Suplementos | La rendición Lance Armstrong, el rey destronado El siete veces campeón del Tour de Francia se ha caracterizado por ser un luchador innato. Lo demostró con y sin la bicicleta. Sin embargo, claudicó y será despojado de sus títulos tras ser acusado de dopaje Por: EL INFORMADOR 26 de agosto de 2012 - 00:09 hs Armstrong, el campeón que venció al cáncer, ganó siete Tour de Francia y al que ninguna agencia antidopaje atribuyó un positivo. AP / GUADALAJARA, JALISCO (26/AGO/2012).-"Ya basta. Hoy paso página”, anunció Lance Armstrong, de forma lapidaria, en el comunicado en el que el ex ciclista estadounidense adelantaba su rendición definitiva. El tejano, a quien la Agencia Antidopaje estadounidense quiere que se le quiten los siete Tours de Francia que conquistó de 1999 a 2005, arrojaba la toalla en su lucha por defender su inocencia, tras las acusaciones por dopaje. Lace Edward Armstrong nació en Austin, Texas el 18 de septiembre de 1971. Cuando era apenas un niño, sus padres se divorciaron y quedó bajo la custodia de su madre. Su destreza en los deportes se hizo evidente desde una muy temprana edad y mostraba interés por participar en distintas disciplinas. Desde los 10 años de edad comenzó a practicar atletismo y natación. Sin embargo, se introdujo en el ciclismo cuando empezó a competir en triatlones. A los 13 años ganó el Triatlón Iron infantil y tres años después se convirtió en triatleta profesional. De entre las tres disciplinas que reúne esta competencia, aquella que más disfrutaba y consideraba su fuerte era el ciclismo, por lo que decidió concentrar su carrera deportiva en ella. Durante su último año en la preparatoria, Armstrong fue seleccionado para entrenar de manera profesional, hecho que lo llevó a abandonar temporalmente sus estudios. En 1990 calificó para formar parte del equipo que representaría a Estados Unidos en el Campeonato Mundial Road Race, en donde superó el tiempo de todos los participantes estadounidenses desde 1976. En este mismo año, se convirtió en el Campeón Nacional Amateur y superó a muchos ciclistas profesionales al ganar dos importantes competencias: el First Union Grand Prix y el Thrift Drug Classic. En 1991 compitió en su primer Tour DuPont, una carrera difícil que se extendía a lo largo de 11 días. Aunque no la ganó, su desempeño anunció que Armstrong sería una nueva promesa para el ciclismo mundial. Sin embargo, no todo en la trayectoria del atleta fue éxito. En 1992 competiría en el Clásico de San Sebastián. Armstrong era uno de los favoritos para ganar la carrera española, que sería también su debut en competencias profesionales. Contra todas las expectativas, el ciclista estadounidense terminó en última posición. Este episodio fue el primero que mostró al mundo la persistencia que posteriormente caracterizaría al atleta. Lo que para muchos hubiera sido motivo de desánimo, para Armstrong se tradujo en una oportunidad para esforzarse más. Su trabajo fue recompensado cuando dos semanas después obtuvo el segundo lugar en la Copa Mundial celebrada en Zúrich, Suiza. A partir de ese momento, la trayectoria deportiva del estadounidense fue en ascenso. En 1993 ganó tres importantes competencias en su país natal, entre las cuales destaca el CoreStates Race, máximo campeonato profesional. Asimismo, obtuvo la segunda posición en el Tour DuPont y participó en su primer Tour de Francia. Aunque este año no ganó la competencia, ésta se convertiría en la carrera más emblemática en la vida del ciclista. Aquel año parecía estar bañado de gloria. Con tan sólo 21 años, ganó el Campeonato de Oslo, Noruega, hasta entonces el mayor logro de su vida como deportista. Armstrong se convirtió en la persona más joven en ganar dicha competencia. Únicamente en la temporada de 1993, Armstrong obtuvo 10 títulos importantes. Dos años después ganó su primer Tour DuPont y en 1996 repitió su triunfo y rompió ciertos récords mundiales en esta competencia. Fue entonces cuando firmó un contrato millonario con Cofidis, un nuevo equipo que representaría. Aunque participó en varias competencias durante este año, para entonces el ciclista se veía particularmente fatigado y no pudo terminar el Tour de Francia tras ser diagnosticado con bronquitis. La batalla más difícil Sin embargo, el deportista sufría mucho más que una bronquitis. En octubre de 1996, le fue diagnosticado cáncer testicular en una fase muy avanzada. La enfermedad se había esparcido a su abdomen, pulmones y a sus glándulas linfáticas. El ciclista fue sometido a una cirugía testicular y expuesto a agresivas quimioterapias. Más dramático aún, los médicos encontraron tumores en su cerebro. Dada la complejidad de su caso, su probabilidad de vivir rondaba alrededor del 40 por ciento. Tras una exitosa operación para extraer los tumores cerebrales y una buena asimilación de los tratamientos, Lance Armstrong venció el cáncer, la batalla más grande su vida, en febrero de 1997. Este acontecimiento lo motivó a dar vida a su fundación, Lance Armstrong Foundation for Cancer o LiveStrong, dedicada a ayudar a los sobrevivientes de cáncer. A pesar de su enfermedad, el estadounidense aseguraba que se mantendría en las competencias. Nadie parecía creer en él, mucho menos Cofidis, quien canceló el contrario previamente firmado. Obtener financiamiento para continuar con su carrera deportiva fue un gran reto, hasta que finalmente obtuvo el patrocinio del Servicio Postal de Estados Unidos (U.S. Postal Service). ¿Un regreso exitoso? En 1998 reanudó su carrera ciclista decidido a superar sus propias marcas. Bajo este propósito, en 1999 ganó su primer Tour de Francia, considerada como la carrera más prestigiosa del ciclismo a nivel internacional. Poco satisfecho, repitió esta victoria siete años seguidos, lo que lo convirtió en una leyenda en el mundo del ciclismo. El atleta continuó participando en importantes competencias y obtuvo más títulos para su trayectoria, sin embargo, en 2011 anunció su retirada definitiva como ciclista profesional. La vida de Armstrong ha inspirado a millones de personas alrededor del mundo. Sin embargo, desde hace aproximadamente una década el éxito del atleta ha estado bajo la lupa, pues se presume que ha utilizado substancias prohibidas que aumentan su rendimiento deportivo, entre ellas EPO, testosterona, cortisona y transfusiones de sangre. Las acusaciones provienen de una docena de testigos que aseguran que en las competencias entre 1999 y 2005 el atleta utilizaba y subministraba estas substancias a otros. En junio de 2012, la Agencia Estadounidense de Antidopaje presentó cargos formales en contra del deportista. El caso tomó mayor relevancia cuando en julio, cinco compañeros de equipo del ciclista aceptaron testificar en su contra. Durante años Armstrong negó con vehemencia el uso de substancias ilícitas y aseguró que estas acusaciones carecían de fundamentación. Armstrong había intentado apelar a la decisión de la Agencia ante un tribunal ordinario, aunque su estrategia no tuvo éxito. Le quedaba recurrir a una comisión independiente, sin embargo el pasado jueves anunció que prefería no seguir adelante con el proceso porque estaba cansado de pelear contra un sistema viciado. Armstrong señaló que el caso había generado demasiado estrés para él, su familia y su fundación, por lo que renunciaría a la batalla. En un comunicado, el atleta declaró lo siguiente: “Hay un punto en la vida de todo hombre en donde tiene que decir: suficiente. Para mí ese momento es ahora”. Armstrong asegura haberse sometido a pruebas antidopaje previo a sus competencias —las que en su momento superó sin problemas—. Sin embargo, se le juzga arbitrariamente de prácticas ventajosas que asegura, son inexistentes. El atleta dice no haber renunciado a ninguna batalla justa en su vida, pero al considerar que la disputa con la Agencia parte de procesos injustos, no le ve sentido a continuar en ella. Nike, su mayor patrocinador, dice que cree en el deportista y mantendrá el apoyo a su fundación. Su dimisión a defenderse sugiere que, quien fue durante años el máximo exponente del ciclismo mundial, no podrá volver a pedalear en una competencia oficial y será despojado de sus múltiples títulos, entre ellos las siete victorias en el Tour de Francia. Sus méritos serán oficialmente borrados de la historia del deporte, aunque no por ello se olvidará el impacto y legado que Lance Armstrong dejó en el mundo del ciclismo. LAS ACUSACIONESLos pecados de Armstrong Utilizar y/o intentar utilizar sustancias prohibidas y/o métodos prohibidos, incluyendo EPO, transfusiones sanguíneas, testosterona, corticosteroides y agentes enmascaradores. Poseer sustancias prohibidas y/o métodos prohibidos, incluyendo EPO, transfusiones sanguíneas y equipamiento para ello (como agujas, bolsas con sangre, recipientes y otro material de transfusión y material para la medición de los parámetros sanguíneos), testosterona, corticosteroides y agentes enmascaradores. Traficar con EPO, testosterona y corticosteroides. Administrar y/o intentar administrar a otros EPO, testosterona y cortisona. Asistir, alentar, ayudar, instar, encubrir o ser cómplice de alguna otra forma en la violación de una o varias normas anti-dopaje y/o intentar violar normas anti-dopaje. Temas Tapatío Ciclismo Lance Armstrong Lee También 'Pollo' Briseño reapareció tras polémico penal en el Clásico Tapatío El arte, un reflejo crítico de la sociedad contemporánea Tapatíos en busca de oro en California “Los peruanos somos como personajes de Rulfo”: Diego Trelles Paz Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones