Cultura
Celebran en Bellas Artes a Octavio Paz en su centenario
El evento se tituló 'Poetas del mundo y Octavio Paz', donde se leyeron poemas destacados del autor
Octavio Paz (1914-1998), en un recital poético realizado en la Sala Principal del
Palacio de Bellas Artes, en esta capital.
Bajo el título "Poetas del mundo y Octavio Paz", la actividad dedicada a la poesía del autor mexicano, contó con la participación de los Premio Nobel de Literatura Wole Soyinka y Derek Walcott, así como de Eduardo Lizalde, Homero Aridjis, Valerio Magrelli, Ida Vitale, Lasse Soderberg y Charles Simic.
Los versos de Paz fueron el motor y centro de un rico recital poético, realizado en una sala que lució abarrotada y en la que se encontraba la viuda de Octavio Paz, Marie Jo Paz, autoridades del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), así como autores de Uruguay, Santa lucia, Yugoslavia, Nigeria, Italia y México.
Por espacio de una hora y 30 minutos, cada uno de los vates invitados, leyó dos poemas de su autoría y uno más del ganador del Premio Nobel de Literatura 1990, en una verdadera fiesta de poesía, con la que se celebró el centenario del nacimiento de Paz, que se cumple hoy.
Con una escenografía iluminada en color rojo y cada uno sentado en sillón del mismo color, los autores deleitaron a poco más de mil personas que se dieron cita, al tiempo que algunos, recordaron con cariño y brevemente al autor de "El laberinto de la soledad".
La velada la inició con el nigeriano Wole Soyinka, el primer africano en conseguir el Premio Nobel de Literatura en 1986, quien con una voz imponente leyó "Una visión de la paz" y "El Viaje", ambos leídos al español por David Huerta, así como el poema "Como quien oye llover", de Octavio Paz.
Eduardo Lizalde ofreció de su autoría "Tercera Tenochtitlan" y "Algaida", así como un "Pasado en claro", de Octavio Paz.
Valeriao Magrelli continuó con "Abrazo", "La Cuerva", "Si toda irá bien", para concluir con un poema de Paz titulado "Conversar", todos ellos leídos al español por Fabio Morabito.
Tocó turno a Ida Vitale, quien dedicó su primer poema al homenajeado y continuó con "Nuevas obligaciones", al que le siguió "Entre irse y quedarse", del propio Paz. Durante su intervención, la poeta uruguaya consideró que escritor mexicano, busca su lengua en su ritmo interior.
"Al leerlo, oigo su voz, su cadencia, entre irse y quedarse, aflora el juego de las oposiciones que arranca de esa duda inicial de la luz. Al caer la noche y borrarse todo, el poeta se ve suspenso en ese fluir de todo a penas una pausa", dijo, Vitale.
Lasse Soderberg recitó "Cara a cara", "El esqueleto" y "El otro", de Octavio Paz, poemas que fueron leídos al español por Pura López Colomé.
Enseguida, Homero Aridjis dio voz a "Moctezuma y los tamemes", el cual hace énfasis en los indios de carga en tiempo del tlatoani, al que le siguió "En tiempos de violencia" y "El Movimiento".
En la recta final, Charles Simic leyó "Shelley", "Cuando leo libor de historia y "Decidir: Hacer", de Paz; mientras que el Premio Nobel de Literatura 1992, Derek Walcott, cerró la sesión con "Islas" y "Juncos de mar".
El recital poético llegó a su fin con la proyección de un par de imágenes del homenajeado, en su juventud, las cuales aparecieron en el la pantalla mientras se escuchaba el poema "Piedra de Sol" de su propia voz.
CIUDAD DE MÉXICO (31/MAR/2014).- Con un minuto de silencio a la memoria de Helena Paz Garro, ocho de los más destacados vates de México y el mundo celebraron anoche la lírica del escritor mexicano
Bajo el título "Poetas del mundo y Octavio Paz", la actividad dedicada a la poesía del autor mexicano, contó con la participación de los Premio Nobel de Literatura Wole Soyinka y Derek Walcott, así como de Eduardo Lizalde, Homero Aridjis, Valerio Magrelli, Ida Vitale, Lasse Soderberg y Charles Simic.
Los versos de Paz fueron el motor y centro de un rico recital poético, realizado en una sala que lució abarrotada y en la que se encontraba la viuda de Octavio Paz, Marie Jo Paz, autoridades del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), así como autores de Uruguay, Santa lucia, Yugoslavia, Nigeria, Italia y México.
Por espacio de una hora y 30 minutos, cada uno de los vates invitados, leyó dos poemas de su autoría y uno más del ganador del Premio Nobel de Literatura 1990, en una verdadera fiesta de poesía, con la que se celebró el centenario del nacimiento de Paz, que se cumple hoy.
Con una escenografía iluminada en color rojo y cada uno sentado en sillón del mismo color, los autores deleitaron a poco más de mil personas que se dieron cita, al tiempo que algunos, recordaron con cariño y brevemente al autor de "El laberinto de la soledad".
La velada la inició con el nigeriano Wole Soyinka, el primer africano en conseguir el Premio Nobel de Literatura en 1986, quien con una voz imponente leyó "Una visión de la paz" y "El Viaje", ambos leídos al español por David Huerta, así como el poema "Como quien oye llover", de Octavio Paz.
Eduardo Lizalde ofreció de su autoría "Tercera Tenochtitlan" y "Algaida", así como un "Pasado en claro", de Octavio Paz.
Valeriao Magrelli continuó con "Abrazo", "La Cuerva", "Si toda irá bien", para concluir con un poema de Paz titulado "Conversar", todos ellos leídos al español por Fabio Morabito.
Tocó turno a Ida Vitale, quien dedicó su primer poema al homenajeado y continuó con "Nuevas obligaciones", al que le siguió "Entre irse y quedarse", del propio Paz. Durante su intervención, la poeta uruguaya consideró que escritor mexicano, busca su lengua en su ritmo interior.
"Al leerlo, oigo su voz, su cadencia, entre irse y quedarse, aflora el juego de las oposiciones que arranca de esa duda inicial de la luz. Al caer la noche y borrarse todo, el poeta se ve suspenso en ese fluir de todo a penas una pausa", dijo, Vitale.
Lasse Soderberg recitó "Cara a cara", "El esqueleto" y "El otro", de Octavio Paz, poemas que fueron leídos al español por Pura López Colomé.
Enseguida, Homero Aridjis dio voz a "Moctezuma y los tamemes", el cual hace énfasis en los indios de carga en tiempo del tlatoani, al que le siguió "En tiempos de violencia" y "El Movimiento".
En la recta final, Charles Simic leyó "Shelley", "Cuando leo libor de historia y "Decidir: Hacer", de Paz; mientras que el Premio Nobel de Literatura 1992, Derek Walcott, cerró la sesión con "Islas" y "Juncos de mar".
El recital poético llegó a su fin con la proyección de un par de imágenes del homenajeado, en su juventud, las cuales aparecieron en el la pantalla mientras se escuchaba el poema "Piedra de Sol" de su propia voz.
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