manera lúdica y sin tantos enredos, dando escaparate de continuidad sin la necesidad de recurrir a textos más amplios como la novela.
Durante su participación, el catalán - autor de "Piel de armadillo", ganador del Premio de la Crítica Serra d'Or- leyó un episodio de "Los dueños del fuego", cuento en el que narra sus peripecias de niño esa difícil y extraña relación que existía entre los niños catalanes y castellanos, en la que evidencia peleas, discusiones y una retrospectiva forma de ver la vida a modo de ficción.
Por su parte, el croata Roman Simic (autor de "De que nos enamoramos", y director artístico del Festival Europeo de Historias Cortas), explicó su inició en la literatura a través de la poesía, género en el que pausó al sentir mayor satisfacción en el misticismo del cuento.
"El cuento me encanta, editarlo, leerlo, escribirlo. El encanto es una palabra clave para describir mi relación con el cuento. Con pocos recursos (literarios), palabras, el relato puede alcanzar y ser toda una multitud de cosas".
"Para mí, como al lector, el cuento es una cosa que tiene que ver con el corazón, con este espacio entre dos latidos. El cuento está más cerca de la poesía, que de la novela. El ritmo propio de cada uno como individuo como seres humanos, intento escribirlo".
Ante esto, el israelí Etgar Keter -que fue apoyado por Ignacio Padilla para leer en español su obra best-seller "Un toquido en la puerta"- detalló que el artista concibe a sus hijos (obras) con la más pulcra y atinada visión de perfección, pues algunos consideran que el cuento llega a ser un hijo o un texto incompleto, como "Si tuviera un problema de retraso mental. La novela, es como un hijo normal", compartió a tono de broma.
La picardía y humor característico del chileno Marcelo Mellado ("La Provincia"), levantó las carcajadas de los asistentes durante la lectura de su obra "Qué", en la que muestra a un Chile crudo y empobrecido, económica y socialmente.
"En Chile, la escritura se desprecia, a los escritores también (...) Mi literatura tiene que informar como funciona la vida local. Siempre pienso al cuento como una especie de hipótesis de trabajo. Gran parte de mi trabajo ha sido escribir en contra de los poetas. En Chile, ser poeta es una estrategia de sobrevivencia, porque no es tan mal negocio", expresó previo a la lectura de obra que cerró con broche de oro, el Encuentro Internacional de Cuentistas, la noche de este sábado.
EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ
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