Cultura
Atractiva combinación en Carmina Burana
Iñaki Urlezaga y su ballet presentaron una propuesta de danza contemporánea, anoche en el Teatro Diana
Minutos después de las 20:30 horas, Antonio Tornero Ramírez tomó la batuta para dirigir a la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz y comenzar con el canto más representativo de la obra, O fortuna; mientras la agrupación ejecutaba la pieza, el escenario se abrió no sólo para dejar ver al Coro del Instituto Superior de Música de Veracruz, encabezado por Adriana Sanabria, sino para que una reina malvada revelara su rostro a los asistentes.
Después, el ejecutante Iñaki Urlezaga tomó el escenario, con una escenografía sencilla compuesta por un cilindro dividido, cuyos escalones eran también la tribuna de los bailarines que esperaban su turno.
Además, se recurrió al multimedia para completar la propuesta visual; entre las imágenes proyectadas destacaron paisajes, esculturas y pinturas, así como elementos representativos de los casinos y el juego.
En la propuesta del ballet, la reina ubicada en el último escalón del círculo lució un traje plateado y negro, cuya tela caía hasta sus pies. Al ritmo de la música, los círculos comenzaron a dar vueltas para ir sumando poco a poco a los ejecutantes, primero a las mujeres y después la lucha entre los hombres.
La propuesta contemporánea de Urlezaga resultó interesante ante la mirada del público que atento siguió los movimientos de los bailarines que coordinados ejecutaron las coreografías.
Una de las escenas que sorprendió fue la representación de una cantina, donde Iñaki interpretó a un hombre perdido entre el juego y el alcohol, mientras una mujer lucía su gran flexibilidad en escena, ya que sus movimientos inspirados en una araña llegaron a provocar alguna exclamación entre las personas que se dieron cita anoche en el foro ubicado en Avenida 16 de Septiembre.
También encantaron las voces de la soprano Ana Luisa Méndez, el tenor José Luis Ordónez y el barítono Guillermo Ruiz, así como los 28 ejecutantes del ballet argentino.
Después de la embriaguez y el juego fue turno para el amor, y una pareja bailó una emotiva coreografía, mientras la voz de Ordóñez llenaba el espacio.
Para concluir la presentación, la reina volvió para cobrar una vida, la de un hombre que cubierto por una gran tela poco a poco perdió su lucha al ritmo que descendía la música. Ante la caída del telón comenzó la ovación que duró más de cuatro minutos consecutivos.
Los motivos para los aplausos: el ballet de Iñaki Urlezaga, los cantantes, el coro que encabeza Ana Luisa Méndez, la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz y Antonio Tornero, quien no es la primera ocasión que visita la ciudad y se notó ya que el público reconoció al director y su trabajo.
Para despedir a los integrantes de Carmina Burana hubo quienes se pusieron de pie mientras aplaudían la propuesta que combina la música, las voces y la danza contemporánea.
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