Apuntes de mi libreta

GUADALAJARA, JALISCO (13/MAR/2011).- Digna de mejores causas, resulta increíble que Mexicana de Aviación nos siga costando a todos los mexicanos, o mejor dicho, a quienes no poseemos los millones de dólares de Gastón Azcárraga y todos sus socios, porque tanto el adeudo inicial –que ni caso tiene recordar los cientos de millones de dólares– como los gastos que se están realizando dizque para tratar de “echarla a volar” de nuevo son con cargo al erario público.

Tres secretarios de Estado del Gobierno del Presidente Felipe Calderón se quedaron con el palmo de narices –más millones de mexicanos– luego de que PC Capital se desistiera de la supuesta compra de la línea aérea más antigua de América Latina, con lo que los “chamaqueados” no han atinado a decir otra cosa que no sea pretextos, pero el caso es que el caso de Mexicana de Aviación nos sigue costando.

De los tres no se ha hecho uno. Ni el nuevo secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Dionisio Pérez Jácome, ni el titular de la secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS), Javier Lozano, quien por cierto se dice presidenciable por el Partido Acción Nacional y el más antiguo de los tres, ni la titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), han podido dar una explicación creíble del porqué “se les cayó” la operación de compra-venta y operación de la línea aérea, lo que definitivamente significa gasto de recursos, dejar de captar divisas, disminuir de manera considerable suspender la distribución de la riqueza nacional, luego de que durante meses habían estado presumiendo distintas fechas para el reinicio de operaciones.

Del anterior titular de la SCT, Juan Molinar Horcasitas, ya ni qué decir, pues para su fortuna lo “han sacado de la jugada” y lo han mandado a hacer grilla a su partido político, pero sobre todo, le han quitado de encima la responsabilidad que implica el que fuera a él a quien “le tronó” la línea aérea, lo que por lo menos supone incapacidad para manejar un asunto de tanta importancia para el país.

Luego entonces, del optimismo que se tiene tanto en Los Pinos, como en las oficinas de Mazarik (Sectur), sólo podemos decir que se trata de buenos deseos, pues para que la actividad turística brinde resultados, es indispensable contar con asientos de avión para transportar a todas aquellas personas, locales, regionales, nacionales o internacionales que quieran conocer nuevos destinos turísticos, y por más que las otras líneas aéreas estén haciendo esfuerzos e inversiones por cubrir la demanda, lo cierto es que no se dan abasto porque se trata de inversiones muy importantes.
Mientras tanto, Gastón y todos sus socios deben seguir carcajeándose de todos los mexicanos y sus leyes.