GUADALAJARA, JALISCO (26/AGO/2016).- Entre un 50 y 70 por ciento de la población mexicana padece Helicobacter Pylori, bacteria que causa infecciones e inflamación en la mucosa gástrica, afirmó el médico internista y gastroenterólogo, Octavio Aguilar. Señaló que la mucosa gástrica se encarga de proteger tanto el estómago como el duodeno y la bacteria permite el desarrollo de padecimientos como gastritis, úlcera gástrica y duodenal, así como cáncer de estómago. El especialista del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) detalló que el Helicobater Pylori es una bacteria en forma de "S" que habita en la mucosa del estómago y que es capaz de infectarlo. Explicó que en el estómago, las bacterias tienen la capacidad de modificar el entorno que les rodea a través de la reducción de acidez de tal manera que puedan sobrevivir. "De hecho su forma les permite penetrar el revestimiento del estómago donde están protegidas por la mucosidad. Razón por la cual, las células inmunes no logran llegar a ellas, y las bacterias pueden interferir con la respuesta inmune del organismo para evitar su destrucción", apuntó. Subrayó que esta bacteria afecta tanto a hombres como a mujeres, y una vez contraída puede provocar carcinoma gástrico. Un rasgo recurrente y característico de este padecimiento es la inflamación en el estómago, acidez, flatulencias, malestar estomacal y sensación de plenitud en la mayoría de las personas infectadas. Alertó que esta infección se adquiere por vía oral, por ingerir alimentos o agua contaminados o por el contacto con personas que estén infectadas. Comentó que por lo regular, esta infección comienza durante la niñez, y por desgracia los síntomas no aparecen hasta alcanzar la edad adulta, aunque la mayoría de las personas presentan síntomas ya cuando la infección está muy avanzada. "Los síntomas de este padecimiento son variables y se asocian a la dispepsia no ulcerosa (malestar en el estómago), úlceras y estas últimas pueden tener múltiples manifestaciones como dolor, hemorragia gastrointestinal y en un pequeño porcentaje, perforación de la úlcera", añadió. Mencionó que existen múltiples pruebas para el diagnóstico de esta infección, entre los que destacan: los exámenes de sangre, con la intención de buscar anticuerpos contra la bacteria; pruebas de heces, para determinar si hay indicios de la bacteria. Prueba de aliento, donde la persona tiene que ingerir un preparado que contiene carbono, posterior a ello, la bacteria libera una enzima que descompone esta combinación, liberando el carbono, lo cual se detecta usando un dispositivo especial o una endoscopía, en caso de ser necesario. En lo que respecta al tratamiento, resaltó que dado que se trata de una bacteria difícil de erradicar se recomienda el uso de múltiples fármacos como la terapia triple, que comprende amoxicilina, claritromicina y lansoprazol (un inhibidor de bomba de protones). "Así como la terapia cuádruple que incluye tetraciclina, metronidazol, bismuto y omeprazol como inhibidor de bomba de protones", puntualizó Aguilar.