CIUDAD DE MÉXICO (26/JUL/2017).- El secretario de Salud de la Ciudad de México, Armando Ahued, dio a conocer que, en colaboración con el Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente Muñiz", se alistan acciones para enfrentar los trastornos de alimentación, que actualmente son la primera causa de consulta en psiquiatría. Al hablar en la Segunda sesión del Consejo para la Prevención y la Atención de la Obesidad, Sobrepeso y Trastornos de la Conducta Alimenticia, detalló que la anorexia, la bulimia y los atracones son alteraciones conductuales relacionadas con el acto de comer y la imagen corporal. "Aunque hay evidencia de que han existido desde hace mucho tiempo, en la actualidad la exigencia social de un cuerpo delgado en el género femenino y atlético en el masculino han provocado un aumento significativo de casos", dijo. Añadió que los efectos de los trastornos alimenticios no se limitan a una sola esfera de la vida de la persona que lo padece y no solo ella se ve afectada, sino que su entorno familiar resiente también las consecuencias. En México, la prevalencia reportada en la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica de 2003 para la bulimia fue de 1.8 por ciento para las mujeres y 0.8 en hombres. A pesar de esa prevalencia relativamente baja, de acuerdo con los Informes anuales del Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente", de 2012 a 2015, los trastornos de conducta alimentaria han sido la principal causa de atención. Por otro lado, expuso, se ha encontrado una comorbilidad elevada de los problemas, pues casi la mitad presenta trastornos afectivos, ansiedad o trastorno de la personalidad y hasta 35 por ciento consumía sustancias adictivas. De igual manera, un estudio de investigadores del instituto, que fue publicado en 2012 en la Revista Salud Mental, consideró una muestra de poco más de tres mil adolescentes de 12 a 17 años en la Ciudad de México y 16 municipios conurbados. Encontraron una prevalencia de 0.5 para la anorexia, uno por ciento para la bulimia y 1.4 para el trastorno de atracón, y también se encontró que casi 10 por ciento de jóvenes con anorexia y 17 por ciento con bulimia que habían tenido un intento suicida. Además, solo la cuarta parte había recibido tratamiento. El secretario de Salud capitalino enfatizó que si los trastornos de la conducta alimentaria se reconocen en etapas tempranas, es posible tomar medidas preventivas y terapéuticas oportunas que disminuyen su morbilidad y mortalidad. Por ello se desarrollarán acciones para instalar un modelo ambulatorio de atención de los trastornos referidos, lo cual incluirá una estrategia de detección oportuna mediante la aplicación de un cuestionario de cinco preguntas y capacitación al personal para identificar esos problemas.
