Cultura
Antonio Colinas, una voz sin fronteras y el rock star del momento
Todavía no se publica su Obra poética completa, editada por Siruela, y ya han comenzado a acecharlo
Colinas esperó que a la cámara hiciera cuatro veces “click” y después fue recuperando el espacio para transitar tranquilo. Todavía no se publica su Obra poética completa, editada por Siruela, y ya han comenzado a acecharlo; aunque quizá la razón de ello sean los innumerables libros que ha publicado en diversos géneros literarios, lo que lo convierte en uno de los autores más importantes de la comitiva de Castilla y León que llegó a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
“No hemos llegado a tiempo de publicar el libro, aparece en febrero. Son 16 libros, casi 50 años de poesía. Yo también soy mayor, en el sentido que decía Gelman, aunque me trataran de joven. Y, bueno, será un poco el resumen de mi vida, en el sentido de que poesía para mí y vida, siempre van unidos”, advierte el autor.
Antonio Colinas le ha apostado a ser un escritor del mundo, a no quedarse en un solo lugar y mirar más allá, aunque ello no significa que deje atrás sus orígenes. “Tengo mis raíces en León, en mi tierra, pero siempre me he esforzado por proyectar estas raíces; un poco por mis vivencias, he estado muchos años en el Mediterráneo en Italia en una isla, pero también por mi confección de la poesía, que creo que debe tener ese sentido de universalidad, en el sentido de que el ser humano no habita una aldea, sino un planeta, lo cual no quiere decir que esté a favor de una mala utilización de la globalización. Quiere decir que hay ese universalismo fértil”.
Es por ello quizá que a Antonio Colinas no se le puede insertar en una generación literaria, pues al final decidió seguir un curso independiente. “Una generación tiene un interés didáctico: puede servir para iluminar en la enseñanza, para formar a los jóvenes, pero también hay un uso interesado de las generaciones literarias, como de las antologías, y yo creo que a la larga lo que queda son los poetas independientes, a la larga cada poeta tiene su voz; llega un momento en que el poeta tiene que ser fiel a su propia voz: dejar de escuchar los cantos de sirena, aguantar las críticas, saber que va contracorriente de su tiempo, y seguir escuchando su propia voz, que ahí es de donde nace su palabra”, dice.
—En 50 años cambian muchas cosas, ¿cómo ha mutado su voz poética?
—Mi voz creo que asomó desde el principio. Era una voz emocionada, lírica; aparecieron también los grandes temas de mi poesía: el amor, la naturaleza. Pero luego, claro, fui evolucionando, me puse a tono con los poetas de mi generación; hice una poesía en la etapa en que viví en Italia más apegada a la cultura, a la cultura siempre como expresión de lo vivo. Y luego, a medida que avanzamos en años, el poeta va de la emoción a la meditación; la poesía se va volviendo más meditativa, hay más pensamiento en nuestra poesía, de tal manera que eso sería una segunda etapa; y en una tercera, que podríamos considerar de carácter más humanista, aparecen los temas de nuestro tiempo, las guerras, el terror, la unión de las dos Alemanias, la caída del Muro, pero estos temas siempre filtrados a través de mi voz, que busca siempre la universalidad.
—¿Hay poesías que se quedan solamente en sus territorios, que no alcanzan a superar las barreras?
—En sentido positivo y negativo sucede esto. Es decir, a veces la poesía muy localista se queda en un costumbrismo, tiene un sentido popular o antropológico, pero normalmente el poeta trabaja con los grandes temas y los grandes temas son universales: el amor, la naturaleza, el tiempo, la muerte, el más allá, lo sagrado —una presencia, toda la realidad, como digo yo, es sagrada, si el ser humano la mira con ojos de piedad—. Entonces, estos grandes temas son universales, por eso en este tipo de eventos internacionales todos vibramos con la poesía.
FRASE
"No hay una sola poética, sino tantas poéticas como poetas auténticos"
Antonio Colinas, poeta español
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