Jueves, 28 de Noviembre 2024
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Mujer al volante

Accidentes viales

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO (30/OCT/2010).- Una noticia que conmocionó a muchos conductores en la ciudad da origen a la columna de hoy; un trailer arrolló, literalmente a muchos automóviles en la carretera a Chapala y dejó más de 50 heridos a su paso, se presume que el vehículo se había quedado sin frenos. El Periférico es un foco rojo de muertes: atropellados ya sean peatones y ciclistas son las principales víctimas, mas no las únicas.

Respiro hondo. Si bien las estadísticas indican que el mayor número de accidentes viales son ocasionados por mujeres, también es cierto que los choques más impresionantes los causan los hombres. No me considero feminista pero hay que ver que los hombres no se detienen ante nada para echar el coche encima, tocar la bocina sin cesar o recordarles a los conductores – de sexo indistinto- que tienen una madre, y digo me queda claro ellos sí son huérfanos porque de verdad que consiguen exaltar a los menos irritables.

Es cierto que no hay que saber conducir, también es necesario aprender a manejar, a tener un control absoluto del automóvil, esto requiere concentración y conocimientos básicos sobre el funcionamiento de las máquinas.

Yo no entiendo el hecho de que las personas se suban a un auto e intenten conducir mientras hablan por teléfono, o bien que estén cuidando que el delineado de labios quede perfecto mientras el semáforo marca el siga. Eso es conducir un auto sin tener el control de absolutamente nada, pues los reflejos físicos están ocupados y no le permiten a conductor tener reacciones eficientes ante los estímulos del exterior, eso puede ser un niño cruzando la calle, un perro que sale de repente.

Muchos accidentes son ocasionados por descuidos mínimos y uno de esos puede arrebatar al menos una vida y no siempre es la del conductor. Aquellos que han perdido a un ser querido a causa de un coche reclaman justicia, lamentablemente nadie en este mundo puede recuperar una vida o devolverle las piernas a alguien que quedó lisiado y nos apegamos a la fe para tratar de recuperar, un poco, aquello que se ha perdido.

En lo particular pido buenas maneras al conducir, porque detesto que me echen los coches encima, me cierren el paso o me ganan un lugar en el estacionamiento por entrar en sentido contrario. Casi por lo general a todos nos molesta que nos ganen un lugar en la fila – a la mala- un gandalla más. Pero estos son personajes de sexo indistinto pues esta actitud majadera no genera más que más accidentes. Prueba de ello me tocó vivirla en el estacionamiento de Plaza Patria, cuando una señora armada con una “Mamamóvil” fue impedida de un lugar de estacionamiento y chocó a la conductora para darle una lección. Honestamente pensé no sólo en esa pobre mujer que estaba reaccionando con locura sino en la clase de educación que les está dando a sus hijos, los cuales seguramente serán gandallas y patanes detrás del volante.

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