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Rumbo a Cajititlán: el paraíso metropolitano

El poblado jalisciense se viste de colores con su tradicional día de Reyes, los platillos típicos y el escenario verdoso de su laguna

Por: EL INFORMADOR

Los paseos en lancha por la laguna son tradicionales.  /

Los paseos en lancha por la laguna son tradicionales. /

GUADALAJARA, JALISCO (02/ENE/2011).-  No es necesario viajar por horas en carretera o pagar un boleto de avión para salir de la ciudad y disfrutar de una buena asoleada y ese aroma “saladito” característico del mar, ni andar en la búsqueda de las recetas de la abuela para lograr un buen pescado zarandeado, solo basta con organizar el viaje durante un fin de semana en dirección a la Laguna de Cajititlán, en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga.

Este poblado jalisciense no le pide nada a los destinos playeros más exóticos del país. Para divertirse un rato, comer una gran variedad de charales –enchilados, empanizados o asados– y estrenar la nueva cámara fotográfica fruto de la pasada Navidad, Cajititlán se muestra con sus artesanales vistas por cualquier rincón. Sus actividades satisfacen a la persona más fiestera hasta a la madre de familia más apegada a los festejos religiosos.

La actual administración, al mando de Enrique Alfaro, ha logrado revivir ese toque pintoresco del lugar, pues a la fecha se han invertido cerca de 170 millones de pesos para sanear y dejar impecable a la laguna, con la construcción de su propio malecón, al igual que incrementar la infraestructura de las calles para los múltiples eventos organizados a lo largo de todo el año, pues uno de los principales retos de la región, es convertir a este punto como una referencia turística en los ámbitos estatal y nacional.

Atardeceres y pesca

La laguna de Cajititlán es un símbolo indiscutible de la región. Para llegar a ésta, el viaje en automóvil no te lleva más de 30 minutos, partiendo del Periférico de Guadalajara.

El nombre del poblado proviene de la léxico náhuatl “Caxitl”, que significa cajete, platón, jícara o recipiente. En las aguas de este paraíso podrás encontrar un festín lleno de tradición, gracias a los sabores legendarios de la misma laguna, pues la mojarra, la carpa y el charal son los protagonistas de las vendimias apostadas sobre su ribera. Los comensales pasean plácidamente en las cercanías con una cerveza helada y el clásico plato de unicel con los pescaditos, en mano.

En el muelle, apostado en el inicio del lago, las lanchas se encuentran tambaleantes a la espera de los turistas que pagan cerca de 20 pesos –por persona- para dar un recorrido con los pescadores locales sobre las tranquilas aguas, quienes no esperan a que suban todos los tripulantes para iniciar a contar su historia pueblerina y cómo la laguna ha pasado por varias etapas para sobrevivir ante la contaminación y la pesca inapropiada que por varios años se realizó.

Actualmente la pesca es regulada y sólo se permite hacerla con una atarraya de tres pulgadas; y aunque la laguna no es muy honda en comparación a otras, en los cuatro metros de profundidad que abarca en su zona centro no es recomendable intentar nadar, por las medidas de seguridad recomendadas por las autoridades locales.

Y si el hambre se intensifica, los platillos típicos están a la orden durante todo el día. Visitar Cajititlán y no comer las populares gorditas de masa rellenas de guisado casero, es un pecado a la gastronomía mexicana. Las variedades entre el pollo con mole, las rajas con queso, los champiñones, cochinita, pipián y el chicharrón en salsa se convierten en un dilema para que paladar las deguste con un café de olla o refresco de cola –si es por la mañana o tarde- durante la visita.

Los santos patronos de la fe

Cada 6 de enero, día de los Reyes Magos, Cajititlán se viste de fiesta. Las multitudes de personas se dan cita en las angostas calles del pueblo para realizar una caravana en dirección a la parroquia de los Santos Reyes. Las familias para representar su fe o pagar por alguna plegaria recibida, caracterizan a los niños de estos populares personajes. Las caritas pintadas lucen en su mayor esplendor para dignificar a Baltasar, el sabio de raza negra que entregó mirra al Jesucristo durante su nacimiento. Por su parte, otros infantes portan sobre la cabeza alguna simulada corona de papel brillante para hacer presente a Melchor y Gaspar, quienes ofrecieron oro e incienso respectivamente.

Las capas de tela reflejan los rayos del Sol, con colores llamativos durante la procesión. Y aunque la celebración da inicio desde el 27 de diciembre, los artesanos locales se adelantan a los turistas que prefieren visitar el lugar antes de toparse con el conglomerado de gente, para ofrecer las figuras de cerámica, madera y barro de los tres reyes. Las calles infestadas de flores y globos son el escenario perfecto para los recuerdos fotográficos, al igual que en el interior del sagrado lugar donde al final del recorrido religioso los reyes detienen su andar, después de atravesar la laguna a bordo de una lancha decorada, para celebrar la tradicional misa.

Este próximo 6 de enero caerá en jueves, pero eso no impedirá que las autoridades organicen la espectacular logística para salvaguardar la seguridad de los más de dos millones de peregrinos que frecuentan la fiesta patronal cada año.

Ligera caminata

Lo más recomendable es aventurarse a conocer las otras atracciones de Cajititlán antes de sentarse a comer, y así evitar la pesadez que inunda al cuerpo después de un buen bufet de tacos de pescado. Al primer punto que podemos asistir es el Santuario de Guadalupe, un modesto templo que en un principio sirvió como hospital en 1666. Su fachada es popular por los relieves grabados bajo una estampa prehispánica labrada por los indígenas de la comunidad.

A pocos minutos de la laguna están varios poblados que son una parada -casi obligada- durante la visita a Tlajomulco: Cuexcomatitlán, San Miguel Cuyutlán, San Lucas Evangelista y San
Juan Evangelista.


Para quedarse a dormir

Posada Pacífico Cajititlán, ubicada en la calle Centenario No. 1. Más información: 31 61 53 00.

Sazón de Tlajomulco

Frente a la terminal de camiones del municipio se encuentran las gorditas de “Doña Socorro”, establecimiento en el que degustarás guisados, especialidades de chicharrón y codornices asadas.

¿Cómo llegar?

Saliendo de Guadalajara, Tlaquepaque, Zapopan o Tonalá se toma la Avenida López Mateos, que al cruzar Periférico, se convierte en la carretera federal 54 que va hacia Colima. Estando en esta vía se debe seguir por la desviación hacia Tlajomulco de Zúñiga y seguimos las señalizaciones de Cajititlán.

La otra opción es conducir directamente por la carretera a Chapala y seguir por la desviación hacia la Laguna de Cajititlán.

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