Cultura

Arte en rebelión

De Banksy a la mexicana Elia Andrade, el 'Artivismo' busca crear conciencia y plantea el cambio social

GUADALAJARA, JALISCO (18/MAR/2014).- El consumo feroz, la producción de residuos, el elevado precio de la vivienda, la especulación, el medioambiente, el individualismo, el culto al cuerpo, la globalización, el maltrato a los animales, los conflictos armados, entre otras cuestiones sociales que se consideren como injustas, dieron pie a lo que hoy conocemos como “Artivismo”, una palabra que combina los términos arte y activismo.

El Artivismo es una forma de activismo creativo que plantea el cambio social; surgió a finales de la década de los años 80. Busca atraer a la gente creando emociones y por lo general rompiendo normas. “Una buena forma de deshacernos del esquema mental que muchas veces tenemos tan aprendido y asimilado como válido, para hacernos reflexionar e invitarnos a actuar”, indica el sitio enfocado al arte y el diseño, picaparaarriba.org

El sitio altavozpopular.es, perteneciente a estudiantes de la Universidad de Barcelona, indican que en un principio, este término sólo se utilizó para describir la labor de los clásicos del net art, (arte en red) como los artistas contemporáneos: Heath Bunting, Rachel Baker y Andreas Broeckmann, cuyos intereses coinciden en el ejercicio de mezclar humor, ironía y crítica en internet. De hecho, fue Heath Bunting quien se denominó a sí mismo artivista por primera vez en el artículo firmado por el novelista inglés James Flint, Heath Bunting is on a mission, donde se definió como activista de la cultura digital.

Hoy en día, estas manifestaciones culturales se extienden a todas las disciplinas artísticas, y el ejemplo más reciente fue la presentación que realizó la pianista venezolana Gabriela Montero y su compatriota y director de orquesta Carlos Izcaray, quienes ofrecieron un concierto en una iglesia de Berlín a modo de llamada contra el “colapso de la democracia” que, en su opinión, sufre Venezuela.

La virtuosa de la improvisación al piano, con Izcaray a la batuta, logró lleno absoluto en el templo evangélico de Emmaus, en el barrio multiétnico de Kreuzberg, para el concierto convocado bajo el lema “Por la libertad en Venezuela”.

“Esta iniciativa surgió como un grito al aire, a través de Facebook, en contra del colapso de la democracia y el asedio a las libertades de mi país”, indicó a Efe Izcaray, impulsor del concierto.

FAMA Y DESCONTENTO
El anonimato como bandera


Los artivistas utilizan algunas técnicas propias de la publicidad urbana, como puede ser los murales, los mensajes en vallas publicitarias, videos, performances o eventos en los mass-media para dar a conocer su trabajo.

Por otro lado, se trata de una práctica colectiva e impersonal. Es decir, rechazan cualquier tipo de protagonismo personal, por lo que los artistas desestiman el reconocimiento de la autoría individual, la expresión privada y el culto del artista, ya que esto puede disminuir el impacto de la acción sobre el gran público. En consecuencia, se trata de acciones anónimas en su mayoría, como el graffiti reivindicativo de Banksy.

Banksy es el seudónimo de un prolífico artista del arte callejero británico. Los datos acerca de su identidad son inciertos y se desconocen detalles de su biografía. Según el ilustrador y diseñador gráfico, Tristan Manco, Banksy “nació en 1974 y creció en Bristol, Inglaterra. Hijo de un técnico de fotocopiadoras, se formó como carnicero pero se vio implicado en el graffiti durante el boom del aerosol en Bristol a finales de la década de 1980”.

Su trabajo presenta, en su gran mayoría, piezas satíricas sobre política, cultura pop, moralidad y etnias, combina escritura con graffiti con el uso de estarcidos con plantilla. Además, utiliza su arte urbano callejero para promover visiones distintas a las de los grandes medios de comunicación. Esta intención política detrás de su llamado “daño criminal” es una influencia de los Ad Jammers (movimiento que deformaba imágenes de anuncios publicitarios para cambiar el mensaje).

Cabe señalar que la obra de este artista ha sido fuertemente criticada por varios de sus colegas, quienes lo han llegado a llamar “vendido” porque llega a comercializa su trabajo por 25 mil libras en los círculos comerciales o en la galería de su agente, Steve Lazarides.

ADEMÁS DE BANKSY
Otros exponentes


John Fekner (Nueva York, 1950) es un artista urbano, conocido por su innovación en las expresiones multimedia. Se ha especializado en el tema del cuidado del medio ambiente. Su obra puede verse en Nueva York, Suecia, Canadá, Inglaterra y Alemania.
 
Ashara Ekundayo es una artista urbana que ha trabajado con organizaciones en la construcción de un mundo más limpio y responsable con el medio ambiente. En 2009 fue seleccionada por la Fundación Ashoka para lanzar la campaña “Cambia tu ciudad”, una iniciativa enfocada en la economía verde.

Elia Andrade es mexicana y forma parte del colectivo Paremos las balas, pintemos las fuentes, a través del cual —a manera de protesta— pintaron de rojo diversas fuentes de la Ciudad de México y convocaron a replicar la acción en otras ciudades del país. También ha trabajado en la iniciativa “Bordando por la Paz”, la cual apela por los muertos a causa de la violencia.

Las mexicanas Karla Sáenz, César Urrutia y Yuruen Lerma son las fundadoras de Kopalli AC, colectivo que emplea el arte para crear conciencia sobre los principales problemas del país. También buscan generar procesos dentro de comunidades específicas para crear vínculos entre sus sectores a fin de que tengan un mejor desarrollo.
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