Tortuga golfina protegida por 12 años en Nayarit

GUADALAJARA, JALISCO (02/NOV/2015).- La coordinadora de extensión del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), Blanca Alicia Bojórquez Martínez, dijo que han trabajado durante 12 años en la protección y conservación de la tortuga marina en la comunidad Platanitos de San Blas, Nayarit.
 
Puntualizó que junto con los campamentos tortugueros de esta coordinación y de la Fundación Ecológica Selva Negra, pudieron liberar aproximadamente a un millón 500 mil tortugas de diferentes especies en el pacifico mexicano.
 
Resaltó que el objetivo de los campamentos es proteger las poblaciones y nidos de tortugas marinas que llegan a reproducirse en costas del pacífico mexicano, además se implementan actividades de vigilancia y de educación ambiental en las comunidades cercanas.
 
Explicó que una tortuga golfina puede llegar a poner alrededor de 94 huevos, y en 45 días logra nacer 85 por ciento, pero sólo una de cada mil que son liberadas llega a la vida adulta.
 
A su vez el investigador del CUCBA y capacitador de los prestadores de servicio social, Leonardo Alvarado Valencia, expresó que este año se han recuperado cinco mil nidos en nueve kilómetros de playa que protege la Comisión Nacional de Áreas Protegidas.
 
Detalló que en los campamentos se han capacitado a dos mil 919 prestadores de servicio de la Red Universitaria, para que puedan realizar actividades como impartir talleres sobre el cuidado ambiental a niños de primaria y secundaria.
 
Además de patrullaje para el rescate de los huevos de las tortugas, realizan limpieza de playas, liberación de tortugas, entre otras actividades enfocadas al cuidado del hábitat de anidación de las tortugas marinas.
 
Mencionó que hay diferentes razones para no bajar la guardia en la conservación de la tortuga, "existen depredadores humanos y animales".
 
Por su parte el director de la Fundación Ecológica Selva Negra, José Antonio Márquez Michel, subrayó que para lograr un equilibrio con los recursos naturales se necesita el trabajo conjunto con organizaciones civiles, universidades, autoridades y las comunidades que colindan con las playas.