México trabaja para preservar su biodiversidad

CIUDAD DE MÉXICO (24/OCT/2010).- El Centro Nacional de Recursos Genéticos (CNRG), o la 'caja fuerte' de la biodiversidad mexicana, es un proyecto que traerá ventajas económicas, sociales, ambientales y académicas, pues evitará la erosión de la riqueza genética de la nación.  

El líder del proyecto, José Fernando de la Torre, indicó que ante la amenaza que representa el cambio climático y las catástrofes para la riqueza natural del país, la construcción de este centro es una estrategia valiosa que tiene como fin proteger y preservar los bienes genéticos.  

En entrevista, el académico argumentó que la República Mexicana tiene la responsabilidad de fijar una estrategia nacional de protección de dichos recursos, debido a que posee 10 por ciento de las especies que se han identificado a nivel mundial.  

La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) refiere que México es parte del grupo de los 12 países que contienen casi 70 por ciento de la diversidad de animales y plantas en el mundo.  

El organismo detalló que un factor importante para que México cuente con una gran diversidad de especies animales y vegetales es su ubicación geográfica, pues se encuentra entre los océanos Atlántico y Pacífico.  

La Conabio puntualizó que además contiene secciones de tres de las 34 corregiones prioritarias del planeta en las que moran especies endémicas, aunque destacó que han perdido por lo menos 70 por ciento de la extensión original de su hábitat.  

Ante este panorama, explicó que en el CNRG se realizará la conservación a largo plazo del material genético agrícola, forestal, acuático, pecuario y microbiano a través de la recolección, caracterización, especificación, conservación en vivo, in situ y ex situ.  

En este centro, comentó el investigador del Campo Experimental Centro-Altos de Jalisco, se asemejará a un 'arca de Noé' mexicana pues resguardará muestras de diversas especies de todo el territorio nacional, a fin de que se tenga un respaldo de la información genética de la biodiversidad mexicana.  

De acuerdo con el estudio "La economía del cambio climático en México" del doctor Luis Miguel Galindo , la República Mexicana tiene la categoría de país megadiverso en el mundo, aunque precisa que también está expuesto a los efectos del cambio climático.  

El documento se elaboró el año pasado a petición de las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).  

"Los impactos actuales y/o esperados del cambio climático sobre la biodiversidad en las próximas décadas son significativos e incluyen cambios en el tamaño y distribución de las poblaciones, cambios de rango, cambios de la fenología, de evolución e incluso de extinción", reveló.  

Galindo Paliza detalló en su informe que "es muy probable que se pierdan grandes extensiones de matorrales, pastizales naturales y vegetación halófila, que sin duda tienen un enorme valor de biodiversidad".  

De la Torre Sánchez sostuvo a su vez que, ante dicho escenario, el material que se resguarde en el CNRG será " un respaldo para una emergencia o una catástrofe donde perdamos recursos genéticos de manera importante, ahí tenemos la copia de seguridad de toda nuestra biodiversidad".  

Adelantó que las especies que obligatoriamente estarán presentes en esta caja fuerte de la biodiversidad serán las que están amenazadas y las originarias de México, además de las que tienen un valor económico para la población y los productores.  

"Tenemos previsto que para finales de 2012 tengamos al menos 280 mil muestras", precisó el experto, quien añadió que el centro tendrá la capacidad de albergar tres millones de especies, lo que significa que será lo suficientemente grande para permitir planear a largo plazo.  

Recordó que desde hace ocho años se trabaja en las colecciones que estarán en el centro.  

De las muestras, el Sistema Nacional de Recursos Fitogenéticos (Sinarefi) aportará de inicio 44 cultivos básicos de los más importantes para México, abundó.  

Por su importancia en la dieta del mexicano, el maíz será uno de las semillas que se resguardará en este centro, que se ubicará en la zona del Bajío; también estará la información genética de productos como frijol, arroz, garbanzo, amaranto, chile y la calabaza, entre otros.  

El encargado del proyecto expuso que es difícil valorar los recursos genéticos en términos monetarios, sin embargo explicó que "si perdemos una raza de maíz o perdemos variedades de chile o de otros cultivos, perdemos un gran patrimonio que se puede convertir en una merma económica importante".  

Ejemplificó que en Estados Unidos hace algunos años hubo una enfermedad desconocida en la papa y la única manera para salvar el cultivo fue produciendo genes de una especie silvestre originaria de México, que se encontraba en un banco genético de esa nación.  

Recalcó que el resguardo de los recursos genéticos se realizará a través de una caracterización a nivel molecular y con ello se tendrá "el acta de nacimiento de este germoplasma", lo que representaría el primer paso para que México tenga los derechos sobre ciertos productos.  

"Hay germoplasma que ha estado en manos de grupos indígenas desde tiempos inmemorables, por cientos y millones de años; entonces ellos, en último de los casos, tendrían que tener el derecho a disfrutar también de los beneficios", consideró.  

De la Torre Sánchez aceptó que este concepto de derechos sobre un recurso es nuevo a nivel mundial y aún se está discutiendo.  

"Todavía hay muchos huecos en la legislación de la protección de los recursos genéticos", pero el primer paso es identificar los recursos que tiene el territorio nacional a través de técnicas de biología molecular, aseveró.