Mujeres que dejan huella

GUADALAJARA, JALISCO (29/ABR/2011).- Mañana es el Día del Niño, todos y cada uno de ellos son motivo de preocupación mundial, porque son la esperanza que llevarán los cambios y rumbos de los diferentes países. Indispensable es su formación moral, educación, ética y civismo. Este “Día del Niño”, pensemos la responsabilidad que tenemos los adultos en fomentar los valores antes citados.

Pero quiero dedicar este artículo a mi nieta, Camila, que nació justo el 30 de abril, Día del Niño, y por lo cual la felicito en su décimo cumpleaños. Los nietos son el reloj más preciso en señalarnos que vamos envejeciendo. Recuerdo cuando nació y el aprieto para elegirle nombre. Claro, todos dimos sugerencias, por qué sí y por qué no entró hasta la controvertida Camila Parker, esposa del Príncipe Carlos, siendo referente para denostar el nombre, o que si la perrita de alguien se llamaba de esta manera. Al final sus papás decidieron que sería: Camila.

Nació pequeñita, con unos ojos grandes, chinita de pelo, yo le decía: “China”, “Venada”, “Bambi”, “Ardilla”. Es una niña amadísima de sus abuelas, más me gana mi consuegra, María Elena Ramos de Villa, que se ve en ella. Honor es reconocerlo.

Es tímida y esto la hace ser aguda al observar a los demás, para aprovechar lo bueno que ve en sus hermanos –Regina, Juan Pablo, Luciana– para su desarrollo personal. Su hermana mayor, Regina, es una consumada bailarina y Camila no le va a la zaga. Estudia pintura y me agrada verla en mi estudio viendo los libros de pintores famosos, su preferido: Chagall.

A veces le da flojera hacer la tarea… común a todos los niños. Pero no tiene malas calificaciones, cumple con lo establecido por su colegio. Le gusta nadar, la computadora, ir al cine, andar en bicicleta, bailar, toma clases de cocina, y le encantaba tener un mono todo deshilachado, con el que tenía que dormir, ¡cuidado cuando se olvidaba!

Recuerdo con nostalgia, cuando chiquita le conté en forma de cuento la vida de Alejandro Magno. Estaba atentísima, diciéndome: “Tita, sígueme contando la vida de Alejandro Mango”… cómo me reí, al igual que hermanos y primos.

Es menudita, de largo pelo negro, su vestimenta moderna –propia a su edad– da a su imagen a una niña fina y pulcra en su vestir. Tiene carácter, si le caes bien ya la hiciste, pero si te la encuentras de malas, más nos vale respetarla y no intentar convencerla… ella es dueña de su propio criterio.

Es hermanable, quiere a sus hermanos, a la pequeña Luciana la protege con especial amor; a su hermano Juan Pablo, gran aficionado Chiva, le dice “Palencia” y se interesa en sus partidos de futbol que juega. Ya hizo su Primera Comunión y es muy devota, nunca falta en sus rezos “Angelito de la guarda…”.

Yo le pido mucho a Dios que vaya por un camino correcto, actualmente los valores están relativizados. Que me cuide a todos y a Camila, hoy especialmente en su día, le pido sea bendecida por Él con bienes morales. Que me encanta tanto oírla, cuando dice: “Qué bonita es la vida”.