CIUDAD DE MÉXICO (10/FEB/2017).- Las ballenas grises (”Eschrichtius robustus”) se están moviendo hacia el Sur de la Península de Baja California en busca de aguas más cálidas a causa de la variabilidad climática. Respecto a 2016, en el inicio de temporada de avistamiento de este año (diciembre-abril) se ha detectado un decremento en la abundancia de ballenas grises en las lagunas costeras de Ojo de Liebre y San Ignacio, señaló el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).Por el contrario, no se observa disminución en el Complejo Lagunar de Bahía Magdalena, que se encuentra unos 280 kilómetros más al sur.Además, han sido frecuentes los avistamientos en la región de Los Cabos, en el extremo Sur de la Península de Baja California, donde por lo general no hay individuos de esta especie o se observan aisladamente, dijo Jorge Urbán, profesor de la Universidad Autónoma de Baja California Sur.Las ballenas grises se congregan en estas tres lagunas -Ojo de Liebre, San Ignacio y Bahía Magdalena- durante la temporada invernal de reproducción, por lo que su población refleja el comportamiento demográfico del total de la población.“Estos cambios en la distribución de la ballena gris son una respuesta de la población a los fenómenos oceanográficos de El Niño y La Niña, durante los cuales aumenta y disminuye la temperatura superficial del mar, respectivamente”, explicó Urbán.El investigador y profesor apuntó que, cuando la temperatura es elevada las ballenas se distribuyen más al Norte y cuando es baja, como en esta temporada, las ballenas se desplazan más al sur.La población de ballenas grises del Pacífico nororiental es la única de grandes cetáceos que se ha recuperado después de una intensa explotación comercial, gracias a la protección contra la caza comercial por parte de la Comisión Ballenera Internacional y la colaboración entre Rusia, Canadá, Estados Unidos y México. SABER MÁSInventarioEl 16 de enero de 2017 se contaron 347 ballenas en la Laguna Ojo de Liebre frente a las 584 del 18 de enero de 2016 (40 % menos); mientras el 19 de enero de 2017 se contaron 39 especímenes en la Laguna San Ignacio ante las 107 del 19 de enero de hace un año (63 % menos).Por el contrario, en el complejo lagunar de Bahía Magdalena este año se observa un número similar al registrado en 2016 (67), y en la región de Los Cabos se han detectado más de 20 ballenas grises esta temporada. Antepasados con gran oídoLos antepasados prehistóricos de las ballenas barbadas ya tenían un extraordinario sentido del oído antes de que desarrollaran su gigantesco tamaño y empezaran a alimentarse por filtración.Los misticenos o ballenas barbadas miden unos 30 metros de longitud, lo que los convierte en los animales más grandes del planeta, consumen diariamente cuatro toneladas de krill y son capaces de oír las frecuencias más bajas captadas por un mamífero.Científicos del Museo Victoria y la Universidad Monash, en Australia, descubrieron que los misticenos han sido capaces de captar estos sonidos de baja frecuencia durante toda su historia evolutiva.La investigación determinó por primera vez lo que oían los antepasados con el análisis de la anatomía de fósiles del caracol del oído de ejemplares prehistóricos como los basilosáuridos (Basilosauridae), unos cetáceos extintos que habitaron el planeta hace unos 23 millones de años.Los científicos compararon los modelos que construyeron de esos cetáceos prehistóricos con los de sus descendientes, las ballenas barbadas, y descubrieron que los caracoles eran similares, según indicó en un comunicado el Museo de Victoria.