Xie Zhenhua viajará a la Cumbre del Cambio Climático

BEIJING, CHINA (21/NOV/2012).- El jefe negociador de China para el cambio climático, Xie Zhenhua, destacó que el país asiático -mayor emisor mundial de dióxido de carbono- viajará a la Cumbre del Cambio Climático de Doha (Catar) con "una mentalidad abierta", aunque sin promesas concretas de reducción de las emisiones nacionales.

"Continuaremos impulsando las negociaciones, pues el cambio climático es un reto común, aunque nuestra actitud continúa sin cambios", señaló Xie, también vicepresidente de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (equivalente a un ministerio de economía), acerca de la cumbre que se inicia el próximo lunes.

Xie insistió en que China está comprometida en la lucha contra el cambio climático a través de sus programas nacionales de mejora de la eficiencia energética, reducción de las empresas contaminantes y otras iniciativas, aunque siempre tomadas por decisión de Beijing, nunca por presiones exteriores.

También mantuvo que el principio de "responsabilidades compartidas pero diferenciadas" seguirá siendo la bandera de China y otras naciones emergentes en Doha (según esta idea, los países desarrollados deben hacer mayores esfuerzos en la lucha contra el cambio climático que las naciones emergentes).

Xie anunció las líneas generales de negociación de China un día después de que se reunieran en Pekín negociadores de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) para diseñar una estrategia conjunta de cara a las negociaciones de Doha.

"Las diferencias aún son grandes, y los puntos de vista diferentes", reconoció Xie respecto a las discusiones entre los países desarrollados y los BRICS, a los que se insta a hacer promesas claras de reducción de emisiones.

"La delegación china jugará un papel activo y constructivo" en la capital catarí, prometió el negociador chino en una rueda de prensa en la que también fue presentado el libro blanco sobre los esfuerzos de China en los últimos dos años para mejorar su medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.

En el documento se afirma, por ejemplo, que China podrá evitar la emisión de 730 millones de toneladas anuales de gases contaminantes mediante la puesta en práctica de cuatro mil 500 proyectos de energías alternativas.

Este año, la cuestión del cambio climático ha pasado en China a un segundo plano, debido a que otros asuntos coparon el protagonismo en los medios, especialmente la crisis económica (que en el país ha producido una pronunciada desaceleración del crecimiento) o la transición de poder, que se ha prolongado durante meses.

Sin embargo, este año también han aumentado las protestas medioambientales en las ciudades chinas, donde miles de personas lograron detener proyectos que consideraban altamente contaminantes, lo que ha llevado al régimen comunista a prometer una mayor atención a la cuestión.

Esto ha hecho incluso que la Constitución del Partido Comunista de China, enmendada la semana pasada, incluyera el concepto de "civilización ecológica", que se interpreta como un mayor interés del régimen hacia los problemas medioambientales a partir de ahora.

Otro asunto que ha conseguido que la cuestión del medio ambiente continuara siendo debatida en China durante 2012 fue la frustrada iniciativa de la Unión Europea (UE) de cobrar a las líneas aéreas extranjeras por sus emisiones en el cielo europeo, una idea que encontró en Beijing a uno de sus mayores opositores.

"Nunca la aceptaremos", aseveró hoy Xie, afirmando que el acuerdo era unilateral y violaba los pactos internacionales sobre navegación aérea y política medioambiental.

El negociador señaló además que la iniciativa, que la UE ha paralizado hasta otoño de 2013 debido a la oposición de la comunidad internacional, era "discriminatoria" contra los países emergentes, ya que proponía más tasas a las economías cuyas aerolíneas han aumentado más rápidamente en los últimos años, perjudicando especialmente a los BRICS.