Con la instalación de parquímetros virtuales mediante el programa “Aquí hay lugar” en diversas zonas de Guadalajara, el Ayuntamiento logró una mayor recaudación de la que se tenía con los parquímetros tradicionales o de monedas, pero con una tercera parte de los aparatos del total que manejaba Metro Meters, la empresa que tenía concesionado el servicio.En un año de la implementación del nuevo programa, Guadalajara ha recaudado 15 millones 365 mil 111 pesos a través del contrato de prestación de servicios, con un total de dos mil 665 cajones en siete zonas: Arcos Vallarta, Lafayette, Libertad, Americana, Centro, Obregón y Medrano. Metro Meters, en cambio, en el último año que tuvo la concesión reportó una recaudación de 12 millones de pesos, con la operación de seis mil aparatos tradicionales, confirmó la directora de Movilidad en el Gobierno de Guadalajara, Valeria Huérfano.“Estos ingresos (con parquímetros virtuales) son solamente por el 30% de los cajones que operaba la otra empresa, entonces ese es un dato importante, porque pone en contexto la cifra. Si tuviésemos el 100% de los cajones, estaríamos recaudando el triple”.La funcionaria reconoció que todavía no se ejerce todo el dinero que ha ingresado al Ayuntamiento por el concepto de la recaudación de parquímetros virtuales. Sin embargo, manifestó que los recursos se utilizan para obras menores, como hacer balizamiento de los cajones de estacionamiento, nuevos letreros de información para instalarlos en las cuadras, entre otras cosas. También se compraron tabletas e impresoras para quienes hacen la inspección en las calles y sancionan a los infractores.Belén Vázquez Vázquez, coordinadora del Observatorio Ciudadano de Movilidad y Transporte Público, señaló que el programa es perfectible en cuestiones técnicas, pero calificó como positivo que se utilice la innovación y tecnología para el cobro del estacionamiento público de medios de transporte privado. Además, acentúa que sería importante que este programa se amplíe a más lugares de la Zona Metropolitana de Guadalajara, sobre todo aquellos que tienen gran aforo, para desincentivar el uso del vehículo particular y que utilicen el transporte público. “Pagar por usar tu transporte privado es un gran logro, hay muchas personas que no lo entienden así, pero poco a poco vamos a ir cambiando a quienes todavía piensan que el auto privado es la mejor manera de trasladarse en una ciudad”.Valeria Huérfano añadió que se buscará fortalecer las siete zonas en donde ya se implementa el programa, pero existe la posibilidad de agregar otras tres más, que están en estudio por la alta insistencia de los vecinos (no dio nombres).De julio de 2017 a junio de 2018, el Ayuntamiento tapatío impuso 119 mil 445 multas por la falta de pago en parquímetros virtuales de “Aquí hay lugar”, lo que equivale a casi 400 diarias, sin contar días festivos ni domingos, que es cuando no aplica el programa.Esta cifra se ha mantenido a lo largo del primer año de la implementación de este esquema, que tuvo su pico más alto en el mes de noviembre pasado, cuando se registraron 12 mil 083 sanciones.La directora de Movilidad de Guadalajara, Valeria Huérfano, remarcó que una de las estrategias para que cada vez más personas conozcan el programa y no se confundan, es el retiro de los estacionómetros de moneda o tradicionales.“A diario se cambian letreros porque son vandalizados, se da información en redes sociales, pero todavía hay gente que llega y le sigue poniendo (a los anteriores parquímetros)”.Los motivos más frecuentes por lo que las personas presentan un recurso de inconformidad contra las multas son porque hubo un error en la captura de sus placas, porque fue multado por no recargar durante los 10 minutos de tolerancia, porque la aplicación falló, por confusión al ver un parquímetro físico, entre otras.Destaca que el Ayuntamiento deja sin efecto ocho de cada 10 multas que se imponen a ciudadanos que no pagan por el estacionamiento en parquímetros virtuales, tras la presentación de quejas de inconformidad con pruebas que avalen la irregularidad.De los mil 057 recursos de inconformidad de parte de los ciudadanos, 802 procedieron a favor del denunciante, por lo que la multa quedó invalidada.Adriana Olivares González (académica de la UdeG)El programa de parquímetros virtuales de Guadalajara tiene sus ventajas, al ser una herramienta útil para los ciudadanos y ofrecer una mayor transparencia en la recaudación. Sin embargo, una de su principales desventajas es que se trata de un programa excluyente para muchas personas, aseguró Adriana Olivares González, coordinadora de proyecto de Movilidad y Espacio Público del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).“El problema que tiene es de exclusión, por ejemplo, para las personas que no están familiarizadas con la tecnología, como la gente adulta de más de 60 años, que no se meten en el rollo de una aplicación, prefieren ir a hacer una recarga a los negocios afiliados. También excluye a las personas que no cuenten con un teléfono inteligente, porque es una app que trabaja con eso, entonces, si una persona no tiene dinero para comprar un teléfono, pues ya no puede”.Juan Robles, de 70 años, llegó a un negocio de zona de la colonia Americana y se estacionó. Cuando regresó, a los 15 minutos, ya estaba un inspector colocando una multa en su automóvil. Cuando le explicó al joven que desconocía del programa y pidió que le explicara el modo de pago, lo único que le contestó fue que “toda la información estaba en internet”. Juan se quedó con la multa y sin una respuesta favorable, porque él no sabe usar internet.Olivares González señaló que también se excluye a las personas que no tienen una tarjeta de crédito o débito, y si se quiere hacer una recarga en un negocio, no siempre es práctico, porque si es muy temprano o muy tarde, los establecimientos afiliados no están abiertos.Mencionó que programas como este tardan en ser adoptados completamente por la población, sobre todo para los que no son “nativos digitales”. Además, se debe ir perfeccionando en cuestiones técnicas y de inclusión.Era la primera vez que utilizaba la aplicación de Parkimóvil. Desde meses atrás ya estaba descargada en su teléfono, pero nunca había tenido la necesidad de darse de alta y utilizarla, hasta que ese día llegó.Regina quedó de verse con un par de amigos en un bar de la zona de Chapultepec. Llegó a tiempo a la cita, que era a las 19:00 horas. Encontró un espacio justo a unos pasos del bar y, como no quiso dar de alta su tarjeta al haber sufrido anteriormente un problema de clonación en otra aplicación, no tuvo de otra más que buscar un comercio afiliado para pagar y sumar más horas a los 20 pesos de saldo que le dio la aplicación por ser nueva usuaria.Desde antes de llegar revisó en qué establecimientos podía hacer el pago, por lo que ya lo tenía ubicado. La sorpresa fue cuando llegó a uno, a cuadra y media de donde se estacionó, y le dijeron que ya no estaban afiliados al programa de “Aquí hay lugar”.Caminó otras dos cuadras para encontrar una tienda donde supuestamente también podían recargarle saldo, pero ya estaba cerrada. “Imagínate, con el miedo que me da caminar por esa zona por los robos, y te hacen caminar mucho, primero, para ver en qué zona estás, y luego para buscar los lugares, que algunos ya no existen”.Recorrió otras dos cuadras, atravesó la avenida Chapultepec y por fin encontró un negocio donde tenía el letrero de “Aquí hay lugar”.El encargado del negocio le dijo que ya no prestaban el servicio y tampoco un par de comercios cercanos que anteriormente estaban afiliados, a unas cuadras de allí.Regina perdió más de 30 minutos en caminar y buscar un lugar dónde recargar saldo, pues tampoco pudo hacerlo en una tienda de conveniencia a la que acudió. Su idea de durar más de dos horas en el bar no se cumplió y tuvo que irse antes para que no la multaran, ni a ella ni a sus amigos, que también habían tenido problemas para hacer el pago del parquímetro.La directora de Movilidad de Guadalajara, Valeria Huérfano, indicó que el Ayuntamiento se encuentra en el análisis de las estrategias que inviten a los negocios a incluirse al programa, sobre todo para las personas que no cuentan con un teléfono inteligente, que no quieren hacer pago con tarjeta y prefieren hacerlo de manera directa en el comercio.“En la disponibilidad de negocios estamos generando estrategias porque, por ejemplo, una taquería se da de alta porque les da gusto que habrá rotación (de autos), pero cuando llega su hora pico se les satura de gente y dicen: ‘Yo no puedo vender’. Tiene el letrero, la gente llega y no la atienden”.La idea es dar incentivos en materia de publicidad o fiscal a estos negocios afiliados, pero también propiciar que más comercios se sumen.Reconoció que es necesario tener una mejor disponibilidad de comercios estratégicos. “Tenemos cuadras repletas de negocios y luego tienes una cuadra que no tiene… es responsabilidad de la empresa la afiliación de nuevos negocios”.Fernando García de Quevedo Nájar (académico del TEC de Monterrey)Fernando García de Quevedo Nájar señala que la implementación de los parquímetros virtuales es una buena estrategia para desincentivar el uso del automóvil y provocar una rotación de los vehículos en los espacios para estacionamiento.No obstante, advierte que el “talón de Aquiles” del Ayuntamiento es la inseguridad en diversos sentidos. Uno de éstos es el de evitar caminar en las calles debido a la inseguridad, pero otro es la falta de una red de infraestructura de ciclovías conectadas.“Ya lo hemos comentado en muchos foros, que la red de ciclovías ahorita es una red prácticamente inconexa, la única vez que hay una red completa que comunica a la ciudad de Oriente a Poniente, es los domingos en la Vía RecreActiva”.El esfuerzo de integrar la tecnología e innovación a un tema como el estacionamiento público “es bueno”, pero debe ir acompañado de más trabajos que de verdad hagan que la persona deje el automóvil para tomar el transporte público, usar la bicicleta o caminar.“Cuando nosotros, como usuarios diarios del automóvil, vemos facilidades de estacionamiento a costos muy baratos o nulos, hacemos un uso o abuso del espacio público, que es lo que sigue ocurriendo, ya menos, en las zonas con alta demanda de usuarios por servicios, como las colonias Americana, Ladrón de Guevara”.Hace dos semanas, Rafael Curiel fue a cenar a un restaurante en la colonia Americana. Estacionó su automóvil en la calle Moscú y utilizó la aplicación de Parkimóvil para agregar saldo por el tiempo en que estaría. De pronto, un “apartalugares” se acercó y le quiso cobrar 30 pesos para “cuidarle” el coche, pero él respondió que no.También le aseguró a Rafael que el personal del programa “Aquí hay lugar” del Ayuntamiento de Guadalajara dejaba de pasar por las tardes, por lo que no era necesario que le agregara saldo y lo mejor era que le pagara a él.Rafael se negó y se fue a cenar, pero cuando regresó vio que tenía uno de sus cristales quebrados y no estaban dos chamarras que traía en el coche. Su carro fue el único afectado en esa cuadra.A pesar de la implementación del programa en siete zonas de Guadalajara, no se ha podido eliminar por completo a los “franeleros” que piden dinero a los automovilistas. Esta situación es reconocida por parte de la directora de Movilidad municipal, Valeria Huérfano, quien invitó a los ciudadanos a no dejarse extorsionar por estos sujetos, y a los encargados de los negocios a no permitir que los “apartalugares” se apropien de las zonas. “Los comerciantes, en muchos casos, los empoderan, porque también se sienten seguros de tener una persona afuera. Creemos que, con la regulación, la presencia de agentes, el estar caminando en la zona y que las calles estén más ordenadas, pues ellos poco a poco irán migrando”.Mencionó que se tiene comunicación con la Comisaría de Guadalajara para que se sancione a los “viene viene” que exigen dinero para dejar estacionar a los conductores, o también que apartan con cubetas los espacios.La presencia de los “franeleros” continúa en la mayoría de las siete las zonas donde hay parquímetros virtuales: Arcos Vallarta, Lafayette, Libertad, Americana, Centro, Obregón y Medrano.Los encargados de un negocio de la calle Morelos, en su cruce con Chapultepec, denunciaron que dejaron de prestar el servicio de recarga de tiempo de parquímetros, debido a que los “apartalugares” eran los principales “clientes” de los automovilistas. Por ejemplo, Rocío Ramírez cuenta que los “viene viene” llegaban con listas de hasta 20 placas de vehículos para que el negocio les recargara una hora a cada uno, mientras ellos ya habían cobrado 50 pesos de tarifa al ciudadano.“Los ‘apartalugares’ son los que tienen controladas las zonas, ellos son los que rentan, de alguna manera, el espacio a los vehículos, y las personas ya no vienen a comprar con nosotros. Le pagan al ‘viene viene’ porque supuestamente ellos le van a poner dinero. Es una mafia”.ReacciónLa Comisaría de Guadalajara informó que mantiene comunicación directa con los comerciantes y empresarios para atender inmediatamente los reportes de personas que pretendan cobrar porque una persona se estacione en un espacio de “Aquí hay lugar”. A pesar de que se trata de una falta administrativa, no dieron a conocer cuántas retenciones se han hecho por esta causa.Sigue: #DebateInformador¿Qué opina del sistema de Parkimóvil en Guadalajara?Participa en Twitter en el debate del día @informador