Los ángeles sentirán envidia

GUADALAJARA, JALISCO (02/JUN/2012).- Desde arriba, cuando te vean pasar -sin techo- y escuchen el motor de este auto, más de un ángel querrá bajar a la Tierra, porque será aquí dónde se encontrará el verdadero paraíso, al mando de un BMW M6 Convertible.

¿Recuerdan la última vez que estuvieron en una montaña rusa? Sería bueno que se acordaran, porque es así cómo se siente un ocupante de cualquiera de los cuatro lugares de este magnífico coche, cuando el chofer pisa fuerte el pedal del gas.

Hay mucho y más que bienvenidos cambios en el M6 de la actual generación, comparado a su antecesor. Primero, está la estética, claro, pero ésta ya la conocíamos y las distinciones entre el M y el Serie 6 normal está en elementos decorativos como molduras y logotipos, así como la salida doble de escape. Pero es en el motor donde podemos hallar lo que realmente importa. La potencia del V8, tubo de doble entrada, con  4.4 litros de desplazamiento, subió 10 por ciento para llegar a estupendos 560 caballos de fuerza. Con el torque, el aumento es aún más significativo y sus números son de 680 newton-metro. Por si fuera poco, ese par motor está disponible desde las 1,500 rpm, virtualmente eliminando la espera para que el turbo comience a funcionar.

Cabe a las ruedas traseras manejar toda la potencia que les llega gracias a una caja de cambios automática, de doble embrague y siete velocidades. En una excelente transmisión, más rápida que una manual, que posiblemente llegue como opción a este auto en 2013.

Lo mejor de todo, sin embargo, es la dirección. Porque en el M6 tenemos a una dirección con asistencia hidráulica y no eléctrica. No hay aquí las sensaciones raras producidas por la dirección “adaptativa” de BMW. Esto contribuye para que se tenga  un deportivo con todas las de la ley: sensaciones, velocidad, reacciones precisas. Esta es la buena dirección de BMW. ¡Gracias!

Por último, pero no menos importante, está el sonido del motor. Ronco, poderoso, ayudado por una mariposas en la salida del escape, que hacen que V8 ruja como debe de ser, resulta una verdadera delicia conducir el M6 escuchando esa sinfonía mecánica.

Cuando llegue a México, en el último trimestre de este 2012, su precio deberá andar en la casa de los 155 mil dólares. Bueno, toda esta calidad y capacidad de generar emociones cuesta, ya lo sabemos. Pero el que pueda y se anime por uno, tendrá en sus manos un confortable GT (Gran Turismo), que luego de una breve pisada en el acelerador, se transforma en un mas que entusiasta deportivo.