Domingo, 19 de Enero 2025
Suplementos | Personaje: Tomás Yarrington

La realidad bota la actualidad del 'viejo PRI'

El ex gobernador de Tamaulipas salta al escenario, en plena campaña electoral, envuelto en un caso que lo relaciona con el lavado de dinero

Por: EL INFORMADOR

Tomás Yarrington es uno de los tres ex mandatarios tamaulipecos investigados por el Gobierno Federal. ARCHIVO  /

Tomás Yarrington es uno de los tres ex mandatarios tamaulipecos investigados por el Gobierno Federal. ARCHIVO /

Por Roberto Medina

GUADALAJARA, JALISCO (27/ABR/2012).-
Vestía impecablemente. Camisa azul, corbata roja bien ajustada y el saco negro sin una arruga a la vista. La ocasión no daba para menos: no todos los días se toma protesta como gobernador de Tamaulipas. Allá, el 5 de febrero de 1999, con la voz firme y en alto, Tomás Yarrington pregonaba: “¡Vamos Tamaulipas! A enfrentar el nuevo milenio con un espíritu de cooperación…”.

Y caminando unos pasos más para atrás, cuando el joven priista hacía campaña para ser mandatario estatal, se puede ver el slogan que usó: “Vamos por el futuro”.

Curioso: 13 años después, lo que Yarrington tiene que enfrentar en el futuro son dos denuncias con origen en Texas, ya que presuntamente, aceptó sobornos del cártel del Golfo, entonces encabezado por Osiel Cárdenas Guillén y lavó dinero allá. La indagatoria revela que la protección del cártel “ocurre desde 1998 y hasta la fecha”. Y más que curioso, paradójico: aquel gobernador saliente que buscaba la candidatura presidencial de su partido para las elecciones de 2006, ahora lo único que alcanza a verle al PRI es la espalda, pues el tricolor, por lo pronto, ayer ya le suspendió la membresía a quien seguramente era nombrado antes como “cuadro distinguido” del partido.

Tomás Yarrington Ruvalcaba, quien nació el 7 de marzo de 1957 en Matamoros, Tamaulipas y es licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico de Monterrey, y tiene una maestría en Administración Pública de la Universidad del Sur de California, dijo en una entrevista en febrero pasado: “No estoy desaparecido, ni tampoco detenido y mucho menos prófugo de la justicia (…) Estoy en Estados Unidos y, si en verdad la (agencia antidrogas) DEA tuviera algo en mi contra, ya me hubiesen agarrado. Si el Gobierno norteamericano localizó a Bin Laden, imaginen lo que me sucedería a mí”.

Las denuncias revelan que Yarrington adquirió dos propiedades con valor de 6.6 millones de dólares en Texas y la acusación por lavado de dinero también incluye al empresario de la construcción, Fernando Alejandro Cano Martínez, quien fue el prestanombres del ex gobernador.

Resalta que Alejandro Cano, en los cinco últimos años, ha obtenido contratos y concesiones en la administración pública federal por 843 millones de pesos.

Pero que un gobernador esté coludido con el narcotráfico y que esto se haga público no es inédito; sin embargo, Yarrington, amigo de los poderosos y de los artistas, no puede recibir el mote de “don nadie”.

Socios peligrosos

“Voy a jugar boliche… le voy a tirar a Los Pinos”. Así, al final de su mandato, Tomás Yarrington dio a conocer su aspiración presidencial.

Pero antes, un poco de contexto.

Osiel Cárdenas Guillén fue detenido en 2003. El ahora ex líder del cártel del Golfo, tras convertirse en uno de los capos más buscados por las autoridades mexicanas y estadounidenses, cayó a manos del Ejército y la PGR. En 2007, el país le concedió la extradición a Estados Unidos, donde en 2010 fue condenado a 25 años de prisión y una multa de 50 millones de dólares.

¿A qué viene todo esto? Cárdenas Guillén es originario de Matamoros, Tamaulipas, y, según la información en manos de fiscales estadounidenses, no le es desconocido a Tomás Yarrington.

La información, otorgada por Antonio Peña Argüelles, ex integrante del cártel del Golfo que está recluido en una prisión de Texas, señala que, mientras Cárdenas Guillén estaba en la cárcel, aún en México, financió con varios millones de dólares la postulación presidencial de Tomás Yarrington, en aquella precampaña priista que se conoció como “Todos contra Madrazo”, y que derivó en la candidatura de Roberto Madrazo, quien le dio al PRI su primer tercer lugar en unos comicios presidenciales.

El testimonio apunta que, aunque estaba en prisión, el capo dictó órdenes a Heriberto Lazcano (ahora líder de “Los Zetas”) y a Eduardo Costilla Sánchez, “El Coss”, para gestionar la entrega de los recursos; el cálculo que habría tenido Cárdenas Guillén es que, si Yarrington llegaba a la Presidencia, sería auxiliado para escapar de la cárcel.

No es la primera vez que hay un señalamiento de este tipo contra el ex gobernador de Tamaulipas. Apenas a principios de este año, salió a la luz que el Gobierno federal mantiene una investigación contra tres ex mandatarios tamaulipecos: Manuel Cavazos, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, quienes ocuparon el puesto desde 1993 hasta 2010, en ese orden.

La información otorgada a través de Miguel Soto Parra, ex integrante de Los Zetas, así como del mismo Peña Argüelles, indica vínculos entre Yarrington, la referida organización delictiva con “Z” y con el cártel del Golfo.

La semana pasada el Departamento de Justicia aclaró que los fiscales federales estadounidenses no han fincado ningún cargo penal contra el político priista, sin embargo, se proyecta que por el cargo de conspiración para “lavar” dinero, el fiscal pida al juez la pena máxima de 20 años.

Más que amigos, compadres

Amigo de los poderosos. Mejor dicho, compadre de los poderosos. Así lo deja ver ell testimonio del ex presidente George W. Bush quien dijo alguna vez del político en cuestión: “Tomás Yarrington no es mi amigo; Tomás Yarrington es mi compadre”.

La política unió a estos populares —más no del todo queridos— personajes. Durante su gestión como alcalde de Matamoros (1993-1995), Yarrington logró conseguir simpatías de los actores públicos de la fronteriza Texas; sin embargo, su lazo con Bush se extendió cuando éste era gobernador de Texas (1995-1997).

Según los registros, quien a la postre sería presidente de Estados Unidos durante dos periodos, realizó al menos 10 viajes a México en su etapa como gobernador, varios de éstos gestionados por el entonces mandatario estatal de Tamaulipas.

En más de una ocasión, Bush invitó al tamaulipeco a su rancho en Texas, donde compartían barbacoa y paseos de lujo.

Uno de los convivios se remite a 2004. De a cuerdo con el relato del portal HoyTamaulipas.net, los “compadres” disfrutaron de comida y deportes acuáticos durante cinco días en un rancho llamado El Nacimiento; a las orillas del Río Mante, al Sur de Tamaulipas. La moto acuática, según el relato, fue la actividad que cautivó en ese entonces a los políticos.

Pero es otro hecho el que deja la evidencia de la amistad: durante la toma de posesión como presidente de Estados Unidos de Bush, Yarrington estuvo presente y ocupó uno de los lugares reservados para los invitados especiales. Detalle diplomático, pero significativo.

El lustre de la cultura


Durante su periodo como gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington también fue conocido por la implementación de actividades artísticas. Dentro de estas creaciones, se encuentra el Festival Internacional de Literatura Letras en el Golfo, donde incluso los invitados de menos rango en el Olimpo creativo eran pagados con sumas atractivas y donde las fiestas y comidas dejaban gratamente sorprendidos a todos. Desde 2002 —año de creación del evento— el festival contó con la participación de plumas como la de Mario Vargas Llosa, Laura Esquivel, Sergio Pitol, Carlos Fientes, Ángeles Mastretta, Alí Chumacero, Héctor Aguilar Camín, entre muchos otros.

También creó el Festival Internacional Tamaulipas, al que para 2005 la Conaculta ya ubicaba como el segundo evento cultural en importancia en el país.

Palabras y hechos que quedan en lo anecdótico, porque, para Yarrginton, lo más importante es lo que venga en los siguientes días, aunque su reputación, con todo y baños de cultura, ha quedado marcada para siempre.

La lucha contra el narcotráfico es también una guerra entre gobernantes, entre amigos y es una guerra de intereses. El caso Yarrginton se suma a la campaña electoral como un recordatorio de ese “viejo PRI”, que Peña Nieto trata de ocultar con un rostro joven.

Mientras Cárdenas Guillén estaba en la cárcel, aún en México, financió con varios millones de dólares la postulación presidencial de Tomás Yarrington.

El Gobierno federal mantiene una investigación contra tres ex mandatarios tamaulipecos: Manuel Cavazos, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández.

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