Cultura
Cuentan sus verdades… y sus ficciones en el MAZ
Las artistas Florencia Guillén e Isa Carrillo mostrarán los resultados de sus proyectos en la exposición Uno obtiene el camino
GUADALAJARA, JALISCO (01/AGO/2013).- Después de ocho semanas de haber trasladado su estudio de trabajo a las instalaciones del
Museo de Arte de Zapopan, las artistas Florencia Guillén e Isa Carrillo mostrarán los resultados de sus proyectos en la exposición Uno obtiene el camino.
En este tiempo los visitantes pudieron apreciar algunas piezas que participan en la primera edición del programa Estudio Abierto. Sin embargo, la que se inaugura hoy a las 20:30 horas, será una muestra con el formato tradicional “de cubo blanco”, explicó la curadora Paulina Ascencio.
Para Florencia Guillén (Zapopan, 1978) la experiencia de estar en el MAZ fue similar a las residencias artísticas que ha realizado en diferentes países, en el sentido en que recibió el apoyo y cercanía de una institución. La gran diferencia, sin embargo, fue que en lugar de dedicarse a explorar algún asunto, esta vez logró resolver un proceso que inició en una residencia anterior, en Colombia. Lo que hizo en estos dos meses –dijo— fue algo parecido a escribir con piezas el reporte de aquella investigación.
Por medio de fotografías, videos, dibujos, audio, un comic, textos, recortes y una pintura, la artista plástica cuenta la manera en que intentó seguirle la pista a ciertos objetos que llamaron su atención en los mercados de antigüedades. Rarezas como una prótesis de principios del siglo XX, una rasuradora, un cuadro de una ánima y un bordado, la llevaron a lugares remotos de aquel país, donde escuchó los relatos más diversos en torno a éstas.
Es el ejercicio de yuxtaposición entre verdad y ficción lo que interesa a Guillén con este proyecto titulado Historia y Objeto. Y al mismo tiempo es la liga con el trabajo de Isa Carrillo (Guadalajara, 1982), quien durante su estancia en el MAZ se dedicó, en gran medida, a leer las líneas de la mano de la gente que se asomó al Estudio Abierto.
El experimento funcionó a manera de intercambio: la lectura del futuro por los relatos del pasado. Y así, Carrillo fue recopilando las historias de todo tipo de personas, que en la muestra presenta a manera de pequeños textos, acompañados de una fotografía. La imagen, sin embargo, no corresponde a quien vivió esos hechos, sino que forma parte de una colección de antiguas fotos que la artista ha ido recopilando a lo largo de los años.
El concepto detrás del proyecto llamado Fuera de los asuntos de este mundo, tiene que ver con el hecho de que estas historias podrían pertenecerle a cualquiera. Al final –explicó Carrillo— tanto los textos como las fotos quedan en el anonimato, bajo la idea de que “todas las personas somos una persona”.
“Una de las cosas que unen los dos proyectos es la idea de la ficción documentada”, complementó Paulina Ascencio. En ambos casos se explora con historias que tienen algo de realidad y algo de ficción, y que acaban formando parte de esta nueva narración de las artistas.
En este tiempo los visitantes pudieron apreciar algunas piezas que participan en la primera edición del programa Estudio Abierto. Sin embargo, la que se inaugura hoy a las 20:30 horas, será una muestra con el formato tradicional “de cubo blanco”, explicó la curadora Paulina Ascencio.
Para Florencia Guillén (Zapopan, 1978) la experiencia de estar en el MAZ fue similar a las residencias artísticas que ha realizado en diferentes países, en el sentido en que recibió el apoyo y cercanía de una institución. La gran diferencia, sin embargo, fue que en lugar de dedicarse a explorar algún asunto, esta vez logró resolver un proceso que inició en una residencia anterior, en Colombia. Lo que hizo en estos dos meses –dijo— fue algo parecido a escribir con piezas el reporte de aquella investigación.
Por medio de fotografías, videos, dibujos, audio, un comic, textos, recortes y una pintura, la artista plástica cuenta la manera en que intentó seguirle la pista a ciertos objetos que llamaron su atención en los mercados de antigüedades. Rarezas como una prótesis de principios del siglo XX, una rasuradora, un cuadro de una ánima y un bordado, la llevaron a lugares remotos de aquel país, donde escuchó los relatos más diversos en torno a éstas.
Es el ejercicio de yuxtaposición entre verdad y ficción lo que interesa a Guillén con este proyecto titulado Historia y Objeto. Y al mismo tiempo es la liga con el trabajo de Isa Carrillo (Guadalajara, 1982), quien durante su estancia en el MAZ se dedicó, en gran medida, a leer las líneas de la mano de la gente que se asomó al Estudio Abierto.
El experimento funcionó a manera de intercambio: la lectura del futuro por los relatos del pasado. Y así, Carrillo fue recopilando las historias de todo tipo de personas, que en la muestra presenta a manera de pequeños textos, acompañados de una fotografía. La imagen, sin embargo, no corresponde a quien vivió esos hechos, sino que forma parte de una colección de antiguas fotos que la artista ha ido recopilando a lo largo de los años.
El concepto detrás del proyecto llamado Fuera de los asuntos de este mundo, tiene que ver con el hecho de que estas historias podrían pertenecerle a cualquiera. Al final –explicó Carrillo— tanto los textos como las fotos quedan en el anonimato, bajo la idea de que “todas las personas somos una persona”.
“Una de las cosas que unen los dos proyectos es la idea de la ficción documentada”, complementó Paulina Ascencio. En ambos casos se explora con historias que tienen algo de realidad y algo de ficción, y que acaban formando parte de esta nueva narración de las artistas.
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