El trabajo fotosanitario

Mucho que hablar del tema. Entre nosotros que no nos caracterizamos en el concepto de la continuidad que ahora el mundillo político utiliza el termino sustentabilidad, lo cierto es que en el pasado a la materia, se le llamó primeramente “defensa agrícola” y luego sanidad vegetal. Para efectos de que nos entendamos preferimos, en la presente colaboración el término fitosanidad; creyendo que es más acorde par entender que se trata de la salud de los organismos vegetales.

La fitosanidad incluye a las múltiples y diversas familias de hongos patógenos; igualmente a las familias de insectos; así como a la disciplina que es la bacteriología, porque, la planta bajo cultivo o no puede ser susceptible a la afectación por daños directos de todos los organismos que arriba mencionamos; si bien, debemos tomar muy en cuenta los aspectos específicos de cada caso. Como en la colaboración próxima pasada (El Informador, domingo 27 de marzo del 2011) expusimos: los porqués, vaya en la presente, una descripción que, aunque sencilla, no dudamos que este al alcance de nuestras inquietudes como productores de plantas, por conocer comportamientos más allá de rígidas indicaciones.


LAS BACTERIAS

Organismos estos no acabados de conocer por los productores agrícolas que en principio son los primeros afectados en su bolsillo; y, afectados en segundo término con la presencia de organismos como es el caso de los que estamos subtitulando que afectan la funcionalidad toda (sic) del organismo vegetal.

Las bacterias como los otros organismos ya mencionados, constituyen familias también altamente especializadas. Los daños para efectos de diagnóstico se manifiestan en los distintos órganos aéreos de la planta, o bien, en el sistema radicular. Las épocas de su aparición son igualmente variables de acuerdo a los cambios ecológicos tanto aéreos como de suelo; o bien, las fuentes de diversa índole de su nutrición que bien garantice la generación o las generaciones de la especie.

Los técnicos (con honrosas excepciones), manejamos muy ligeramente la sintomatología manifiesta en la planta y, fácilmente recurrimos a la aplicación de algún “bactericida”, que se pueda adquirir en el mercado de los insumos pesticidas.

El tratamiento de las bacterias es más exigente para el manejo en el laboratorio, que lo son hongos e insectos. Vamos pues al grano esperando que nuestros amigos productores tengan en nuestra exposición un auxiliar para la solución de los problemas de bacteriosis en sus cultivos.


IMPORTANCIA

En la naturaleza.- las bacterias benéficas para nuestra tranquilidad son mucho más abundantes que las nocivas, pese a que en concepto común casi siempre se relaciona los términos bacteria y microbio (micro-bio organismo pequeño) con las enfermedades y, en cambio, presta poca atención a las numerosas bacterias que desempeñan un papel importante en el mantenimiento de la vida en nuestro planeta, expresándonos de una manera general.

Los restos de los vegetales, así como los cadáveres y excreciones de los animales, permanecerían casi inalterados si los microorganismos no intervinieran en su desintegración trasformándolos en sustancias que pueden ser aprovechadas por nuevas formas de vida. Debido a la intervención microbiana, la materia orgánica se mantiene en constante cambio; si las bacterias y otros microbios no transformaran los restos vegetales y animales, (según indicó Pasteur), en poco tiempo la tierra sería un inmenso cementerio de cadáveres que impedirían la vida de nuevos organismos.

La transformación de la materia orgánica, mediante acción microbiana, es importante en el mar, en las aguas dulces y en el medio terrestre, para mantener la economía del ambiente biológico. Para nosotros los agricultores tener un suelo de cultivo abastecido con cinco o siete kilos inclusive, por metro cuadrado es indispensable y es, otro de los porqués ya mencionados en la anterior colaboración.

En un  principio, la bacteriología (hacemos remembranzas) fue simplemente una ciencia auxiliar de la medicina y, por tal motivo, el hombre solo tomó en cuenta la acción patógena y perjudicial de las bacterias, casi sin advertir el papel importantísimo que desempeñan las mismas en beneficio de la humanidad y, en general de todos los seres vivos. En un balance de la vida microbiana, podemos afirmar que son más abundantes los microbios útiles  que los perjudiciales o patógenos; aún estos últimos pueden ser controlados, e inclusive existe la posibilidad de sacar de ellos algún provecho, por ejemplo, del fenómeno de la antibiosis.

Los ciclos químicos de todos los elementos indispensables para la vida como el carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, azufre etcétera no podrían completarse faltando los microbios específicos que efectúan una determinada transformación de la materia; la consecuencia de la falta de actividad microbiana, sería la acumulación de un material determinado que solo puede eslabonarse con otras sustancias del ciclo mediante catálisis biológica efectuada fundamentalmente por las bacterias y otros microorganismos.


TESTIMONIOS

Hay pruebas de que las bacterias existieron desde las primeras etapas de la era paleozoica (si se nos permite sugerimos la consulta del diccionario para el significado del término), y hay huellas definidas de su presencia en el carbonífero, pudiéndose notar su acción sobre plantas y peces fósiles. A través de las diferentes etapas geológicas, las bacterias han desempeñado un papel muy importante en la formación de depósitos ferruginosos (concreciones de hierro el ejemplo esta en los suelos rojos), azufrosos, calcáreos, etcétera. Por ser un país con características volcánicas algunas de las acumulaciones de materiales geológicos se ven depositadas en zonas con tierras de cultivo con las coloraciones correspondientes. Como el cultivo sobre este tipo de suelos le ofrece dificultades al agricultor es conveniente conseguir la asesoría respectiva, de tal manera que, su distribución en el tiempo, sus diversas y numerosas actividades durante toda la vida de la tierra y del hombre, son de capital importancia para el geólogo el paleontólogo y el antropólogo. Las bacterias pues tienen una presencia tan antigua  que apenas ahora en los últimos cincuenta años, se han tomado en cuenta como organismos presentes en la vida de los vegetales.


EN LA AGRICULTURA

El hombre ha sacado provecho de las actividades microbianas desde las primeras épocas de su existencia, ya que indirectamente la vida vegetal y animal depende de las bacterias. En la época moderna (los últimos cien años) el control de los microbios útiles le ha permitido multiplicar la producción y la calidad de los frutos que le brinda la naturaleza, y podemos considerar que los agricultores tanto como los ganaderos siempre trabajan aun sin saberlo, con la ayuda de numerosos millones de estos seres microscópicos, que son capaces de transformar las proteínas, los polisacáridos, (el agave mezcalero es un polisacárido), las grasas, etcétera, en sustancias sencillas que pueden ser asimiladas por las plantas.

El fenómeno (¿?) de la nitrificación, que consiste en la formación de nitratos y sales de amonio, a partir de las proteínas y otros compuestos nitrogenados, mediante una serie de procesos complejos de tipo bioquímico, depende, en su mayor parte, de la existencia de las bacterias. Al tratar lo referente a la fisiología de estos organismos, hemos de indicar asaz en otra colaboración de este pequeño serial indicaremos con más detalle los cambios químicos que se verifican en las distintas fases de la nitrificación, proceso que sostiene la vida de los vegetales superiores, que toman el nitrógeno del medio principalmente en forma de nitratos  y sales de amonio.


LA BACTERIOLOGÍA DEBE INTERESARNOS

La bacteriología agrícola es una ciencia de hace apenas unos ochenta años, cuyo futuro es importante, por que de ella se puede obtener información respecto a la fertilidad del suelo y, por lo tanto, la capacidad del mismo para suministrar alimentación a los animales y al hombre. La agrobacteriología o sea la ciencia que estamos comentando, incluye el estudio de los tipos, las actividades y la ecología de las bacterias del suelo, sus relaciones y su papel e importancia en los procesos que se presentan en este medio biológico y sus aplicaciones a la agricultura; por lo tanto, los agrónomos, los agricultores, los químicos agrícolas, los biólogos ambientalistas del medio, y los investigadores, encuentran en esta ciencia un interés especial ya que  por ejemplo, el estudio de los microbios del suelo ha conducido al hallazgo de algunos que producen antibióticos como la estreptomicina (el uso y la aplicación de productos pesticidas que además contienen estreptomicina nos ha sido de gran auxilio cuando sospechamos la presencia de ciertas bacterias en el cultivo), la cloromicetina y la terramicina, eficaces en el tratamiento de diversas enfermedades de plantas y animales útiles, así como del hombre mismo.