Domingo, 24 de Noviembre 2024
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Hacia las primeras lecturas

Lo mejor para que los pequeños comiencen a leer, es que encuentren el ejemplo en casa

Por: EL INFORMADOR

Gustos. Se recomienda a los padres poner atención en los intereses de sus hijos para llevarlos a los libros a partir de estos.  /

Gustos. Se recomienda a los padres poner atención en los intereses de sus hijos para llevarlos a los libros a partir de estos. /

GUADALAJARA, JALISCO (07/DIC/2012).- Quizá existan técnicas para enseñar a caminar a los niños de temprana edad. Pero si se trata de la lectura, el niño comienza a trabajarlo de forma natural. Desde pequeños, los bebés asocian algunos sonidos que forman las palabras, e incluso llegan a conformar frases vinculables a su entorno.

Sara Velasco, investigadora independiente de literatura jalisciense, comparte su opinión sobre cuándo es el momento ideal para que los padres induzcan a los niños para que comiencen a leer a temprana edad, es decir, cuándo estarán listos para la comprensión de una lectura.

“Hay quienes dicen que desde el vientre uno les puede comenzar a leer. Sin embargo, no tengo pruebas de que esto influencie en su desarrollo cuando nacen. Lo cierto es que es un hábito que pueden adquirir de manera natural, pero realmente empiezan a leer desde el primer año en la escuela”, advierte.

Sobre alguna técnica recomendable para que los niños comiencen a leer desde pequeños, Velasco sugiere que los padres pueden comenzar a inducirlos al leerles desde el primer año de edad, después el niño podría aprender de este ejemplo y tomar un libro por su cuenta.

Por otro lado, la complejidad es mucha para que un niño comience a leer, sabiendo de antemano que esto es un proceso gradual.

“No solamente se trata de crear hábitos, es decir, no es algo que como padres podamos manipular, como sería enseñarles a caminar, por ejemplo. Lo que podríamos hacer es investigar cuáles son sus intereses y acercarles lecturas que sean acordes al entorno en el que están desarrollándose (en principio, cuentos bien leídos que los atrapen en una historia). Este es un método que entra de lleno en el gusto del niño”.

Sin embargo, hay muchos factores que influyen para que el niño despierte su interés por la lectura. Estos pueden iniciarse en la familia, o incluso fuera de ella, en la misma escuela, donde padres y maestros tienen las herramientas al alcance con cualquier libro de texto.

Para Velasco, trabajar con la memorización de los niños es fundamental. “Hubo épocas en que nuestro sistema de educación dio prioridad a que fueran más pensantes en lugar de saber cómo retener la información, y no solamente eso, sino combinarla con la comprensión en la lectura”.

Si los padres piensan que es beneficioso enseñar a sus hijos a leer, incluso antes de ir al colegio –pensando que podrían adelantarse a sus compañeros–, esto podría suponer un efecto negativo en su aprendizaje al forzarlos.

“No hay garantía de que los niños se hagan lectores, ninguno, y menos cuando es una situación obligada. Tampoco todos los padres están en condiciones de leer, ya que a muchos aqueja la falta de tiempo para atender a los niños; a menos que sean ávidos lectores y sepan qué es lo que les gusta a sus hijos para motivarlos”.

Sobre alguna recomendación o guía que puedan seguir los padres para inducir el hábito de la lectura en los niños, la doctora recomienda que se utilicen los mismos materiales que en las escuelas se entregan a los niños, que se supone están hechos por especialistas

“Un autor que podría servirles es Felipe Garrido y su material de lectura, que en algún momento llegó a distribuirse en las escuelas primarias, pero que desgraciadamente no fue bien aprovechado, ya que algunos maestros no supieron cómo aplicarlo”.

Por lo tanto, el momento idóneo para comenzar a leer no depende tanto de una edad cronológica, sino de la maduración de cada niño, mediante su experiencia y el entorno donde se desenvuelve.

Elementos básicos

Según la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE), algunos factores de madurez lectora tienen que ver con la percepción visual, la organización del espacio, el desarrollo del lenguaje, la motivación y el ambiente familiar.

La percepción visual se da desde el nacimiento y el niño comienza a relacionar palabras con objetos; lo siguiente que aprende el niño es a percibir las palabras escritas, la estructuración del espacio, donde tomará en cuenta la posición de las letras, desplazamiento de los ojos de izquierda a derecha, pasar de una línea a otra, reconocimiento y secuencia de las letras, espacios entre palabras, signos de puntuación.

Una vez que se desarrola el lenguaje, comienza el aprendizaje lector, el cual exige un dominio del vocabulario básico. Aquí el niño comprende la importancia de la asociación de símbolos y significados para establecer una comunicación en su lenguaje.

La motivación y el ambiente familiar son indispensables, lo que el niño vea en casa lo replicará; si ve que sus padres se interesan por los libros, ellos también lo harán y podrán despertar su interés del niño por la lectura, y aquí hay que analizar cuáles son los intereses del pequeño.

Cabe señalar que hay diversos especialistas que afirman que si a un niño en edad preescolar se le lee con frecuencia, es probable que éste pueda comenzar con sus propia lecturas antes, adelantándose incluso a los programas escolares.

"El hábito de la lectura debe ser un proceso natural, de lo contrario, puede ser contraproducente, ya que si los obligamos, pueden odiar la lectura antes de que se aficionen a ella".

Sara Velasco, investigadora de literatura.

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