Cultura

Agustín Carbonell, un artista puro

El Bola está inscrito en la historia del flamenco contemporáneo. Su barrio es Tirso de Molina, su ciudad es Madrid, donde encuentra un flamenco ''más completo''

GUADALAJARA, JALISCO (19/FEB/2012).- Hay cosas a las que el tiempo les quita la emoción - ésta se arranca del espíritu- y queda entonces…  como en la destilación de los  licores, una estela de refinamiento que se va asentando, junto a la raíz de eso que los seremos humanos hemos aprendido a llamar –de manera reflexiva- “lo que somos”. Es abstracto, sí. Y temporal, como la música. Y como la historia de la música. Y complejo como es el flamenco.  Y son algunas de estas cosas, las que componen la música, develan la trayectoria y las propuestas  de Agustín Carbonell El Bola, sobrino nieto de Sabicas y heredero de dos grandes linajes gitanos de España, de padre cantaor (Agustín Montoya) El Bola, guitarrista, está inscrito hoy en la historia del flamenco contemporáneo. Su barrio es Tirso de Molina, ama su raíz, su ciudad es Madrid, donde él encuentra un flamenco “más completo” según ha dicho.

Habría que recordar que por allá de 1980 surge en España una nueva generación de artistas que recibieron la influencia de Camarón, Paco de Lucía y Enrique Morente, entre otros más.

Era la época de la Movida Madrileña así a la mitad de la década aparecen en la escena musical nuevos y poderosos bríos que gustaron a muchos y disgustaron a otros. Y entonces aparecieron Antonio Carmona, Chano Domínguez, Jorge Pardo, Agustín Carbonell El Bola y el mismo Javier Colina por mencionar algunos.

Camarón, Paco y Morente abrieron el camino para que aparecieran Pata Negra (flamenco con blues y rock), Ketama (pop y música caribeña) también Ray Heredia. Pero todo eso  son capítulos aparte. Todo estaba en ebullición, la fusión era la base, la inteligencia el reto. Y el flamenco cambió.

Flamenco, cosa hecha y muy grande


“El flamenco” dice El Bola “es una cosa que ya está hecha y es muy grande,  ahora mismo no hay nada más por descubrir, pero el flamenco es el flamenco y bueno hay gente interesante que hace cosas más modernas, otras más antiguas” señala en esta entrevista, realizada en El Candela, lugar que, so pretexto del flamenco, espera al alba para cerrar sus puertas.

El Bola comenzó a tocar en pequeñas compañías y tablaos cuando tenía apenas 13 años. Luego acompañó el Güito, primo de su madre, –de la escuela de Pilar López, entiéndase Antonio Gades- en sus giras por el globo terráqueo,  participó en grandes espectáculos como Cumbre Flamenca y Flamenco Puro en Broadway, al lado de figuras como Manuela Carrasco, Chocolate, Farruco y Fernanda de Utrera. Colaboró en Los gitanos de la plaza de Ramón el Portugués, así como en Negra, si tú supieras de Enrique Morente, sin menospreciar el gran trabajo realizado en  Las cigarras son quizá sordas, Veloz hacia su sino y 2332 de Jorge Pardo. Como mera referencia contemporánea, Jorge Pardo y El Bola, sacaron al mercado en 2007 un disco brillante, llamado Desvaríos (que se puede conseguir en México, bajo pedido o por internet). “Ambos músicos madrileños, quienes llevan años cruzando la frontera flamenca hacia otros paraísos musicales, un nuevo lenguaje de una experiencia creativa de dos grandes” señalaba el locutor en los conciertos de Radio3 en España.

Carbonell grabó su primer disco titulado Bola (Nuba Records, en 1989), en pleno apogeo del movimiento. Colaboró también con la banda de Paco de Lucía, grabando con ellos tres discos. En 1996 grabó su segundo álbum, Vuelo Flamenco y se lanza a Brasil, donde vivió aproximadamente ocho años. Luego de la publicación de Desvaríos, se lanzó a la aventura emocional de Rojo y Rosa, que se compone hoy mismo de un espectáculo encabezado al baile por Karen Lugo, tapatía, así como con la participación de Colina, con quien ha trabajado desde hace veinte años, -piedra importantísima en el disco de Lágrimas Negras de Bebo Valdés y Diego El Cigala-, así como la voz de Saray Muñoz y El Piculable, ambos jóvenes cantaores. En la guitarra está también José Romero. En la iluminación Dominique You de quien la prensa española se expresa como “compañero de mil fatigas de Antonio Gades”.

Reflexivo, este guitarrsita pareciera –en ocasiones- que su atención escucha, es músico y flamenco que no es lo mismo y ha dado frutos. “El jazz es infinitamente bello, tiene una actitud muy inteligente, acercarse al jazz siempre vale la pena” destaca quien entiende las arterias de ese mar flamenco que lleva a los viajeros desde el puerto de lo tradicional hasta las nuevas conquistas musicales, que traspasan el corazón de todos los pueblos. “La música te da equilibrio, es  armonía”, dice como quien dice que la bulería “es un palo muy inteligente, riesgoso” o que el tango, flamenco claro, tiene mucho de árabe, que la honestidad es ante todo, que el espíritu te guía y encontrarse siempre es una despedida.

—¿Cómo han influido los viajes y lugares en su creación musical?

—Siempre he sido muy inquieto. Cuando estuve en Turquía me quedé enamorado de la música turca, que me parece muy interesante, el sonido, su misticismo, hay mucha cosa del sufismo, lo que es la música popular ha tomado un terreno muy moderno, muy lírico, especial.

—¿Y de la India?

—Soy un fanático de la India, sobre todo por sus conceptos y la postura que ellos tienen como personas. La música india es muy grande, muy amplia en sus colores musicales y conceptos.

—¿Cuándo decidió que quería hacer música para siempre?


—(…) Lo decides pero de una forma muy íntima.

—Hábleme de cómo generaron en Madrid todo este movimiento del nuevo flamenco… porque fue de aquí para el mundo…

—Ya en esos años Camarón y Enrique Morente, nos iniciaron y nosotros nos disparamos a hacer cosas más modernas, más de fusión, con otros timbres, otros acordes. Era muy bonito pero era raro y confuso para la gente y eso fue lo que dio pie al flamenco ahora.

—¿Hay vínculo entre la música brasileña y el flamenco?

—Se parecen que las dos son música popular, el samba de raíz se parece al flamenco en la tristeza. El flamenco tiene esta cosa muy grande que puede encajar de muchas formas, pero son dos conceptos muy diferentes.

—¿Cuáles son para uste los grandes músicos de este país?

—España ha dado grandes músicos y compositores. Manuel de Falla o Granados. Hay gente muy grande que han desaparecido, los grandes creadores del flamenco. Es una infinidad de gente.

—¿Arte para qué?

—No sé, creo que está bien, las crisis hay que aprovecharlas para hacer  las cosas mejor. Si nos dormimos es como rendirte, no sé.  Hay que ponerse pues manos a la obra no tirar piedras al aire, intentar hacer cosas bien hechas y con sentido conceptual. La música y el arte es el mejor vehículo de expresión para que nos entendamos, tiene que haber más honestidad y más respeto.

—¿Cómo se puede ser tan universal y tan flamenco?


—No sé. El flamenco  hay que aprenderlo y si encima puedes dar el salto a otra música, pues mucho mejor.

—¿Hacia donde cree que apunta la música hoy?


—¿En qué términos hablamos?… pues si hablamos de electrónica es una cosa… La música hoy está al alcance de cualquier persona, se puede tocar en ordenador, se pueden hacer grandes cosas y se puede engañar muy bien al público. Pero, el músico puro es otra cosa.

—¿Qué es un músico puro?

—Es el que se dedica, el que coge el instrumento y toca cinco horas diarias, el que se plantea las cosas, el que tiene algo que contar y esto ¿no? La música ahora es desbocada, pues con los términos de la informática y todo ese tipo de cosas, se pueden hacer grandes cosas, puedes grabar aquí unas percusiones y las guitarras en París o no sé dónde… La música era muy real, muy de cámara… pasaba en el momento en un lugar determinado.  Entonces, me gustaría volver a eso, porque era la manera de amarrar los conceptos más fuertes, de tocar menos computarizado. Se convierte como una película de ciencia ficción musical no es tan real…

—¿A quiénes debemos de escuchar?

—A muchos artistas, tienes que escuchar a varios y percatarte de los estilos. Por ejemplo Camarón que es el último grande, pero si lo escuchas desde los principios te vas dando cuenta del flamenco, dejó plasmado el flamenco muy puro, clásico… Camarón es un buen ejemplo, hay que escucharlo bien desde el principio(…) También hay que escuchar a Antonio Mairena, Manolo Caracol… Terremoto, Enrique Morente…

Dolores Tapia

PARA SABER
Seguir la guitarra de El Bola


Discos:

Bola (1989)

Vuelo Flamenco (1995)

Desvaríos (2007)

Jorge Pardo y Agustín Carbonell
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