El viaje sonoro de Cabezas de Cera

GUADALAJARA, JALISCO (17/MAY/2015).- El grupo mexicano Cabezas de Cera, conformado por los hermanos Francisco y Mauricio Sotelo, cuenta con una instrumentación inusual para cualquier ensamble musical. El sonido lo evidencia en cualquiera de sus canciones, sobre todo en sus discos más recientes. La peculiaridad de su música queda en claro en sus presentaciones en vivo: un set de instrumentos “raros”, es decir, que no se ven habitualmente, y otros tantos que resultan inusitados. Esto se debe a que Francisco Sotelo (el que se sienta frente a la batería), además de ejercer la música también fabrica instrumentos para la banda.

Previo a su concierto en Guadalajara a comienzos de este mes de mayo, Francisco platicó en entrevista sobre el origen de esta actividad: fue en la Escuela de Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes, donde estudió la carrera de Técnico artesanal en metales. Ahí aprendió a trabajar el material. Hacia el fin de su formación tuvo que elegir un método para titularse, y escogió hacer una serie de instrumentos como tesis: “Era cuando apenas comenzábamos con Cabezas de Cera”, recuerda el músico.

Francisco afirma que más allá del resultado, el propio ambiente de trabajo del taller le gustaba, desde un punto de vista musical, en parte por los estruendos que hay ahí y que pueden provocar una reacción en quien los escucha: “Fue una fuente de inspiración”.
Una de sus primeras experimentaciones fue con la caja acústica, para luego elaborar varios instrumentos de cuerda y de percusión, todos con diseños propios. De esta manera, cada instrumento es en sí una obra de arte individual e irrepetible: “Mi meta era lograr instrumentos únicos en forma y sonido”, dice.

Uno de los primeros trabajos de Cabezas de Cera que conjugó la metalistería con el sonido del grupo fue su álbum titulado MetalMúsica, lanzado en 2004. Sin embargo, Francisco apunta: “Últimamente le hemos dado más importancia para esculpir el sonido de Cabezas de Cera”, en referencia a su placa Hermandad: “Es un disco donde los instrumentos que fabrica mi hermano son los protagonistas”, agrega Mauricio. El disco Hermandad data de 2012, y además de la música, los hermanos Sotelo escogieron un diseño original para el empaque, pues es un pequeño estuche desarmable hecho con madera pirograbada.

Sobre los nombres con los que los bautiza, Francisco comentó que son variables: el charrófono en un principio se llamaba “citarra”, al ser semejante a una guitarra y a un citar, pero un amigo suyo lo bautizó como charrófono. El “kitai” del tambor kitai se originó en una lectura de un libro sobre Marco Polo.

A la fecha, Francisco ha creado más de 15 instrumentos, pero no todos forman parte del sonido de la banda en vivo, pues algunos son muy difíciles de transportar, como el armatoste. Como su nombre lo indica, es un gran armatoste: éste fue uno de los primeros que fabricó el músico.

Otros nombres mezclan la inspiración en otro instrumento y la apariencia del nuevo instrumento: como el salterio prisma (basado en el salterio y con forma de prisma), la jarana prisma (con semejanzas al sonido del son huasteco por la jarana, e igualmente con el guiño al prisma).

Otros instrumentos
Pero no todos los recursos musicales de Cabezas de Cera radican en los instrumentos fabricados por uno de ellos. Entre su inventario de instrumentos se halla el peculiar Chapman stick, un instrumento de 10 cuerdas inventado por Emmett Chapman. Mauricio Sotelo lo toca, y no sólo eso, también es un representante y difusor del instrumento en México. En Guadalajara ofreció una charla sobre él en la Universidad Libre de Música.

Otro de los elementos que en los últimos años ha cobrado importancia en el sonido de Cabezas de Cera son los pedales para grabar y “loopear” en vivo (no utilizan secuencias). Mauricio y Francisco tienen un pedal en su lugar durante el concierto: al presionarlo graba lo que toquen desde diferentes fuentes, y al presionarlo de nuevo la grabación termina, pero se reproduce de inmediato de manera continua hasta que la “apaguen”. Los pedales que usan pueden grabar varios loops para tocarlos en diferentes momentos o al mismo tiempo. Esta experiencia, comento Francisco, es “muy intensa, son cosas que me hacía falta para crecer como músico. Es una herramienta interesante, tocas y grabas en vivo. Es muy lúdico”.

Igualmente, la batería que utiliza Francisco no es un set de batería común, pues es una mezcla entre la batería convencional, pero también con una batería electrónica: “Es un híbrido, me gusta mucho: desde el momento de montarla, siento que se ve espectacular”. El músico dijo que incursionó en la batería electrónica por encontrar una mayor gama de sonidos.

Musicalizadores en cine

La Cineteca Nacional invitó a Cabezas de Cera para musicalizar un filme silente, “El gabinete del doctor Caligari” (1919, dir. Robert Wiene). El resultado fue Música en escala de grises, una serie de piezas musicales que dan vida sonora a las imágenes de la película.

El proyecto fue presentado la Ciudad de México, pero el concierto en ese formato ha tenido réplicas en otras ciudades. Para preservar el registro sonoro de la música que escribieron, Cabezas de Cera decidió lanzar como álbum esta nueva banda sonora para “El gabinete del doctor Caligari”, una película precursora e icónica del expresionismo alemán. El disco se presentará en la capital del país este 30 de mayo: Mauricio y Francisco esperan volver pronto a Guadalajara para presentarlo.

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Otra banda
Einstürzende Neubauten, banda alemana surgida en 1980, también se ha caracterizado por el uso de instrumentos y sonidos que ellos mismos hicieron, acompañados de instrumentos tradicionales. Hay que escucharlos.