Por gusto o por moda

GUADALAJARA, JALISCO (09/MAY/2013).- Es como en los zapatos. Habrá la mujer que los prefiera a la moda, aunque sean incómodos. A otra le gustan más los deportivos y una tercera los prefiere cómodos. Con las tres camionetas familiares por excelencia en el mercado mexicano, ocurre algo parecido.
 
Las primeras responsables por la desaparición de las guayín fueron las miniván. Chrysler fue la marca que la inventó o, mejor diciendo, la reinventó si tomamos a vehículos como la VW Combi como sus antecesoras. Pero fue realmente en 1984 cuando apareció la versión moderna de esas camionetas que, en un principio, hicieron que las mujeres dejaran las vagonetas y se transformaran en felices "soccer moms", o las madres que llevaban a los niños el futbol. 

Town & Country 
 
Siendo la creadora del segmento, Chrysler aún es la consentida de muchos y muchas. No es para menos. De todas, es la de manejo más cómodo, pese a la suspensión trasera de eje rígido, lo que muestra el excelente trabajo de los ingenieros con su puesta a punto.
 
La Town & Country es también la única, al menos esta versión, capaz de guardar sus asientos en el piso, pero esta ventaja hace que esos asientos de la segunda fila, sean un poco más chicos que los de sus rivales. Nada es perfecto.
 
Ahora, Chrysler hace una edición especial con la diseñadora Tanya Moss, que recibe algunos logotipos en la carrocería además de la monotemática mariposa (en el trabajo de la diseñadora) que va en la tapa de la cajuela.
 
La Chrysler es la opción de la que prefiere confort sobre cualquier otra cosa, sin importar algún sacrificio del desempeño, consumo y durabilidad.

Odyssey

Si a Odyssey fuera una mujer, diríamos que está en sus 30 años. Guarda algo de juventud en su apariencia, se comporta bien cuando es necesario mostrar vigor y mantiene esa sereno equilibrio de quien sabe que no tiene por qué ser más rápida o andar con vestimentas llamativas.
 
En aceleración queda en la mitad en este grupo y esto es, en general, lo que ocurre en casi todo, salvo en espacio interior y en el comportamiento dinámico, donde es por mucho, la mejor y más estable, con excepción de los frenos que necesitan hacerse más eficientes.
 
Fácil de operar y de conducir, la Odyssey es la opción más sensata, no tanto por su precio, más elevado que la T&C de esta prueba, pero sí porque junto con su compra, se sabe que viene la reputación de durabilidad y servicio de la marca Honda.

Sienna

Tal vez la imagen que las mujeres niponas ofrecen hacia el exterior es la de las Geishas, vestidas de forma tradicional y mostrando gestos suaves y delicados. Pero el que ya fue a Tokio sabe que no es así. La japonesa se viste a la moda y no duda en usar ropas atrevidas para llamar la atención. Justo como la Sienna.
 
Su forma es la más rebuscada y esto tiene sus amantes y detractores. Con su desempeño ocurre algo similar. El motor es su parte más extrovertida y la hace acelerar mejor que mucho deportivo, lo que le encantará a las mamás apuradas.
 
Por dentro, su diseño es igualmente atrevido y llega a ofrecer asientos con descanso para los pies en la segunda fila. Quien viaje aquí, estará  en su Business Class particular, aunque esto signifique sacrificar la tercera fila, donde nadie cabrá si se reclina totalmente la segunda.
 
También con eje rígido trasero, al igual que la T&C, el manejo de la Sienna se inclina más por la suavidad que lo deportivo, pese a la enjundia de su motor. Al igual que la Odyssey, carga consigo la promesa de durabilidad y buen servicio, lo que resulta una tranquilidad para sus propietarios.

 Conclusión
 
Si alguien quiere una de esas para tenerla por no más que un par de años y busca confort y precio, su respuesta está en la Chrysler. Si la durabilidad y los servicios son un factor importante, necesitan elegir entre el discreto equilibrio de la Honda o la fuerza y extroversión de la Sienna.