CIUDAD DE MÉXICO (12/NOV/2016).- Seguro lo has notado: justo cuando quieres bajar de peso, terminas sintiendo un maldito hoyo en el estómago a pesar de que comes seis veces al día cada tres horas (lo que supuestamente tu cuerpo necesita). Y no es que estés loca y sientas que tienes hambre, sino que hay estudios que comprueban la sensación de hambre.De acuerdo a un estudio publicado en bioRxiv, la pérdida de peso conlleva una urgencia de comer más comida para compensar la pérdida de calorías. En otras palabras, tu propio cuerpo trabajará en tu contra…Para este estudio, los investigadores le dieron a 153 participantes una droga experimental que los hacía orinar más glucosa de lo normal (350 calorías más o menos), lo cual los hacía bajar de peso aunque sus dietas permanecían iguales. Los otros 89 participantes recibieron un placebo.Aquellos que tomaban la droga bajaron de peso súper bien, pero rápidamente lo ganaron de vuelta. ¿Por qué? Los investigadores concluyeron que su apetito se incrementó por 100 calorías al día por cada kilogramo que perdían. Y aquellos que tomaron el placebo simplemente se quedaron iguales.¿Entonces? Tal parece que todo esto es culpa de nuestro ADN. Hace muchos milenios, en la época de las cavernas, cuando éramos cazadores y recolectores, había escasez de comida. Y si nuestros cuerpos no mantenían el apetito alto cuando bajábamos de peso, hubiéramos muerto de malnutrición.Por suerte las cosas han cambiado y ya no dependemos de un mamut para comer. Ahora que hay abundancia, nuestros genes luchan en nuestra contra al tratar de mantener un peso estable, incluso cuando haya un exceso de grasa.¿Hay alguna forma de contrarrestar esto?Haz un registro de tu peso y lo que consumes: Para quitar unos kilitos de más, tienes que estar al día con respecto a tu peso y lo que comes. Monitorea qué tan a menudo vas al gym, escribe cuándo comes y qué, y ocasionalmente súbete a la báscula para tener un registro completo.Haz pesas y come proteína: Cuando bajas de peso, usualmente también perderás masa muscular. Para retener ese tejido, que tiene un ritmo metabólico más alto que la grasa, es importante hacer pesas. Y es que fortalecer el músculo no sólo tonifica, sino que también acelera el metabolismo. Así que no importa si te dan ganas de comer de más, tu cuerpo podrá quemar las calorías extra sin problemas.Dieta rica en fibra: Olvídate de las dietas rápidas y enfócate en llevar una dieta sana y equilibrada. Las verduras son tu mejor opción porque tienen mucha fibra y agua, la cual te hará sentir más llena y no proporciona muchas calorías.