Cultura
Club alemán mantiene a Grass como presidente honorífico
Una gran mayoría rechazan la propuesta de retirada de la presidencia honorífica de la asociación que reúne a los literatos germanos
Durante la asamblea ordinaria que se celebra en la localidad de Rudolstadt, en el este de Alemania, una gran mayoría de los asistentes rechazó la propuesta de retirada de la presidencia honorífica de la asociación que reúne a los literatos germanos.
Asimismo rechazaron otra propuesta para la redacción de una declaración de apoyo a Grass por la presunta campaña de descrédito en su contra como consecuencia del controvertido poema, en el que advertía del supuesto peligro que supone el hecho de que Israel tenga armas nucleares y amenace con atacar a Irán por su programa atómico.
Ambas decisiones se tomaron tras una amplia discusión en las que finalmente se decidió no entrar a valorar el poema del Nobel de Literatura con el argumento de que el PEN Club alemán respeta el principio de la libertad de la palabra.
Günter Grass rompió el pasado mes de abril la ley no escrita en Alemania de evitar criticar a Israel y arremetió contra un posible "ataque preventivo" contra Irán, a través de un poema que encendió las iras de la comunidad judía y el rechazo de la clase política del país.
Grass, de 84 años y con rango de instancia moral en Alemania, recurrió a la escritura, para denunciar el programa atómico de Israel con un texto titulado "Was gesagt werden muss" ("Lo que hay que decir"), publicado simultáneamente por varios grandes diarios en todo el mundo.
Entre esas cuestiones que "hay que decir", y que él mismo se había "prohibido nombrar" hasta ahora está la condena al supuesto "derecho a un ataque preventivo que podría exterminar al pueblo iraní".
También que el "creciente potencial nuclear" de Israel es un "peligro a la de por sí frágil paz mundial", que se mantiene "fuera de control" e "inaccesible a toda inspección".
Las críticas de Grass iban de lo general a lo concreto, con la alusión al próximo suministro de un submarino de fabricación alemana a Israel -el sexto-, desoyendo las denuncias de organizaciones no gubernamentales internacionales de que es susceptible de ser equipado con cabezas nucleares.
Si hasta ahora calló, proseguía Grass, fue por sentirse bajo el "estigma imborrable" que afecta a los alemanes -en alusión a la responsabilidad histórica del país del Holocausto frente a Israel-.
La "hipocresía de Occidente" le hizo romper con ese silencio, mantenido todo este tiempo por una especie de autocensura o la coacción que supone temer verse etiquetado de antisemita.
Como consecuencia de la publicación del poema, las autoridades de Israel declararon a Grass "persona non grata", ya que su texto "alienta las llamas del odio contra Israel y el pueblo de Israel, y son un intento de fomentar la idea de la que formó parte públicamente cuando vistió el uniforme de las SS", según dijo el ministro del Interior de aquel país, Eli Yishai.
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