Salud reproductiva: conoce tu flujo vaginal

CIUDAD DE MÉXICO (11/MAR/2016).- La mayoría de las veces no le prestarás mucha atención a tu flujo vaginal, lo cual es bueno… hasta cierto punto. No es que sea algo que debas hacer todos los días, pero si de repente notas un cambio en él, ya sea el olor, color o consistencia, ¿no crees que deberías preocuparte?..

Estás ovulando: Si notas que el flujo tiene una consistencia más líquida y puedes estirarlo entre tus dedos (o se parece a una clara de huevo), podrías estar ovulando. Antes de ovular, notarás un flujo más transparente y de esta consistencia. ¿Y por qué sucede? Porque este fluido hará más sencillo el camino del esperma hacia el óvulo.

Traducción: Si eres sexualmente activa y no quieres embarazarte, debes ser extra cuidadosa.

Ya mero te va a bajar: Unos días después de la ovulación, tu flujo se alentará nuevamente. Y si eres regular, llegará tu periodo más o menos 14 días después de la ovulación, así que la disminución de flujo podría ayudarte a llevar un conteo de los días.

Incluso hay mujeres que ven periódicamente un flujo blanco durante ese periodo, lo cual es normal siempre y cuando no tenga un olor desagradable y no provoque comezón.

Estás estresada: ¿Te han obligado a ser más productiva últimamente? Pues el estrés podría afectar la cantidad de flujo que tu cuerpo produzca. Es normal que de vez en cuando hayan cambios en el flujo, pero deberías poner atención a la presión y qué tanto le has estado exigiendo a tu cuerpo últimamente.

Flujo con sangre: No te estreses, el flujo vaginal con sangre suele ser algo completamente normal como parte del sangrado menstrual. Pero si sigue sucediendo, podría ser causa de algo mucho más serio como una infección vaginal, uterina, pélivica… y hasta un embarazo. Si apareció sangre en tu flujo y no estás ni cerca de tener tu ciclo menstrual y se presentan otros síntomas como dolor o comezón, sería importante que acudas con tu médico.

Una infección: Existen 3 formas de saber si tu flujo implica una infección: el olor a pescado, una textura gruesa y un cambio repentino de color. Si de repente lo ves gris, podrías tener vaginosis, si es amarillo o verde, tus células blancas podrían estar combatiendo una ITS, y si es café, podría ser sangre seca. Si notas estos cambios, es importante que los menciones con tu doctor y le platiques todas tus dudas al respecto.