Apuntes de mi libreta

GUADALAJARA, JALISCO (21/NOV/2010).-  Y cómo no habrían de insistir –ahora con otro truco, aunque en el fondo sea el mismo-, si están en juego miles de millones de pesos más que irían a las manos del grupo que llevó a la quiebra a Mexicana de Aviación y que ha dejado sin empleo a un gran número de trabajadores mexicanos, en caso de que el gobierno federal decidiera (como parece hasta el momento), entregarle la empresa al grupo empresarial PC Capital, socio de Gastón Azcárraga.

Pero es necesario que alguien haga algo por evitar este nuevo fraude, en el que independientemente de la letra o letras que le pongan (K o PC), implica seguir apoyando a los ricachones que no se han cansado de “ordeñar” las empresas sólo para su beneficio, sin importarles un comino la suerte de miles de trabajadores directos y sus familias, además claro está, de otros tantos que conforman la cadena productiva de la aviación mexicana.
Extraña sobremanera el “bandazo” de las autoridades de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS), con Javier Lozano a la cabeza, así como de la de Comunicaciones y Transportes (SCT), con Juan Molinar Horcasitas, los villanos favoritos del gabinete, quienes hasta hace unas semanas se venían oponiendo a que la empresa quedara en las mismas manos, dados los resultados negativos mostrados y la evidente maniobra para dejar de pagarle –entre muchos otros- al gobierno mexicano una millonada en dólares, patrimonio de todos los mexicanos, además del perjuicio laboral que ello implica.

Sin embargo, hoy las cosas parecen diferentes, bastó con que le pusieran otras letras a la empresa que ofrece comprar Mexicana de Aviación, aunque con los mismos personajes que ya antes fueran “descubiertos” en la maniobra, para darles todas las facilidades e incluso descartar a otra empresa que ofrece mejores condiciones de compra (TG Group), la cual, según legisladores de los diferentes partidos políticos, “ha sido descartada ilegalmente por el Gobierno federal”.

De ahí la importancia de insistir en la posibilidad de una requisa por parte del gobierno federal, lo que no solamente permitiría nuevas herramientas y mejores oportunidades a los trabajadores, sino que además evitaría la sinvergüenzada que se ha estado fraguando, seguramente desde el momento mismo en que se aceptó la compañía aérea, como “pago de factura” de parte del gobierno de Vicente Fox, para uno de sus principales patrocinadores de la campaña electoral que lo llevo a la silla presidencial.