Como pocos tianguis en Guadalajara, el de Miravalle lucía ordenado y con el piso limpio hacia el mediodía del miércoles, pese a la gran cantidad de clientes que ya lo habían visitado. Arturo Meza, uno de los comerciantes, justificó que esa imagen se debe a que el lugar forma parte de los llamados tianguis modelo. “Fue un cambio de 180 grados, ya está más organizado. Hay tripiés para la basura, baño portátil, y además pasa, aunque esporádico, pero pasa la Policía municipal”. Sin embargo, no todos los tianguis tapatíos cuentan con dichas condiciones, ya que esta administración municipal no logró alcanzar la meta fijada para 2017 de convertir en tianguis modelo 40% de los 165 espacios que existen en Guadalajara, reconoció Pedro Martínez Ponce, el director de Tianguis y Comercio en Espacios Abiertos. “Sí, nos faltó para llegar a la meta”. Serían al menos 66 los espacios que debían operar bajo ese sistema al concluir el año pasado, más los que se sumaran en este periodo. En cambio, a la fecha sólo hay 19. Los tianguis modelo se caracterizan principalmente por tener espacios bien delimitados, contenedores para la recolección de la basura, baños públicos, comerciantes con tarjetón y sistema de pago electrónico y, lo que para los entrevistados es principal: seguridad pública. Una de las principales razones por las que aún no se ha implementado el modelo en más tianguis es tecnológica. Pedro Martínez explicó que no llega la señal de los equipos con los que los administradores de los tianguis revisan que los comerciantes realizaron sus pagos, pero afirmó que es una exigencia que se hace a la empresa que se encargará de habilitar los sistemas.El pago electrónico es fundamental para que un tianguis modelo sea considerado así, pues de esa forma se combaten los pagos discrecionales. En el resto de los espacios, los comerciantes deben pagar un boleto directamente a los empleados de la Dirección de Tianguis que pasan por la mañana, quienes además pueden “ofertar” a discreción los lugares que no se ocupan. En cambio, al contar con un tarjetón, los comerciantes acuden a pagar en los módulos de la Tesorería sus permisos por día, por mes o por el tiempo que quieran, y así los administradores sólo llegan a revisar que esté pagada la jornada en cuestión. No obstante el rezago, Martínez informó que ya existen otros 92 espacios preparados para el arranque, lo que se espera sea retomado por la administración entrante.Dadas las bondades de regular los mercados ambulantes de Guadalajara con el programa de tianguis modelo, el actual Gobierno municipal buscará que la siguiente administración le dé continuidad, expuso Pedro Martínez Ponce, el director de Tianguis y Comercio en Espacios Abiertos. “En la agenda no está relajarnos. Seguimos regularizando y seguimos trabajando. Lo que he estado platicando con el presidente municipal electo (Ismael del Toro Castro) es que le estamos echando las ganas para seguir mejorando. Hay un área de oportunidad grandísima que tenemos que seguir trabajando, pero ya será una decisión de la siguiente administración”. Actualmente, bajo este esquema funcionan 19 tianguis que se caracterizan por tener cada uno de los espacios comerciales delimitados con balizamiento, contenedores de basura para clientes y comerciantes, patrullajes y baños públicos, además de que los pagos son directos a la Tesorería, con lo que se impide la corrupción.El programa inició el 16 de noviembre de 2016 en el tianguis de Miravalle y concluyó ese año con otros nueve espacios habilitados. En enero de 2017, Martínez anunció que otros 15 se sumarían a la segunda etapa y adelantó que esperaban que al menos 40% de los 165 mercados callejeros que hay en la ciudad operara bajo ese esquema antes de concluir el año. Pero no se alcanzó a cubrir la segunda etapa, pues sólo fueron nueve más. El funcionario informó que se cuenta con 92 tianguis ya listos para integrarse, y que sólo falta que les sea habilitado el pago electrónico. “Tenemos 111 listos ya con tarjetón y balizados, y dentro de estos 111 tenemos 19 que están dentro del tianguis modelo. Nos falta ‘la cereza del pastel’, porque ya está todo. El mayor trabajo, la socialización y las reuniones con los comerciantes, ya prácticamente se realizó todo”, afirmó. Incluso existe la posibilidad de que más tianguis se sumen al programa antes de que concluya la administración, lo que ocurrirá en dos semanas. “Sí hay posibilidades porque ya los tenemos en ruta, pero no puedo decir que sea un hecho porque seguimos trabajando todos los días. Dependemos de un factor externo: una empresa y otras áreas de Gobierno”. Dada la importancia de los tianguis en el abasto y distribución de mercancías en las zonas con mayor densidad de población, así como en la economía de quienes han encontrado en estos espacios una oportunidad de autoempleo, las autoridades deben establecer reglas para perfeccionar su funcionamiento, concluye el estudio “El comercio tradicional en la Zona Metropolitana de Guadalajara, México. El caso de los tianguis”, de los investigadores Víctor Castillo y Suhey Ayala, de la Universidad de Guadalajara (UdeG). Dicho análisis explica que los tianguis representan “una de las mejores expresiones del comercio tradicional” que persiste no tanto por la calidad de lo que se oferta, sino por la cercanía con los compradores, al grado de que los clientes terminan por aceptar las carencias a cambio de la proximidad. “Paradójicamente, los tianguis dan pie a un complejo conjunto de prácticas y procesos de intercambio donde los clientes, e incluso los oferentes, aceptan falta de limpieza, inseguridad, mal arreglo de los puestos comerciales, baja durabilidad de los productos, mala relación calidad-precio y afectación de las vialidades públicas”. Sin embargo, la ventaja que da esa cercanía puede reducir porque hay cada vez más cadenas comerciales que abren puntos de venta en pequeños formatos. Es por eso que se deben mejorar las prácticas y la calidad de los tianguis. “Es importante recordar la actuación de las autoridades locales, en tanto los tianguis se ubican en espacios públicos y ofrecen un servicio a la comunidad, para estimular la creación y consolidación de reglas y normas que regulen las interacciones con otros actores”.Fue una mañana lluviosa la que se vivió por el tianguis de Miravalle, aunque para el mediodía el lugar ya estaba algo seco. Horas antes, los comerciantes del lado de la Avenida Artes Plásticas barrían el agua y la aventaban a los del lado de la Calle 9. Todos aseguraron haber visto mejoras desde que allí opera el esquema de tianguis modelo, aunque también advirtieron algunas faltas por parte de las autoridades. Pero su principal demanda, al menos en tiempo de lluvias, es que solucionen un problema nuevo: el de los encharcamientos. Según Consuelo, quien tiene un puesto de verdura, antes de que se remozara la unidad deportiva de Miravalle el agua no se les estancaba, pero como construyeron un dren que da directamente a Hermenegildo Bustos, ahora, si llueve, tienen que vender sobre los charcos. “Aunque deje de llover, el agua de todos modos sigue bajando y aquí estamos encharcados. (El ex alcalde tapatío, Enrique) Alfaro quedó de arreglar todos esos problemas y hasta ahorita no se han cumplido; está peor, hasta ahorita está peor”. Mónica Sánchez trabaja en su puesto de antojitos mexicanos. Malhumorada, coincidió en que también está harta del agua. “Se estanca, ese es el único problema, y supuestamente dicen que es tianguis modelo”. María Elena Mercado, vecina del lugar, tampoco ha percibido grandes mejoras antes y después de que existe el programa. “Sí pusieron los contenedores, pero deberían de ver cuando termina el tianguis: es un muladar. Si toda la gente juntara su basura... pero cuando se termina el tianguis todas las bolsas se quedan”. Pero no todo es gris. Irma González, otra vecina, sí ha visto más limpieza desde que es tianguis modelo. “Antes se veía todo muy amontonado; ahora se ve un poco más limpio, pero siguen dejando algo de basura”. Pero para Arturo Meza, otro comerciante, el programa ha mejorado totalmente el orden, la limpieza y la seguridad. Así piensa aunque le acababan de robar su camioneta. En su opinión, no está bien culpar a la Policía de todos los males, pues éstos fueron provocados por rateros. “Bien sabes que estos changos andan de tres, cuatro, y en lo que está un carajo allá desarmando, acá anda otro. Ven que uno va y se chiflan. La Policía puede llegar, pero en cuanto la patrulla pasa, roban”.No sólo entre los clientes de tianguis modelo, también los comerciantes de esos espacios tienen una demanda principal para las autoridades: seguridad. Y aunque los rondines de la Policía municipal se reforzaron en esos puntos cuando arrancó el programa, en la actualidad es muy raro verlos, según un sondeo aplicado en tres de estos lugares: el de Miravalle, el de Esmirna y el de Cantarranas. Irma González, cliente en el tianguis de Miravalle, aseguró que en ocasiones ha escuchado que se registran robos a personas en el lugar y a la fecha ella no ha visto oficiales. “A mí no me ha tocado ver, no sé si estén a cierta hora, más temprano”. Agustín Tavares, comerciante del tianguis de Cantarranas, que se encuentra sobre la calle Ricardo Palmerín, entre Adrián Puga y San Andrés, aseguró que actualmente ya no pasan los policías por las calles a ninguna hora. “Cuando recién empezó el tianguis modelo sí traían seguridad; ahora ya no”. Lo mismo en el tianguis de Esmirna, sobre la calle del mismo nombre, en su cruce con Pablo Valdez, según refirió Rosy, clienta habitual: “Falta más vigilancia porque luego hay personas que se han quejado de que los robaron aquí. Se supone que debe haber dos (policías) pero muy rara vez se los ve”. Durante los recorridos realizados por este medio en esos lugares, de un extremo al otro, no se observó a ningún oficial de la Policía de Guadalajara. El director de Tianguis y Comercio en Espacios Abiertos, Pedro Martínez Ponce, justificó que cuando no hay policías puede deberse a que atienden algún servicio o altercado relacionado con el mismo lugar.