Cultura
Artesanos moldean en barro el Nacimiento de Jesús
La exposición Belén en Tonalá reúne el trabajo de 18 ceramistas locales y de una indígena oaxaqueña
En miniatura y mediano formato, los nacimientos fueron realizados por artesanos del municipio y de Oaxaca. Y es que, ¿qué artesano no ha realizado en su trayectoria un nacimiento? Al menos, en los talleres artesanales de Tonalá es una práctica común acercándose las fiestas decembrinas.
Silvia Carrillo, Fernando Jimón, María Elena López, Benjamín Olvera, Carmen Marín, Elena Melchor, Felipe Tornero, Carmín Rojas, Jesús Lucano, Ángel Santos, Gerardo Ortega, María Rangel, José Bernabe, José Tomás Esparza, Martín Ibarra, Abel Cruz Jarero, José Arzola y Nicasio Pajarito son los ceramistas de Tonalá que participan en la muestra y querealizaron sus piezas en las técnicas de barro bruñido, bandera, canelo, betus, petatillo, chaquira y madera. Y como invitada participa la artesana indígena Guillermina Aguilar Alcántara, quien trabajó un nacimiento en barro policromado.
Para la mujer de 67 años de edad, la artesanía “es sagrada para mí y toda mi familia, que es del pueblo Ocotlán de Morelos, en Oaxaca. Es una herencia familiar, con la que además sustento mi existencia”, expresa Guillermina Aguilar, quien ha dedicado su vida al trabajo “mágico de moldear la tierra con las manos”.
En tiempos en que la tecnología y la piratería acaparan el mercado, Guillermina señala que “México, siendo un país cuna de artesanos, las generaciones más jóvenes no valoran nuestra cultura. Venimos de la tierra, somos tierra y hay que inculcarlo a los más pequeños, quienes están metidos en otras cosas que no alimentan el espíritu, claro que a la fuerza nada les va a entrar, pero hay que enseñarles al menos la belleza de trabajo que han hecho los artesanos mexicanos”, apunta la ceramista indígena cuya obra forma parte de colecciones públicas y privadas en México y en el extranjero.
Los nacimientos se conforman de entre cinco y 14 piezas y se exhiben en el Museo Regional Tonallan (espacio que la Dirección de Cultura de Tonalá recuperó este año y que anteriormente difundía las artes populares, pero que ahora tiene como vocación promocionar el patrimonio cultural intangible del municipio: las tradiciones). Las obras son en miniatura, mediano formato y monumentales como las que se encuentran en la Presidencia Municipal de Tonalá, obra de José Tomás Esparza, quien gusta “hacer algo diferente y arriesgado”, afirma el ceramista, uno de los más jóvenes que participan en la exposición Belén en Tonalá, que se inauguró el pasado 25 de noviembre.
“Cada nacimiento contiene la firma, estilo y la fe de quien lo crea: la exactitud técnica de Fernando Jimón, el valor de la paciencia y constancia de María Elena López, la tradición de Benjamín Olvera, la contemporanidad de Carmen Marín, el colorido de Elena Melchor y el detalle preciso de Felipe Tornero”, señala Ricardo Duarte Méndez, director de Cultura de Tonalá.
Sobre el título de la exposición, Duarte Méndez explica que se basaron en la historia del nacimiento del Niño Jesús.
“Belenes se llamaban las recreaciones en bulto del nacimiento de Jesús en el pesebre de Belén con santos padres, vacas, burros, borregos, pastores y reyes magos. Tradición que suponemos comenzó en plena Edad Media, cuando a San Francisco de Asís se le ocurrió representar la Nochebuena en la ermita del Greccio (pequeña población de Italia). Y la historia se renueva con la evangelización española en América y la aculturación que dejó en México una de las tradiciones navideñas más arraigadas desde entonces”, afirma.
Además de la exposición, que se encuentra repartida en dos salas del museo tonalteca, a la mitad del recorrido el visitante encontrará un video documental sobre la cerámica, a través del cual casi se respira el olor a barro, a hornos, y en el que también aparecen nahuales, conejos, venados y toda la cosmogonía tonalteca.
Elaboración del barro bruñido
De los 19 nacimientos, la técnica que destaca es el barro bruñido, con la cual fueron elaborados hasta ocho, razón por la cual se entiende porqué es el método de manufactura más reconocido y recreado en Tonalá.
Para el barro bruñido se necesita arcilla, engobe (pasta de arcilla) color crudo, tierras de diversos colores, pigmentos minerales, más de 700 grados centígrados de calor, una piedra pirita, pincel, manos y a veces un torno.
Se moldea una pieza a mano o en torno, se deja secar, se alisa con piedra de río y agua. Después se baña con un engobe color crudo o natural, el fondo de la pieza. Se decora con delgadísimos pinceles de pelo de perro o de gato, se bruñe con una pirita pacientemente y se quema en el horno durante aproximadamente cinco horas.
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