Lunes, 31 de Marzo 2025
Suplementos | Por: José Luis Meza Inda

Exposiciones en el Exconvento del Carmen

Artes Plásticas:

Por: EL INFORMADOR

Algunas de las fotografías de Santiago Arias Nieto, de la serie  Laberynth. E. BARRERA  /

Algunas de las fotografías de Santiago Arias Nieto, de la serie Laberynth. E. BARRERA /

HOMENAJE A TOMÁS COFFEEN

GUADALAJARA, JALISCO (26/JUN/2010).- Este año el maestro Tomás Coffeen hubiese cumplido su primer centenario de vida al igual que, según dicen, lo cumple la invención de la pintura abstracta; aniversarios que muy atinadamente se han venido a celebrar en el Exconvento del Carmen de esta ciudad, con una exposición homenaje con la obra de ese pintor nativo de los Estados Unidos, pero que habiendo llegado a Guadalajara, adoptó esta ciudad como propia, pues aquí medró, enseñó y creó familia hasta su fallecimiento en 1985, dejando una profunda huella e influencia.

Coffeen fue en sus inicios, un pintor figurativo que cultivó todos los campos de la realidad, con una paleta y una conformación sintética formal de difícil digestión para muchos, lo cual se acentuó cuando,  debido a un natural proceso evolutivo su pintura, sin dejar de inspirarse en el mundo natural, se decantó por la abstracción, por los  planos, espacios y formas puras, por los juegos cromáticos, y por el planteamiento y solución en fin, de puros teoremas plásticos de luz y color que tuvieron sin duda su culminación en esa colección de pinturas, que bajo el nombre genérico de “Rogowo”, alcanzó su deseo de manifestar y plasmar el drama de la desnuda materia tectónica, de la escarpada geología rocosa, de modulados relieves, fisuras, grietas, desgajamientos y otros espasmos telúricos como fieles reflejos de su refinada creatividad.

A esta célebre colección de sus pinturas no figurativas realizadas en el ocaso de su existencia, pertenece la mayoría de los acrílicos, dibujos preparatorios y acuarelas que se presentan al publico en este lugar; obra acertadamente seleccionada y museografiada por el más sabio y sensible admirador de la obra cofiniana en nuestra ciudad, el vate y crítico Javier Ramírez, cuyo empeño logró poner de nuevo ante los espectadores esta obra decisiva dentro de la historia jalisciense de la pintura del Siglo XX, que no ha envejecido, sino que sigue fraguando lentamente al paso de los años, cuya potencia estética y expresiva se ha tornado en un acto; “un acto de fe”, como solía llamar el maestro Coffeen a su ejercicio pictórico, al cual se entregaba siempre con meditativa lentitud, y profundidad contemplativa, ponderando la densidad de la materia pigmentada, sus texturas y  valores, buscando siempre que cada pintura fuese, tal como puede apreciarse aquí expuesto, una concentración de valores cualitativos  que revelaran y pudieran proyectar hacia el futuro la agitación de su espíritu, el refinamiento de su sensibilidad, la serenidad de su pensamiento y la densidad, y significado de su lenguaje plástico, tan modulado como el tono mismo de su susurrante voz.

FOTOGRAFÍAS DE SANTIAGO ARIAS NIETO

Hace décadas, lo recuerdo con nostalgia, cuando el mundo era amplio y ajeno, contemplar una exposición de fotografías en blanco y negro, que documentaban la realidad paisajística y humana de tierras lejanas y exóticas, además de ilustrarnos, nos llenaba de emoción, pues suponíamos que aquello que el fotógrafo, viajero privilegiado, había captado e impreso correspondía más o menos a la “realidad” de aquellos lugares y países para nosotros extraños y que quizás nunca conoceríamos. 

Sin embargo, eso ha pasado a la historia; hoy, con al advenimiento de la fotografía digital, abierta a una infinita posibilidad de manipulaciones, intervenciones y modificaciones, cuando vemos una exposición que supuestamente ofrece imágenes “documentales” de esos ya no tan lejanos ni extraños países, nos preguntamos si en esas fotografías existirá realmente una neutralidad objetiva y verosimilitud descriptiva; o si por el contrario todo será fruto de la subjetividad del fotógrafo, que a partir del tema y de los valores y aplicaciones de la fotografía analógica tradicional, los ha manipulado de tal manera que lo que era espejo de la realidad se ha convertido en especulación imaginativa.

Mas sea como fuere, lo que cabe afirmar es que las vistas que el maestro Arias Nieto, presenta en el patio del mencionado Exconvento, bajo el título de “Laberynth”, referidas a algunos lugares de Europa, Medio Oriente o Norte de África, poseen tales virtudes estéticas de precisión, equilibrio compositivo, manejo lumínico, profundidad de planos, sugerencia de atmósferas y ambientes, selección de personajes, novedad de encuadres, etcétera, que no importa si son o no documento gráfico de la realidad,  puesto que el resultado es casi siempre una imagen atrayente y digna de admiración. O como dijera Fellini: “Se non è vero, è ben trovato”.

Tapatío

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