Aplican 5 infracciones a ruidosos a la semana
Los operativos que implementa el Gobierno de Guadalajara dejan 83 sanciones durante los cuatro meses que lleva su estrategia
A cuatro meses de los operativos implementados en bares y otros giros de venta de alcohol, con el fin de inhibir que se rebasen los límites establecidos en la “ley antirruido”, el Ayuntamiento de Guadalajara ha emitido al menos cinco infracciones por semana, sin contar los apercibimientos.
La Unidad de Transparencia del Gobierno municipal informó que, entre el 30 de marzo (cuando inició la estrategia) y hasta el 30 de julio, se aplicaron 83 infracciones. “Son operativos especiales que hemos estado realizando de manera semanal en diferentes giros comerciales”, declaró Erick Tapia, jefe de Gabinete del Ayuntamiento tapatío.
"Regular-mente el ruido de una guitarra acústica rebasa el margen y una vez me multaron por los decibeles que estaba ocasionando la gente platicando". Esteban Sevilla, propietario de un bar en la Colonia Talpita.
Éstos constan de seis equipos con 80 funcionarios en total, quienes se desplazan a distintos puntos de la ciudad, especialmente en los corredores mixtos donde conviven los usos de suelo comerciales con los habitacionales, como Providencia o Chapultepec. “Es donde hemos tenido la mayor parte de quejas”.
Otras zonas recurrentes son Lomas del Pedregal, la Colonia Independencia y Arcos Vallarta.
Las movilizaciones se realizan los días viernes y sábado, aunque también hay inspecciones por reportes ciudadanos que reciben a través de la línea 070 y por la aplicación CiudApp.
Durante los operativos se pueden aplicar apercibimientos o multas por infracciones, las cuales van de los dos mil 500 y hasta los 20 mil pesos. Erick Tapia añadió que también ha habido clausuras.
Y cuando esto último ocurre, las autoridades generan una bitácora con las principales quejas de los ciudadanos y planean acciones conjuntas entre la Dirección de Inspección y Vigilancia y el empresario, a fin de que éste aplique modificaciones que reduzcan el ruido.
“Casi siempre termina en alguna modificación en el establecimiento. Quitar alguna bocina, moverla de lugar y con esto hemos ido respondiendo a las quejas de los vecinos”.
En los cuatro meses se han hecho 20 clausuras, aunque no todas por ruido. Tapia explicó que en ocasiones llegan por una queja de ruido excesivo, pero se dan cuenta de que operan fuera de horario o carecen de medidas de seguridad.
Y además del ruido, las irregularidades en las licencias son la siguiente causa de sanciones. “A lo mejor hay licencias de restaurante-bar y nos enteramos de que no están proporcionando alimento”, concluyó el funcionario.
En Zapopan, uno de cada 10 bares reincide en infracciones
El 27 de enero, inspectores del Ayuntamiento de Zapopan revisaron un bar ubicado en la Colonia Don Bosco Vallarta. Encontraron que el establecimiento vendía bebidas alcohólicas de alta y baja graduación sin permiso, por lo que clausuraron el lugar.
El 26 de marzo regresaron y hallaron que, aunque los propietarios consiguieron licencia, ésta no amparaba las bebidas de alta graduación que estaban a toda vista en la barra, por lo que volvieron a emitir sanciones.
Lo mismo ocurrió el 3 y el 20 de abril.
En lo que va del año, el Gobierno zapopano ha infraccionado y clausurado a nueve giros que han vuelto a reincidir, generalmente con las mismas faltas reportadas en la primera visita de los trabajadores municipales.
Como respuesta a una solicitud de información, vía Transparencia, se indicó que representan la décima parte de todos los castigos emitidos hasta julio, cuando sumaron 221 contra giros relacionados con venta de alcohol.
La carencia de licencias y permisos constituye una de las principales faltas a los reglamentos en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
En Zapopan, entre las colonias en las que más se ha infraccionado a estos giros están la Constitución, Jardines del Valle, Lagos del Country, Loma Bonita Ejidal, Lomas del Seminario, Mesa Colorada, Miguel Hidalgo, Nuevo México, San Juan de Ocotán, Paseos del Sol, Santa Ana Tepetitlán y El Vigía.
En Tlaquepaque se han emitido en el año sólo 11 sanciones a bares por falta de licencias o refrendos; 32 se documentaron en 2018 y 35 en 2017 por las mismas causas.
En la mitad de los casos han sido negocios en la zona Centro.
En Tlajomulco de Zúñiga, los Juzgados Municipales han emitido menos castigos: sólo 27 desde 2017. Alrededor de uno por mes.
De este total, en 21 casos la infracción se registró por vender al público o permitir el consumo de bebidas alcohólicas sin contar con la licencia correspondiente.
San Sebastián el Grande y Colinas del Roble son las zonas con establecimientos que más han sido sancionados en ese periodo.
LEER TAMBIÉN: Ayuntamiento de Guadalajara sanciona a ocho negocios por faltas al reglamento
“Me multaron dos veces”
Con más de 10 años de haber abierto un bar en la Colonia Talpita, Esteban Sevilla aseguró que nunca había tenido problemas con los vecinos por niveles de ruido, menos porque las propiedades que se encuentran a ambos costados son de familiares o amigos. Ahora lo han multado en dos ocasiones en menos de cuatro meses.
“Me multaron dos veces con la nueva norma de los decibeles. Se me hace ridículamente exagerada porque no dan un margen para poner música bajita”.
El negocio se alza en Puerto Melaque y la 60, en medio de una zona de uso de suelo mixto, pero prominentemente habitacional, por lo que sobresale por las noches de viernes y sábado, cuando hay música en vivo, de las 22:00 a las 02:00 horas.
“Me multaron dos veces con la nueva norma de los decibeles. Se me hace ridículamente exagerada porque no dan un margen para poner música bajita”
Cada sanción fue por 20 mil pesos, aunque por pronto pago desombolsó sólo 10 mil. En otra ocasión le dejaron un apercibimiento. Según contó, las inspecciones en su establecimiento son reiteradas. “Al menos unas 10 veces han venido”.
Con tantas revisiones, Esteban decidió dejar de llevar música en vivo por un tiempo, pero el lugar perdió clientela. “No me conviene, entonces tratamos de que sea lo más bajito posible”.
Los trabajadores del municipio le dicen que debe meter doble puerta, pero el sitio es pequeño y con poca ventilación. “¿Aquí cómo metes doble puerta? Si así hace muchísimo calor, con eso se ahoga uno. Es imposible”.
Esteban pidió a las autoridades que revisen la norma y eleven un poco la tolerancia. En su caso consideró injusto que lo multen tanto, siendo un espacio familiar del que dependen cinco hogares.
Principal sanción en tonalá
Como respuesta a una solicitud de informacion, vía Transparencia, se indicó que los giros de venta de bebidas alcohólicas de Tonalá suman 87 infracciones en lo que va del año.
Sin embargo, las sanciones por falta de licencia, a diferencia de otros municipios, han sido solamente 13.
La causa por la que más se castiga a los negocios en ese municipio es por operar fuera de horario, al sumar 44.
Otras multas han sido por falta de medidas de seguridad, no contar con refrendo de licencia y en dos ocasiones por encontrar a un menor de edad mientras ingería bebidas alcohólicas.
Piden ampliar operativos a zonas habitacionales
El pasado 29 de abril, este medio publicó que desde 2018, Eduardo, vecino de la Colonia Americana, sufre todos los jueves por las fiestas de sus vecinos.
Empiezan desde la tarde y, entre risas y música “a todo volumen”, concluyen a las tres de la mañana. “Necesitamos descansar porque vamos al trabajo y a la escuela al día siguiente”, dijo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el ruido es de las principales causas de conflictos vecinales en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
Sin embargo, desde que comenzaron las adecuaciones de reglamentos con la ley antirruido, aprobada por el Congreso en agosto del año anterior, la asociación Cruzada contra el Ruido pidió a las autoridades que, además de los operativos en los negocios, establezcan un protocolo para atacar también el problema en las zonas habitacionales.
“Es más difícil porque no tienes la amenaza de una licencia”, dijo Alberto García, líder de la agrupación.
En el mismo sentido, el 16 de marzo se dio a conocer que aquellos vecinos o comerciantes de Guadalajara que no respeten los decibeles permitidos, según la zona en la que se encuentran, serán acreedores a multas que deben pagar vía predial, con la finalidad de evitar que evadan la sanción.