En 2013, el Consejo Estatal de Trasplantes de Órganos y Tejidos (CETOT) se propuso la meta de que, al final de la administración, la lista de espera de pacientes que requieren una córnea quedaría en ceros. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, del aumento de las donaciones cadavéricas y la realización de más trasplantes, la meta no se cumplirá y la base de datos está en mil 475 pacientes.El secretario técnico del CETOT, Raymundo Hernández, reconoce el incumplimiento. Argumenta que el motivo principal es por la falta de recursos, pues no se puede hacer el debido fortalecimiento de la cultura de la donación. “Nos planteamos metas muy altas para trabajar a marchas forzadas para lograrlas, desgraciadamente no vamos a terminar esta lista en cero. Hace falta un Consejo con mayores presupuestos, que podamos tener coordinadores hospitalarios día y noche en todas las instituciones de salud”.Con más recursos, subraya, se podrían hacer más campañas de difusión para mejorar la cultura de la donación de órganos y tejidos, fortalecer a la institución para que tome el control de todos los procesos de donación y no se detenga ningún caso por falta de materiales o insumos; es decir, que se tenga solvencia para evitar la pérdida de potenciales donantes.Para este año, el CETOT cuenta con 14 millones 200 mil pesos, de los cuales, 10 millones se van al pago de sueldos, por lo cual queda poco para su misión. “Lo demás está distribuido tanto en promoción como difusión, donde tenemos un millón de pesos; otro millón en el Congreso Nacional, porque seguimos siendo referencia en enseñanza y capacitación. Tenemos cerca de otro millón para la operatividad del Consejo… y nos queda un poco más de un millón de pesos que se destinan al pago de los coordinadores hospitalarios”.Para mejorar el panorama, acentúa, se requiere al menos el doble de presupuesto, sin contar el pago al personal y la capacitación constante.Del 2013 al 2017, en Jalisco se han realizado mil 097 trasplantes de córnea.El secretario técnico del Consejo Estatal de Trasplantes de Órganos y Tejidos (CETOT), Raymundo Hernández Hernández, señala que la necesidad de una córnea es multifactorial. Sin embargo, en los jóvenes está directamente relacionada con lesiones traumáticas por accidentes en el que se lastima el lente anterior del ojo, que forma una cicatriz y va modificando la anatomía de la córnea.“Podemos decir que la gran mayoría de las personas, más del 50% de los que esperan un tejido corneal, se encuentran en una óptima edad productiva, entonces, por eso la importancia de seguir fomentando la donación de tejidos”.Otra de las principales causas es congénita, como la enfermedad queratocono, que también va alterando anatómicamente el tejido corneal para quedar en forma de cono, por lo que es necesario reemplazar la córnea. También hay enfermedades virales como el herpes y citomegalovirus, que dañan el tejido y hacen que la persona requiera de una nueva córnea.A pesar de que no se ha logrado disminuir a cero la lista de espera de pacientes en el Estado, refiere que la meta para el cierre de la administración es bajarla en 20 por ciento.La lista al inicio de la administración estatal (2013) era de mil 863. Actualmente hay mil 475 nombres.Cada año, las instituciones de salud públicas y privadas del Estado realizan alrededor de 200 trasplantes de córnea. Además de bajar la lista de espera, se buscará aumentar el número de intervenciones a 300.¿Para qué sirve?La córnea es un tejido transparente en la parte anterior del globo ocular y delante del iris, cuya función principal es proteger al ojo de cualquier agente del exterior, así como ser un lente para el ojo.Para que una donación de órganos o tejidos se pueda llevar a cabo debe existir el consentimiento de la familia con los médicos. No importa si el fallecido comentó en vida que su idea era ser donador: si no existe la aceptación de los familiares, la donación de órganos no puede efectuarse.Este es uno de los principales obstáculos para lograr una donación exitosa, asegura el especialista en trasplantes de córneas, Juan Carlos Ochoa Tabares, aunado a la falta de información sobre la bondad de donar órganos y tejidos.“Las personas debemos tener el conocimiento de que donar órganos es una buena idea, y esa voluntad la tenemos que transmitir a nuestras familias. Si yo quiero ser donador, le tengo que decir a mi familia que yo quiero ser donador, porque cuando muera no tendré la capacidad de expresarlo y mi familia tiene que cumplir con mi voluntad”.Menciona que Jalisco es una punta de lanza en el país en términos de promoción y trazabilidad, aunque sí debe crecer el concepto de la “cultura de la donación” para aumentar las tasas de trasplantes.Para Ochoa Tabares, un área de oportunidad en materia de donación de tejidos, como la córnea, es que exista más difusión de parte de las autoridades y el sector salud. Sin embargo, esta información debe ser clara, precisa, manejable para todas las personas y a la mano de todos.“Que en las áreas sensibles de los hospitales tengamos estos mensajes a la vista, para que no resulte en una agresión a las personas dolientes que están a punto de perder a su familiar o que ya murió… que nos sientan la presión de donar los órganos cuando están pasando por el momento difícil”.El experto pide a la gente que no se deje llevar por mitos alrededor de los trasplantes en general, pues eso sólo desinforma y provoca más resistencia.Hizo énfasis en la donación multiorgánica, es decir, que no solamente se decida donar las córneas sino también los órganos y tejidos como la piel, que sirve a una gran cantidad de personas.Cuando Edgar Ramírez tenía 19 años de edad, el médico le informó que debido a un problema congénito en uno de sus ojos, era necesario un trasplante de córnea porque, de lo contrario, iría perdiendo la vista hasta quedar ciego.La primera reacción al escuchar la noticia fue de miedo, de conflicto interno y de un total desconocimiento sobre el tema.Su problema se llamaba queratocono, el cual fue diagnosticado en el Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”. Sin embargo, los primeros síntomas pasaron desapercibidos para él.“Para toda persona, independientemente de la edad, hay un conflicto emocional, porque lo primero que piensas es: ‘Un trasplante son ligas mayores, es algo delicado’. Sí te pega porque tu condición de vida se está viendo afectada”.Edgar no ingresó de manera inmediata a la lista de espera, debido a que había antecedentes de problemas administrativos dentro del nosocomio, por lo que del diagnóstico al momento del trasplante pasaron cinco años.Su trasplante y el de otras tres personas se lograron gracias a un convenio que el hospital tenía con el Banco de tejidos del Estado de México, de donde provenían las córneas.“A diferencia de otras personas que sí pierden la visión, yo podía ver con un ojo, por lo que no tenía mucho problema, pero, en mi caso, si no me operaba la córnea se iría deformando”.Comenta que una de las peores reacciones al saber que tenía que realizarse un trasplante fue al saber que la córnea debía ser de un cadáver.“A diferencia de un riñón, que puede donarlo una persona viva, aquí sí estás consciente de que la persona que te va a donar es porque fallece. El único dato que yo sabía es que era una persona de 24 años, del Estado de México. Sí es un shock el saber que es algo que no te pertenece, que es de otra persona”.Hasta el momento, el organismo de Edgar ha tenido buena aceptación hacia la córnea que le fue trasplantada y no ha presentado ningún rechazo al tejido.Su vida fluye de manera normal, recuperó la visión de su ojo y tiene la ayuda de un lente. Actualmente imparte clases de ciencias políticas y mercadotecnia.“Mi vida después del trasplante ha sido normal, puedo ir a correr, al gimnasio, jugar futbol… al menos no he tenido rechazo en estos siete años”.En estos últimos meses de la administración estatal, el CETOT retomará la campaña “En Jalisco, donar se ve bien”, con la que se informará a la población sobre las bondades de hacer la donación de tejido corneal y se hará sensibilización al respecto.También se firmará un convenio con la Secretaría de Movilidad (Semov) para fomentar la cultura de la donación en las licencias de manejo, así como otro con la Universidad de Guadalajara (UdeG) para hacer trabajo de la sensibilización en los centros universitarios.Durante el 2017, en Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco realizó 73 trasplantes de córnea, casi el triple de los que se lograron en 2012, cuando se hicieron 23 procedimientos.Desde hace seis años, este tipo de trasplantes han tenido incrementos importantes. Y para este 2018, la meta es aumentar en 30% o más el número de cirugías, informa la oftalmóloga del Hospital de Especialidades, Beatriz Alvarado Castillo.Para lograr esto, parte de la estrategia es contar con procuradores que puedan tomar el tejido corneal ellos mismos, y así disminuir el tiempo en el proceso de solicitarlo a la familia y extraerlo.La figura del procurador de órganos y tejidos siempre ha existido, pero al recibir una capacitación especial para hacer la toma corneal, podrán acceder al tejido sin necesidad de esperar al oftalmólogo y captar más potenciales donadores.Actualmente hay procuradores con esta capacitación en los Hospitales Generales Regionales de las Zonas 110 y 180, donde ya hicieron la toma del tejido corneal.Próximamente se contará con una figura así en el Hospital 46, en el de Puerto Vallarta, en el de Pediatría y en el Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO).“Todos tienen el puesto de coordinadores hospitalarios de donación, pero van a tener la capacitación, todos son especialistas. La finalidad es incrementar las procuraciones porque ellos, al ser coordinadores, identifican al potencial donador”.Se espera que los cuatro coordinadores estén totalmente capacitados para que en abril estén en condiciones de empezar a hacer estas procuraciones con extracción corneal.En el Hospital de Especialidades del IMSS se tiene una lista de espera de mil 022 personas de 16 años en adelante, que requieren una córnea. El Hospital de Pediatría cuenta con su propia lista de espera para atender a niños.La mayoría de los pacientes de Especialidades está en edades de 55 años en adelante, aunque también se cuenta con un grupo de jóvenes de entre 25 y 40 años.Sigue: #DebateInformador¿A qué atribuye la negativa de los familiares para donar los órganos de sus muertos?Participa en Twitter en el debate del día @informador