Apuntes de mi libreta

Es necesario que la autoridad municipal agende la actividad turística como una de sus prioridades y permita que gente con experiencia le asesore, pues de lo contrario, el sector turístico continuará como una actividad de relleno.

Como casi siempre ha sucedido, promesas de campaña van y vienen de parte de los candidatos de todos los colores, y sin embargo, pareciera como que solamente nombran la actividad turística para llenar con el “requisito”, pero aún no se ve claro qué es lo que harían a favor de dicho sector, ni mucho menos de la ciudadanía.

A manera de inspiración, me gustaría decirles que no es de a gratis que la centenaria Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara (Canaco) haya aumentado a su nombre original las palabras de Servicio y Turismo, esto es, hoy en día su denominación completa es Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo, y ello se debe precisamente a la importancia que dichos elementos han alcanzado en los ámbitos nacional e internacional.

Ahora bien, por lo general, las “autoridades” se ocupan del sector turístico sólo desde el punto de vista económico, pues no hay que olvidar que se trata de la actividad creadora del mayor número de empleos en el mundo (de acuerdo con declaración de la ONU).

¿Les suena?, sí, es cierto, algunos se pasaron toda la campaña proclamando y prometiendo que crearán y mantendrán las fuentes de empleo, pero ni siquiera mencionan al turismo.

Otro de lo puntos importantes del turismo tiene que ver con la captación de divisas, pero lo que pocos han entendido, es su papel en la redistribución de la riqueza nacional, al grado de que las divisas representan 12 mil millones de pesos, mientras que la redistribución alcanzada es del orden de los 83 mil millones de pesos en el país.

Verdad que la diferencia es notoria, pues es ahí en donde se debe de trabajar.

Pero por si ello fuera poco –no es posible extendernos mucho en este espacio- la actividad turística es proveedora directa del desarrollo humano, esto es, de los ciudadanos a los cuales se les pide el voto y a cambio sólo se les promete obras públicas, mejores sistemas de transporte, seguridad, entre muchas otras cosas que definitivamente son importantes y necesarias, pero que al margen de que se cumpla o no con dichas promesas –más bien o no-, los ciudadanos merecen mejorar su sistema de vida.

¿Cómo?, pues contando con elementos que le permitan controlar el estrés, ese que es considerado como el peor mal del siglo XX y del XXI que recién iniciamos, y para ello es necesario contar con tiempo de ocio y recreación que les permita sanar hasta el alma; que haga posible “cargar las baterías” de tal forma que les permita trabajar, estudiar y convivir con alegría, pero además, con la oportunidad para aprovechar dicho tiempo.

De nada nos sirve contar con tantas bellezas naturales y culturales, si sólo son accesibles para los extranjeros, ¿no cree usted?

*CUAUHTÉMOC CISNEROS MADRID/Presidente de Comunicación Cultural A.C., Asociación de Periodistas de Prensa, Radio y Televisión.

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