A siete meses del inicio de las operaciones de la Línea 3 (L3) del Tren Ligero, el Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur) precisó que persisten las deficiencias en la construcción e instalaciones, como el suministro de agua potable en algunas estaciones, patios y cocheras y el sistema de riego de estos últimos dos espacios. También se registran desperfectos en la puesta en operación de una planta de tratamiento de agua, en escaleras y elevadores, el Sistema de Supervisión, Control y Adquisición de Datos (llamado Scada), la corrección de accesos a las estaciones y el arreglo de marquesinas. “Se ha terminado la obra completa de la Línea 3, pero existen deficiencias que, por parte de la SCT, se están atendiendo”, respondió el organismo por Transparencia, aunque no desglosó cuánto, ni qué empresas se encargan de las reparaciones.Por otro lado, en julio de 2020, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) comunicó que entre los trabajos pendientes estaba la conexión del Sistema Scada, además de que no estaba listo el software.La empresa OHL, que participó en la construcción de la nueva ruta en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), publicó en su página de internet que ese centro de control de la Línea 3 permite el manejo y la supervisión de todo el sistema de transporte a través del modelo Scada, el cual integra lo correspondiente a comunicación, sonorización y voz, control de acceso, ventilación, climatización, iluminación, accesos y protección contra incendios, entre otros. “Además, su diseño es medioambientalmente sostenible, al evitar la emisión de sustancias contaminantes, reducir los niveles de ruido y el consumo de energía”.Este medio solicitó entrevista al Siteur para abundar en el tema, pero hasta anoche aún no se concretaba.El Sistema de Tren Eléctrico Urbano indica que todavía hay desperfectos en accesos a las estaciones y marquesinas, entre otras cuestiones relacionadas con los terminados de las estaciones. Al respecto, la Auditoría Superior de la Federación detectó que en el contrato DGTFM-33-14 (que incluye la construcción del Viaducto 2, así como seis estaciones elevadas), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes recibió los trabajos desde el 27 de noviembre de 2019, sin que estuvieran concluidos.Además, no se consideró la relación de las deficiencias ni las observaciones detectadas durante la inspección de los trabajos realizados en las estaciones, “se relacionaron trabajos pendientes de ejecutar, no concluidos y trabajos de mala calidad, sin que la entidad fiscalizada haya aplicado las penalizaciones correspondientes a las que se hizo acreedora la contratista por los trabajos no ejecutados, ni se comprobó la reposición de los trabajos observados con mala calidad”.Como respuesta, se indicó que la “residencia de obra” señaló que los trabajos se ejecutaron, pero que tuvieron detalles por corregir, subsanables, y que para esto se le otorgó a la contratista ejecutora de los trabajos un tiempo prudente de reparación, aclarando que la mayoría de los materiales que se requieren para llevar a cabo las reparaciones eran de origen extranjero.Pero tras la revisión de la documentación, la Auditoría encontró que solamente acreditaron certificados de calidad de tres de las seis estaciones, “tampoco se constató que se entregaron los manuales e instructivos de operación y mantenimiento, ni que se hayan proporcionado los certificados de garantía de calidad y funcionamiento de los bienes instalados de las estaciones Plaza Revolución, Nodo Revolución y Central Camionera”.Y la SCT no aplicó las penalizaciones a las que se hizo acreedora la contratista por los trabajos no ejecutados ni se comprobó la reposición de los trabajos observados con mala calidad.AUDITORÍA SUPERIORDe la misma forma que las estaciones, la Auditoría Superior de la Federación ya había detectado errores en los trabajos relacionados con las escaleras y los elevadores.Según la auditoría relacionada al “Suministro, instalación y puesta en operación de los elevadores eléctricos y escaleras eléctricas, sus sistemas y equipamiento electromecánico necesario, hardware y software de los dispositivos que lo conforman”, se presumió un probable daño por 466 mil 937 pesos. Lo anterior, porque en la fecha de la revisión, los trabajos del suministro, instalación y puesta en operación de los elevadores eléctricos y escaleras eléctricas aún se encontraban en proceso de ejecución, por lo que no se contaban con los números generadores que comprobaran la ejecución de los trabajos.Por eso “resultó imposible cumplir con la entrega de los números generadores de dichos conceptos; además, se informó que las actividades de los conceptos antes mencionados se encuentran en proceso de ejecución en el periodo del 1 al 30 de septiembre de 2020”. Esto significa que los trabajos continuaron después de la inauguración de la ruta, el 12 de ese mes.Las observaciones se hicieron por el incumplimiento del Reglamento de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, y del Reglamento de la Ley de Obras Públicas.El Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur) informó en abril de 2020 que el proceso de entrega-recepción de la Línea 3 (L3) del Tren Ligero de Guadalajara ya contaba con un avance del 50%. Estimó que el proyecto concluiría una vez que la ruta comenzara operaciones. Sin embargo, aunque la Línea 3 inició a transportar pasajeros desde septiembre del año pasado, el Siteur responde por Transparencia que aún se encuentra en el proceso de la entrega-recepción ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).“Existen reservas que se han venido atendiendo por parte de la SCT y sus contratistas, respecto a los vicios ocultos que nos encontramos en el proceso, para diferenciarlos entre las fallas de los equipos o los vicios ocultos del sistema”.Explica que los costos de las reparaciones de las fallas o las deficiencias encontradas son asumidos por la Secretaría federal y sus contratistas, aunque no específica quién está pagando por los desperfectos.El año pasado, el director del Siteur, Rolando Valle Favela, explicó que la entrega-recepción se realizaría en dos etapas: una entrega sustancial y otra entrega final del proyecto, que dependerían de las fechas de la SCT.“Una entrega recepción sustancial deja siempre una serie de elementos pendientes que no afecten la seguridad de la operación comercial, que deben de subsanarse para hacer una entrega-recepción final. El periodo que transcurra entre la entrega-recepción sustancial y la final va a depender de los acuerdos que tengamos con la SCT”.En 2019, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló que la Secretaría asumió pagos por 11.3 millones de pesos en la reparación de inmuebles afectados por la construcción de la Línea 3 del Tren Ligero, pese a que se requirió al contratista un seguro para responder por los daños a terceros, con motivo de la ejecución del proyecto.La SCT justificó que la póliza no amparaba las responsabilidades por los daños causados por las “inconsistencias, hundimientos o asentamientos del suelo o subsuelo”. Y que los inmuebles no habían recibido mantenimiento. Sin embargo, la Auditoría emitió un pliego de observaciones al considerar que esos elementos no eran suficientes para el deslinde del contratista y el pago de la Secretaría.Por otro lado, se le pidió al Siteur información acerca de si ya fueron reparados los templos y edificios dañados por la construcción de la nueva ruta, además de quién terminó pagando por los daños en los inmuebles, a lo que respondió que “no era competente” para contestar la solicitud.“La Secretaría de Comunicaciones y Transportes fue la encargada del proyecto ejecutivo de la Línea 3 y es la autoridad indicada para informar del tema”.QUEJAS DE VECINOSAgua. Además de informar que la Línea 3 del Tren Ligero presenta desperfectos en el suministro de agua potable en algunas de las estaciones, en los patios y en las cocheras, así como en el sistema de riego y en la puesta en operación de la planta de tratamiento de agua, el año pasado vecinos de colonias aledañas a la ruta denunciaron que la construcción de la L3 ocasionó afectaciones en el líquido que se distribuye en 48 zonas. También han reportado la presencia de agua turbia y con olor. Esto, dijeron, les causa distintas enfermedades, ya que el líquido se usa para actividades como lavado de ropa, alimentos y aseo personal.Rutas. En noviembre pasado se dio a conocer que, aunque se proyectó que con la operación de la tercera línea del Tren Ligero, 60 rutas del transporte público que compartían el derrotero deberían cambiar su trazo, la Secretaría de Transporte (Setran) modificó sólo 25 rutas con un trazo igual o mayor a 9.7 kilómetros. Esto propició que del 21 de septiembre al 31 de octubre registrara solamente un promedio de 64 mil viajes al día.La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informaron a finales de 2019 que no se habían hecho efectivas las fianzas correspondientes para cubrir las afectaciones de la tuneladora “La Tapatía” en 19 inmuebles o monumentos históricos.Entre estos espacios se encuentran el Templo San José de Gracia, la Catedral Metropolitana, el Templo de San Francisco de Asís, El Santuario, el Museo del Periodismo y el Jardín Plaza de Armas, entre otros.Las dependencias también discreparon en los montos de las fianzas de cuatro espacios. Mientras la SCT informó que entregó a la Tesorería de la Federación 60 millones “para los templos Catedral, El Santuario, San José de Gracia y San Francisco de Asís”, el INAH respondió que el presupuesto para esos inmuebles es por 140 millones de pesos.Por su parte, la Secretaría indicó que se contempla que los trabajos para la restauración de los inmuebles catalogados por el INAH ascienden a 53.9 millones de pesos, pero proyectan una bolsa global de 154 millones para las reparaciones.Sin embargo, en una respuesta posterior mostró contradicciones y afirmó que “los inmuebles no fueron dañados por el paso de la tuneladora, pero se aplica el programa de reforzamiento estructural en coordinación con el INAH y la UNAM”. De acuerdo con la Secretaría, los trabajos quedarán concluidos, pero esto no ha sido confirmado por el Siteur.TELÓN DE FONDOEn sesión extraordinaria del Consejo de Administración del Siteur durante 2020, en donde figuran funcionarios como el titular Rolando Valle Favela y Diego Monraz, secretario de Transporte, estimaron que para 2021 se realizarían 86.2 millones de viajes en la Línea 3, de los cuales, 69.5 millones serían pagados con una tarifa completa de nueve pesos con 50 centavos.El cálculo se realizó tomando en consideración los efectos de la pandemia y un mayor uso de la tarjeta electrónica. “El incremento del pasaje con tarifa preferente se ha determinado con base en un mayor uso de la tarjeta electrónica, lo que implica un 50% de descuento en transbordos entre el Tren y Sitren. También a un mayor empleo de la Línea 3 y los transbordos”.Destacaron que si bien la proyección era alcanzar los 233 mil viajes diarios, debido a la pandemia estimaban que la cifra sería de sólo 100 mil viajes al día.Por otro lado, el Modelo de Simulación de Oferta y Demanda realizado en 2012 indicaba que se podrían mover a 120 mil pasajeros al día si se completaba la reestructuración de las rutas del transporte público que pasan por el mismo derrotero de la Línea 3.En total, los ingresos por viajes sumarían 217.9 millones de pesos para la Línea 3, y de 901.3 millones para todo el sistema.Por último, en la sesión anunciaron que las plazas para la operación de la Línea 3 aumentarían de 314 a 421, por algunos puestos que no habían sido considerados. Por ejemplo, en el Centro de Control de Operaciones se necesitaba más personal para cubrir los controles locales en las estaciones terminales para eventuales fallas.Sigue #DebateInformador¿Qué opina del funcionamiento de la Línea 3 del Tren Ligero?Participa en Twitter en el debate del día @informador