GUADALAJARA, JALISCO (11/FEB/2017).- A los puristas no les gusta esto, pero el Mazda MX-5 sin techo de lona sigue siendo un gran coche. En algunos aspectos es incluso mejor, como nos dimos cuenta en nuestra prueba.Desde que fue mostrado al público por prima vez en el salón de Nueva York del año pasado, el MX-5 RF (Sigla en inglés para “Retractable Fastback”) ha llamado poderosamente la atención. Mazda sigue en un magnífico momento de diseño y el RF es una prueba más de esto.El auto es agradable a la vista de prácticamente todos, sea con el techo arriba o abajo. Es verdad que ya no es precisamente un roadster y como su mismo nombre lo dice, es un fastback. Sea visto como cupé con el techo de aluminio en su lugar o como un targa, cuando está guardado, el auto es bonito, deportivo y más elegante que el de techo de lona.Mecánicamente es casi igual al otro, pero el RF recibe barras estabilizadoras delanteras más gruesas para lidiar con los 55 kilogramos extra que tiene esta versión. Además, en México solo lo tenemos con caja de cambios automática de seis velocidades. Más peso y una transmisión sin el tercer pedal parece receta de aburrimiento pero no hay nada más lejano a la realidad. En las mismas carreteras de curvas en las que brilla el MX-5 con techo de lona, el RF también se luce pero de una manera distinta, incluso mejor en al menos un punto: la inclinación de la carrocería. El RF se siente mejor plantado, sólido, con la firmeza de los grandes. Claro, esto llega con el costo del menor control que da al chofer la caja automática, lo que es totalmente compensado por el confort que otorga en ciudad. Y seamos honestos, la gran mayoría pasamos más tiempo en el pesado tránsito de una ciudad que en una divertida carretera de montaña. ¿Con o sin sombrero?Guardar el techo del MX-5 RF toma 10 segundos más que hacerlo con el de lona, es decir, al mecanismo que hace la operación totalmente automática le toma 13 segundos para que la cubierta de plástico se abra, el techo se doble en dos partes, se guarde entre los respaldos de los asientos y la cajuela y la cubierta vuelva a cerrarse. El auto necesita estar detenido para esto, pero casi siempre es suficiente con el tiempo de un semáforo.Circular con el techo cerrado hace del interior del MX-5 RF un lugar más silencioso, agradable y refinado. Platicar con el acompañante o simplemente hacer una llamada telefónica no exige que el chofer baje la velocidad, como ocurre con el de techo de lona. Curiosamente pasa lo opuesto cuando bajamos el techo. La estructura de plástico trasera produce mucho ruido de viento y el pequeño deflector de acrílico ubicado justo detrás de los asientos, no ayuda tanto a quitar ese ruido, aunque sí hace que apenas nos despeinemos. En carretera el RF es un auto que se disfrutará más con el techo puesto, aunque en ciudad, con menores velocidades, el deleite de no tener una barrera entre nuestras cabezas y el cielo resulta muy agradable.El nivel de equipamiento es algo mejor también, con asientos forrados de piel, por ejemplo. Los acabados son muy buenos y mantienen esa tendencia de Mazda de apuntar hacia un mercado superior a la mayoría de las marcas generalistas. Todo lo que se ve, se toca o se huele, es de buen nivel. Aunque se puede perfeccionar al añadirse, por ejemplo, Apple Car Play y Android Auto, algo que aún le falta a los productos de la marca nipona.Su precio es alrededor de 100 mil pesos más elevado que la versión básica y muchos se preguntan si el RF es 100 mil pesos mejor. Nosotros creemos que depende mucho de qué se espera del auto. Si es desempeño puro, el control de una caja de cambio manual, la sensación de libertad que nos da un verdadero roadster, entonces el básico es lo más recomendable. Pero si lo que se quiere es un deportivo que se disfrute mejor en ambiente urbano o en autopista, con mayor refinamiento, confort y tranquilidad, entonces los 100 mil pesos valdrán totalmente la pena.