Greenpeace pide a la cumbre de Cancún que salve de inmediato el clima

CIUDAD DE MÉXICO (28/OCT/2010).- La organización ecologista Greenpeace México clamó por que la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de Cancún (COP16) "no repita la historia de hace un año" en Copenhague y logre alcanzar "un acuerdo global que salve el clima con la urgencia que se requiere".

En un comunicado de prensa, la asociación asegura que "la estela de fracaso" dejada por la cumbre del pasado año en la capital danesa -donde no se alcanzaron acuerdos vinculantes- obliga a los países del mundo "a reconstruir la cooperación internacional en materia climática y decidir qué futuro quieren para el mundo".

Los Gobiernos que se reúnan en Cancún a partir del 29 de noviembre deberán elegir si "evitan el círculo vicioso de que nada se acuerda hasta que todo se acuerde" o "si dejan que la temperatura global aumente otros tres grados", expresa la nota.

La organización sostiene que los cimientos del acuerdo que se alcance en diciembre deberán incluir una decisión sobre la meta en cuanto al aumento del calentamiento global a largo plazo, que lo estabilice "lo más abajo posible de los dos grados centígrados".

Greenpeace estima la emisión actual de gases de efecto invernadero en torno a unos 45 mil o 47mil millones de toneladas globales anuales.

Para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los dos grados, éstas deberían reducirse al menos a 40 mil millones de toneladas, pero Greenpeace calcula que, si todo se mantiene como hasta ahora, en 2020 las emisiones alcanzarán los 58 mil millones.

Además, el grupo ecologista solicita la creación de un nuevo fondo financiero para el clima dentro de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, así como que se reconozca la necesidad de fuentes de financiación que ayuden a adaptar a los países al cambio climático y que sean independientes de sus presupuestos nacionales.

Greenpeace también pretende que en Cancún se consigan "progresos efectivos" en materia de deforestación, y que "respeten los derechos de las comunidades indígenas y locales así como la biodiversidad".

Reconoce que "las expectativas de lograr un acuerdo global, justo, ambicioso y obligatorio son menores a las que había en 2009" y que "la mayoría de los países prefieren dar prioridad a los intereses de las grandes petroleras y carboneras", pero recuerda que se requiere un pacto "lo más rápido posible".

"Estamos literalmente con el agua hasta el cuello y los ciudadanos no podemos darnos el lujo de permitir que los políticos sigan estirando los tiempos para darle al mundo un tratado que recorte las emisiones globales de gases de efecto invernadero", dijo Gustavo Ampugnani, coordinador de la campaña de clima y energía de Greenpeace.

A juicio de la ONG "Cancún es el punto medio entre el desastre de Copenhague y el éxito en Sudáfrica", donde se celebrará la COP17.