GUADALAJARA, JALISCO (22/OCT/2016).- No es fácil percibirlo, pero el Mazda3 2017 es distinto al anterior. Más que diferencias radicales de diseño, la marca fue sutil en hacer de este un auto que sus propietarios lo sentirán mejor, tal vez sin saber por qué.Estéticamente el frente es nuevo, con parrilla, faros y faros de niebla algo diferentes. Lo nuevo, sin embargo, no rompe en nada con el diseño anterior, solo lo moderniza un poco, acercándolo más a la CX-9, el más reciente y costoso producto de la marca.También por dentro esas mejoras son igualmente discretas. El volante, por ejemplo, es también similar al de la CX-9. La consola central tiene una forma distinta, al igual que la distribución de los mandos que controlan la pantalla multifunciones.Mazda también trabajó en el aislamiento de ruido y la cabina del Mazda3 es 4 decibeles más silenciosa que el modelo 2016, al menos según una pequeña prueba que pudimos hacer en la pista de pruebas de la marca en Salamanca, Guanajuato.Entre las novedades más importantes del nuevo Mazda3 para el mercado mexicano se encuentra el que la versión i-Touring, en sedán y hatchback, ahora cuentan con el motor 2.5 y seis bolsas de aire de serie. El 2.0 producido en México queda exclusivamente como la versión de entrada y mantiene sus dos bolsas de aire.El auto también estrena una tecnología que Mazda denomina G-Vectoring, que reduce el torque en las ruedas en algunas circunstancias, para mejorar su capacidad de maniobras dinámicas, principalmente en curvas. Es una especie de complemento del control de estabilidad que, en las pruebas que hicimos, resultó difícil de percibir. Según la marca, el sistema resultará en un menor esfuerzo en la conducción del auto, exigiendo menos estrés del piloto. La caja cambios recibió el modo Sport, como era solicitado por algunos.El coche ya está a la venta en las distribuidoras de la marca en México y sus precios comienzan en 265,900 pesos para el básico y va hasta los 349,900 pesos para el más equipado 3 S Grand Touring.
