A pesar del riesgo durante las lluvias, abundan las invasiones en la metrópoli, principalmente en territorio federal. El ejemplo está en El Garabato, en Zapopan, donde se estiman dos mil 500 casas en espacios prohibidos.El problema es que ni la Conagua ni el Ayuntamiento resuelven el tema de fondo: reubicar a las familias, pese al desbordamiento de cauces y las afectaciones en cada temporal.Aunque el Gobierno zapopano realizó obras en la zona, vecinos se muestran inconformes tras el desplome del muro del arroyo El Garabato. “Cada año deben hacer pequeños muros para evitar que el agua ingrese a las casas… colocan sacos con arena como una ayuda extra”, indica Ismael.Aunque el Ayuntamiento de Zapopan estima que dos mil 500 predios se encuentran en la zona federal que comprende el arroyo El Garabato, los vecinos siguen sin ser reubicados, por lo que se exponen a una tragedia en el temporal de lluvias, cuando se desborda e ingresa a las casas. De acuerdo con el Ayuntamiento, el cálculo es aproximado y reitera que no puede derribar las edificaciones hasta no tener un dictamen de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pues de lo contrario sería daño patrimonial. Asegura que en 2018 realizó una petición a la Conagua para que le señalara las edificaciones que influyen en el libre cauce del arroyo, pero no ha tenido una respuesta, por lo que no puede emprender acciones. Por su parte, la Conagua presentó a este medio un documento que data de marzo de 2017, dirigido al Ayuntamiento de Zapopan, en el cual se muestra que fue recibido en abril de ese año. En el documento, la Comisión explica que se trata de una medida preventiva al temporal de lluvias y anexa un mapa donde señala los 12.48 kilómetros que están delimitados como zona federal en los alrededores de los arroyos Grande y El Garabato. En el texto enfatiza que “esto se hace con la finalidad de ubicar quiénes se encuentran en estas áreas que son de alto riesgo, con la finalidad de prevenirlos y de alguna manera reubicarlos”. Al respecto, el Ayuntamiento de Zapopan fue cuestionado, pero hasta anoche no se obtuvo una respuesta. Raquel Gutiérrez, académica del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades y especialista en temas del agua, explica que “la Conagua por sí sola no tiene la capacidad para realizar esta revisión, y al estar ubicado el arroyo en una zona urbanizada sí le compete al municipio y a su equipo de Protección Civil revisar el tema”. La especialista acentúa que parte del problema es que “los municipios suelen entregar permisos de construcción que no deberían ser, pues afectan al medio ambiente y ponen en riesgo la vida de las personas, mientras la gente adquiere su patrimonio de buena fe. Lo otro que sucede es que las personas se asientan de manera irregular, no son retiradas, pese a que visiblemente invaden las zonas”. “En cualquiera de las dos situaciones es importante que el municipio y la Conagua se coordinen. En la primera situación para ofrecer programas de reubicación; en el segundo caso, para otorgar programas de subsidio para moverse porque seguramente en ambas situaciones es todo el patrimonio que tienen”.Añade que es importante que las dependencias municipales, estatales y federales dejen de olvidar el tema cada que pasa el temporal, pues “el problema resulta cíclico y afecta los derechos de la vida y la salud de los vecinos de la zona”.CLAVESAutonomía. De acuerdo con la Ley de Aguas Nacionales, en el Artículo 118 bis 2, se establece que las autoridades de Protección Civil y Seguridad Pública del municipio pueden adoptar medidas urgentes, como el aseguramiento de bienes, remoción o demolición de infraestructura, con el objeto de proteger la vida y los bienes de las personas cuando el cauce del agua represente un peligro.Apoyo. Cuando los estragos son significativos, las autoridades municipales y estatales deben realizar una declaratoria de emergencia, lo que implica destinar recursos para la ayuda de los ciudadanos que vieron afectadas las estructuras de sus casas y perdieron sus inmuebles.Distancia. Todos los hogares deben de tener una distancia de 10 metros o más de una zona federal. El arroyo, al pertenecer a una zona federal, enmarca la misma regla. También la autoridad debe recomendar una “zona de protección” donde solicita algunos metros de más para evitar que, en caso de que se desborde el cauce, ocasione una tragedia.Luego que la noche del 10 de agosto se derrumbara uno de los muros del canal del arroyo El Garabato, el Ayuntamiento de Zapopan anunció que realizaría una ampliación del canal.El derrumbe, según la autoridad, fue de 15 metros en el muro y se ubicó sobre el andador Malecón, en la colonia El Garabato. Se debió a que el agua se desbordó y no pudo con su peso. El hecho afectó a 12 hogares donde el agua ingresó. Además hubo vehículos afectados y se necesitaron equipos de trabajo para limpiar la zona. Para el 12 de agosto, la Dirección de Obras Públicas de Zapopan anunció que iniciaría una obra de carácter emergente, por lo que destinaría tres millones de pesos y la concluiría en cuatro semanas más, pero se concretó hasta finales de octubre. Los manejos de la obra fueron decisión de la autoridad. Ismael Jáuregui, titular de Obras Públicas de Zapopan, reconoció: “me hubiera encantado socializar con los vecinos sobre todos los trabajos de la obra, pero urge terminarla y urge hacer el trabajo en la zona”. Explicó que el proyecto consiste en tomar cerca de cinco metros de áreas verdes del Andador Malecón y también trabajar la curva del muro de aproximadamente 40 metros de largo para evitar otro incidente similar en las lluvias. Aseguró que “la obra no afecta a los vecinos en el punto donde ampliaremos… y la cancha deportiva que está al fondo del andador Malecón tampoco se verá afectada”. TESTIMONIOIsmael es un hombre de tez morena y complexión baja. Utiliza una cadena con un símbolo religioso en su cuello. La sostuvo fuerte mientras lamentaba que “cada temporal de lluvias es lo mismo”. Relata que cada año deben hacer pequeños muros para evitar que el agua ingrese a su casa y colocan sacos con arena como una ayuda extra. Incluso reconoce que rezan para que en cada lluvia no sufran de otra inundación. Comenta que en agosto, el automóvil recién comprado por su hija fue arrastrado por la corriente y su camioneta fue pérdida total. La familia de Ismael no sólo temió por sus inmuebles, sino por sus vidas.“Estábamos muy tranquilos y de la nada se soltó la lluvia. Nos metimos a la casa, se puso más fuerte, y cuando menos se escuchó un estruendo... supimos que algo había reventado. Nos asustamos e hicimos lo que hacemos cada lluvia: rezamos para que no se nos metiera el agua”.La casa se ubica en el andador Malecón y suele tener afectaciones en cada tormenta, pues toda el agua que proviene de la colonia El Garabato y parte de la que baja de Villas Perisur se dirige al canal pluvial por medio de un camino de tierra que se encuentra a un lado de su casa. “Nos gustaría que nos apoyaran con una rampa para que el agua se vaya, también que nos ayuden con un muro de protección a un lado de las casas”. Vecinos lamentan que las nuevas obras no fueron socializadas y reclaman que de nada sirvió exponer sus necesidades. Agregan que la curva creada es circular y necesita ser en diagonal para reducir la fuerza del agua. Al no elevar el nivel de los muros del canal pluvial, advierten que, el siguiente año, las casas afectadas serán las de Villas del Ixtépete (cuando el agua se desborde). Consideran que el espacio que hay en el canal a la altura de la calle Aztlán no es suficiente, pues tiene una medida aproximada de un metro. Y aseguran que justo eso sirve de embudo, por lo que el agua termina por salir con mayor presión frente a los muros y los derrumba. Lamentan que la autoridad nunca limpia el escombro que deja durante las obras y menos la basura que empuja la lluvia, por lo que en la siguiente tormenta, en cuestión de minutos se crea un tapón. Aseguran que los trabajadores de la zona venden los costales de la construcción a módicos precios en lugar de utilizarlos. Expresan que unos bloques en la calle Aztlán no tienen razón de ser y nadie les explica por qué fueron colocados en el sitio. Señalan que tienen en el abandono el mantenimiento de la cancha deportiva que se encuentra a un lado del canal pluvial. Además, no hay alumbrado público, lo que convierte el sitio en un espacio de robos o inseguro para la gente.GUÍALomas de PolancoLa lluvia durante la noche del 6 de julio ocasionó que los bomberos de Guadalajara intervinieran en el rescate de ocho personas, cinco adultos y tres niños, que se encontraban atrapadas en dos camionetas y un camión de turismo en el cruce de Ramón Alcorta y la Calle 32, en la colonia Lomas de Polanco, donde el agua alcanzó hasta un metro de altura.El DeánComo cada año, la zona del parque El Deán se vio afectada por las inundaciones, pese a la construcción de un vaso regulador para mitigar los daños. Más de 200 viviendas se vieron afectadas por la lluvia que ocurrió la noche del 26 de julio y que ocasionó daños en las colonias El Deán y Ferrocarril. Los vecinos perdieron artículos de su hogar y vehículos. Jardines ÉliteAl menos 40 casas en el fraccionamiento Jardines Élite se vieron afectadas por la inundación que dejó la lluvia ocurrida la tarde del 1 de septiembre en Zapopan. El nivel del agua alcanzó niveles de hasta un metro de altura, pero de acuerdo con las autoridades municipales, no hubo daños en casas ni víctimas ante las fuertes lluvias en la zona.TELÓN DE FONDOUn año antes, el 5 de agosto de 2019, el muro del canal pluvial también se desplomó. Ocurrió por la calle Aztlán, en la colonia Villas Perisur, justo en el límite con la colonia El Garabato, a unos metros del andador Malecón donde este año sucedió otra vez el incidente. Uno de los testimonios obtenidos fue el de Norma y Álvaro, una familia que vive por la calle Amistad, en la colonia Villas Perisur. La pareja reconoció que sufrió afectaciones por 700 mil pesos, pues se dañó la estructura de su casa, perdieron cinco carros y dos motocicletas, además de sus dos mascotas. En esa ocasión, el Ejército Mexicano activó el plan “DN III E” en las colonias El Garabato, Villas Perisur, Arenales Tapatíos, Villas del Ixtépete, Ciudad Granja y Rancho Contento. Se necesitaron de seis oficiales y 112 elementos de tropa, quienes con vehículos y equipamiento liberaron las vialidades y recuperaron las pertenencias al interior de las viviendas. Protección Civil y Bomberos de Zapopan estimó que las colonias más afectadas fueron El Garabato, Villas Perisur y sobre todo Villas del Ixtépete, donde se desbordó el canal El Briseño. El saldo final fueron 146 casas afectadas, pues el nivel del agua llegó al metro y medio. Para saldar los daños, el municipio y el Estado entregaron 2.8 millones de pesos a las familias que resultaron afectadas tras las lluvias registradas. De este recurso, 80% pertenecía al Estado. Durante las revisiones, la autoridad municipal enfatizó que el Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), debía construir un vaso regulador en las inmediaciones donde termina el bosque de La Primavera, para que el agua no baje con tanta fuerza hacia estas colonias.Sigue #DebateInformador¿Qué opina de las obras contra las inundaciones?Participa en Twitter en el debate del día @informador