Cultura
Adrián Castañeda presenta 'El alma de la noche'
La novela toca el tema del perdón y las relaicones entre padres e hijos
Sandalio Luna, el protagonista, se ve en la necesidad de tomar la decisión de otorgarle o no el perdón a su padre en el lecho de muerte, después de una relación complicada entre ellos.
Con un lenguaje franco y hasta cínico, en palabras de H. H. Peregrino, Castañeda coloca sobre la mesa el tema del perdón: Dios que tiene la bondad de perdonar y de los hombres que hacen el esfuerzo de creer que perdonamos de corazón. Además, cuestiona si existe una razón moral más allá para no perdonar a un padre que está a punto de morir.
A través de la obra, el escritor busca orientar y motivar a, de cierta manera, romper las cadenas de violencia entre padres e hijos que terminan por perpetuarse a través de las generaciones. Pone de ejemplo el nombre del personaje principal de la novela, que surge de un rencor que su padre le tuvo a su suegro, con quien tenía fricciones. El nombre fue su manera sutil de vengarse.
Castañeda también aborda el respeto a la propia vocación, ya que el protagonista era obligado por su padre a ser sacerdote, pues pensó que regalarle un hijo a Dios le ganaría un lugar en el cielo. Sandlio consigue separarse del proyecto de vida que le había asignado su padre gracias a que se enamora de una vecina suya.
El autor aclara que aunque no es un libro autobiográfico, hay algunos episodios de su vida confesados en las páginas, pero no especificará cuáles. A manera de ejemplo, describe algunas características de su propio padre reflejadas en su personaje, como la calidad de artista. También deja asomar su pasado como publicista en algunos momentos de la novela.
H. H. Peregrino lo resume como el relato de la luz que entra por la ventana de un hombre moribundo, expresa la emoción de un corazón sincero. Castañeda confiesa que una de las cosas que le causa más orgullo de su obra más reciente, precedida por 'Cuentos pa llorar', es que los últimos capítulos han causado lágrimas en varios lectores.
EL INFORMADOR / MARÍA QUINN
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