Suplementos | La agrupación wixárika Kate wat+ acapara la atención La más cusinela sonada La agrupación wixárika Kate wat+ acapara la atención gracias a un tema que les abre puertas y escenarios Por: EL INFORMADOR 22 de diciembre de 2013 - 02:21 hs La cocinera se ve venerada en la cultura wixárika a través de la alegre canción Cusinela. / GUADALAJARA, JALISCO (22/DIC/2013).- La obra de La tortillera, del pintor mexicano Diego Rivera, presenta a dos indígenas. La mayor, posicionada de frente, es la cocinera, de nariz ancha y de piel marrón, que tortea con tristeza en una cocina. La novela de la escritora Laura Esquivel titulada Como agua para Chocolate se desarrolla a través de la comida, le da importancia de la cocina y las recetas tradicionales durante la Revolución Mexicana. Ahora, la cocinera se ve venerada en la cultura wixárika a través de la alegre canción Cusinela que ha rebasado las fronteras y es interpretada por grupos indígenas. La agrupación wixárika Kate wat+ (en español “sin nombre”), integrada por cuatro indígenas, forma parte de la escena musical que diariamente hace caminar al ritmo de sus canciones a los transeúntes en el Centro de Guadalajara. Fabián Hernández, en el violín; Elías Carrillo, en la vihuela; Vicencio Díaz, en la guitarra y Julio César Torres, en el contrabajo, confiesan que la Cusinela es la más pedida entre los caminantes, cuentan que, en ocasiones, los espectadores se frenan para escuchar la pieza completa; después de varios meses de experiencia le atribuyen su éxito al ritmo de la pieza. *** El compositor de la Cusinela es el músico José López, quien es el líder del grupo El Venado Azul, que a su vez funge como protector de la zona de Wirikuta —amenazada por mineras extranjeras—. Pero no fue hasta que un niño de menos de 10 años, con paliacate rojo en el cuello y audífonos blancos, se paró frente al micrófono e interpretó la canción para el documental Hecho en México. El líder de El Venado Azul es originario de Santa Catarina, Mezquitic, Jalisco, y aprendió el español durante la adultez. No obstante, la canción es interpretada en su dialecto y en el idioma oficial del resto del país. La tonadilla ahora se interpretada en las “pachangas” familiares y fiestas patronales de las comunidades de los distintos municipios de la zona norte de Jalisco. Su ritmo alegre y letra atrevida es interpretada por niños y adultos que la disfrutan con un baile. *** Aún no tienen el nombre definido para su agrupación pero Fabián, Elías, Vicencio y Julio Cesar desean grabar un disco. Los Kate wat+ apenas suman cuatro meses de trayectoria pero ellos piensan en grande. Desean salir de las calles del Centro, aunque a veces ya lo hacen, cuando los contratan por 900 pesos la hora en eventos como cumpleaños, XV años o bailes. A diario comparten el escenario del Centro Histórico con las marimberos que acostumbran a tocar en la Plaza Tapatía, con los vendedores de discos que caminan con sus bocinas por las calles y con el flautero que acompaña las baladas detrás del Teatro Degollado. Ellos prefieren tomar la escenografía del aparador de una tienda departamental en la Plaza de Armas y en alguna estación del Tren Ligero —sobre Colón—. En ambos sitios es donde, si bien les va ganan al día y por integrante de 200 pesos para arriba, todo depende de cómo se ambientan los transeúntes y de las ganas que tengan para interpretar una importante cantidad de canciones. En tres ocasiones les han arrojado billetes de 500 pesos, Vicencio las tiene bien contadas, aunque confiesa que continúa sin encontrar la fórmula para que llegue la cuarta. Fabián, Elías, Vicencio y Julio César aseguran contar con un repertorio de 400 canciones que incluyen piezas de Vicente Fernández, Joan Sebastian y corridos de a montones, con los que crecieron, y cada vez los jóvenes de Mezquitic escuchan más este tipo de música mexicana. Los Kate wat+ visten con su traje típico: pantalón blanco, camisa colorida (azul, verde, roja), huarache, morral y de paso todos engominados y bien peinados. Dejan en el piso el estuche del violín como si fuese sombrero para que los espectadores arrojen las monedas o billetes a su paso. *** Las cuatro cuerdas multicolor —verde, azules, amarillas— del contrabajo aguardan a ser tensionadas por los dedos de Julio César para posteriormente ser soltadas y emitir una vibración que se convierta en sonido. Los Kate wat+ esperan a que llegue un mecenas. ¿Pueden tocar la Cusinela?, solicita un espectador. Los cuatro comienzan a interpretar la canción wixárika más pedida y con más éxito en su comunidad y en México. Fabián coloca el violín con en su antebrazo izquierdo y con la derecha sostiene al arco que le da vida al su instrumento y comienza a cantar: “Ay cusinela —una mujer hermosa— te mueves rico en el petate hiciste, cocinas muy sabroso de verdad te quiero mucho vente chiquita al petate, vente mamita consentida, tráete las gordas calientitas, sudaditas que se antojaron de verdad Las traes muy suavecitas, vente cusinela biscochita, apretadita como la prensa para tortear amasa, amasa, remuele, remuele me vuelves inquieto… Cusinela”. Temas Tapatío Lee También Atlas se queda con el tercer lugar de la Copa Pacífica Leones Negros golean al Tapatío en el inicio de la Copa Pacífica Atlas emociona a su afición en entrenamiento público ¿La conoces? El Barrilito, la cantina más antigua de Zapopan Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones