Mujeres que dejan huella

GUADALAJARA, JALISCO (15/OCT/2010).- No sólo de comer vive el hombre…Y  a este proverbio me apego para platicarles el camino que Silvia Ramírez ha tomado, a través de eventos lúdicos ha elegido darle felicidad a los ancianos en los asilos,  a discapacitados y personas marginadas.

“A los 14 años ya me gustaba la Asistencia Social, preferentemente los asilos.  Estando en la congregación Mariana, iba  al Asilo de Mexicaltzingo, llevándoles toda clase de golosinas, vistiéndonos de hadas y reinas, según la ocasión o el baile que teníamos planeado. En Navidad organizábamos las posadas con piñatas, buñuelos, cena y hasta mariachi”.

“Invitada por las monjas  a ser Adoradora de la Eucaristía, formé un grupo de adoradoras de 300 muchachas, siendo presidenta de la Milicia Eucarística Franciscana. Nos turnábamos cada día 10 adoradoras, tocándonos cada mes una hora. Las monjas descasaban  por la noche, el Santísimo no debe quedarse solo. Hacíamos concurso de rebozos, desfiles, noches mexicanas; con lo recaudado les ayudamos para hacer su convento, ubicado por José María Vigil”.

“A los asilos de ancianos les ofrecía recreación, me los traía a mi casa donde les hacía comidas por asilo; me había dedicado a dar compañía a cinco: el Regina, el de Don David Gutiérrez, Rafael. L Corcuera, Profesor Portillo López. Me los llevaba al Agua Azul, al Parque Alcalde, los subía al tren y a las lanchas, gozaba viéndolos reír… volvían a ser niños”.

Formaron  el “Grupo Ideal” con Quiquis  Zaragoza y siendo cursillistas, el padre les  pidió ayudar a hacer una capilla para “El Oasis de la Niñez” e impartir valores. Así agregó a su vida los niños.

“Por mi  experiencia, me invitan al DIF Guadalajara y posteriormente al DIF Estatal, donde duré 10 años, sin dejar nunca los asilos. Un benefactor anónimo me regaló cuatro contenedores para el DIF  Jalisco, venían 900 bicicletas que se repartieron en los 124 municipios. Aparte del DIF, formé mi voluntariado recreacional, para ancianos, niños, niños discapacitados, indigentes, menores con Síndrome de Down y con los hijos de presos”.

“Efectuamos un  bazar y  con el dinero recaudo compramos  un elevador para el Asilo Regina, pudiendo los ancianos subir sin fatigarse. El asilo Don David C. Gutiérrez, necesitaba una camioneta y un calentón, sus necesidades fueron solventadas por la caridad de las personas a las que les pedí. Estos asilos los hemos mejorado en sus necesidades. Techamos el del Dr. Portillo López, que aún sigue carente de muchas cosas”.

“La Cervecería Moctezuma nos prestaba sus instalaciones: Hacíamos obras de teatro, juegos de lotería, bailes. Soy también una de las fundadoras de Anspac y en San Martin de las Flores, impartí Desarrollo Humano, enfocando valores”.

Silvia sigue atendiendo actividades de recreación en los cinco asilos, cumplió su labor del DIF, niños con discapacidades, con Síndrome de Down, la Wapi de los indigentes, y los hijos de los presos. “Su labor es dar recreación”.

Dar recreación, compañía, alegría, y escuchar a los ancianos… es el pan de la vida de la vejez.
mayalemus@hotmail.com