| Discursos, aplausos y ovaciones de pie Por: EL INFORMADOR 21 de mayo de 2010 - 23:00 hs Por Genaro Lozano Twitter @genarolozano NUEVA YORK, EU,.- Bien dicen que nadie es profeta en su tierra. Felipe Calderón entró a una sesión conjunta del Congreso y tuvo un caluroso recibimiento. Su discurso a la Nación recibió seis ovaciones de pie, tanto de congresistas del partido en el poder como de la oposición. El Presidente habló de sus sueños, de un futuro próspero para México, de sus logros, de una guerra (justa) que “costará” mucho dinero y muchas vidas humanas, ante un auditorio de legisladores que fue receptivo. Me falta decir algo, ah, claro: esa Nación no era México, sino Estados Unidos, y el auditorio no era el Congreso mexicano, sino el estadounidense. Para la prensa mexicana, la imagen de un Calderón ovacionado en el Congreso estadounidense es lo que se queda impreso. Acostumbrados a la estridencia de nuestro Congreso, nos parece un logro que el Presidente mexicano sea ovacionado de pie seis veces en un Congreso. Como si las 19 veces que ovacionaron los congresistas estadounidenses al ex primer ministro británico Gordon Brown en 2009 no existiesen. En términos de sustancia, el mensaje que Calderón llevó fue el de pedirle al Congreso estadounidense que vuelva a poner en práctica una ley que prohibía la venta de armas de asalto, que estuvo en vigor por 10 años y que no pudo ser extendida en 2004, pese a que la senadora de California Dianne Feinstein, intentó una extensión. Incluir la parte social a la guerra contra el narcotráfico parece sólo una reacción a la estrategia presentada por Obama para atacar el consumo en su país. Reconocer que la guerra contra el narco ha causado abusos a los derechos humanos en México, y prometer que se “tomarán medidas para proteger los derechos humanos de los mexicanos”, suena muy bien como declaración, pero empieza en los hechos por humanizar a un Gobierno que llama las muertes de civiles, como los niños Bryan y Martin, como un “daño colateral”. Seguir ignorando el debate serio sobre la legalización de las drogas, al que se han sumado ex presidentes de México, Brasil y Colombia, y académicos de todo el Continente, es condenar a México y a Estados Unidos a repetir el mito de Prometeo. Dejarle de temer a la incidencia en la política estadounidense con cabildeo a través de empresas, acercamiento a las organizaciones Mexico-americanas, aprender a comunicar bien la política exterior, sin opacidad, y considerar una estrategia distinta de combate al narcotráfico, sería lo novedoso en nuestra relación con América del Norte y con el mundo. Reconocer todo ello sería el discurso que se esperaría de Calderón, ya el segundo presidente mexicano emanado del Partido Acción Nacional (PAN). Diez años después del parteaguas democrático de 2000, ese discurso no llegó. Temas Genaro Lozano Lee También Sociales: Nicolás Íñiguez cumple 3 años Sociales: Willy y Pedro Pizá, cincuenta años de amor y complicidad Chucky Lozano: ¿Está dolido por no aparecer en la Copa América? Sociales: Halloween Party, babys & toddlers festejan con increíbles disfraces Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones