| Defendiendo la salud de los cultivos Por: EL INFORMADOR 30 de abril de 2011 - 23:00 hs Los organismos vivientes en dos de los tres reinos clasificados, en este caso nos atenemos al reino animal en donde se incluye a la especie humana, y al reino vegetal, forman comunidades de acuerdo a las condiciones ecológicas así como a las facilidades de encontrar alimentos y en el caso específico del hombre que pasa a sedentario después de haber sido nómada, producirlos y ello es un factor que asegura la continuidad de las especies; ésta, produce generaciones. En la presente colaboración de esta página dominical continuamos exponiendo en una temática muy específica, cómo proteger la salud del vegetal que cultivemos ya que dicho estado saludable ha de reflejarse en la calidad de las cosechas como base alimentaria del ser humano. Un organismo adecuadamente nutrido tendrá por lógica mayor resistencia a los adversos que tenga que enfrentar; algunos de éstos generalmente se manifiestan como enfermedades que afectan el organismo de diferente manera y las bacterias de toda índole, son causa de los desarreglos orgánicos sin que desde luego, olvidemos los hongos patógenos. CONTINUEMOS PUES CON EL SERIAL TEMÁTICO… En cualquier caso es mejor prevenir que curar. Distribución ecológica y medios en que viven las bacterias.- las bacterias son quizás los organismos más ampliamente repartidos en la naturaleza, pero las especies tienen una distribución bien definida según los factores ecológicos del medio y las necesidades metabólicas de las mismas sitio o lugar y comida pues. Esta basta distribución también la han presentado las bacterias en otras épocas geológicas, de tal manera que su distribución en el tiempo y en el espacio ha sido muy importante.¡nada más recordemos al Penicillium descubierto en tiempos de la segunda guerra mundial. Sobre el metabolismo bacteriano hay mucho que decir para hablar de el en detalle, dejaremos espacio en colaboraciones donde tratemos la fisiología de estos organismos. Así que por lo pronto pongamos nuestro interés en dos grandes grupos de bacterias: el de las autótrofas y el de las heterótrofas (con el simplismo que caracteriza ala expresión campirana, son pues organismos que se nutren por si mismos y organismos que dependen de otros para su nutrición); en el primero se incluyen aquellas que no requieren sustancias orgánicas complejas para su desarrollo, debido a que pueden sintetizarlas, y en el segundo las que necesitan dichas sustancias en el medio. En ambos grupos encontramos una gradación desde las bacterias autótrofas hasta las parásitas estrictas, existiendo tipos de transición entre las distintas formas de vida, así como en lo relativo a la capacidad de adaptación a un medio determinado. Por otra parte, algunas especies pueden soportar diversos medios; en cambio otras son muy exigentes y solo prosperan cuando se reúnen determinadas condiciones ecológicas que establecen un ambiente propicio. Como ejemplo solo que en insectos por las condiciones de primavera aparecen en el aguacatero y en cítricos y también en el duraznero la araña roja y la mosquita blanca, succionadores que afectan el mecanismo de traslocación en la etapa de la misma que presentan todos los vegetales. Los factores ecológicos que influyen en forma más directa sobre el desarrollo de las bacterias son los siguientes. 1º Humedad.- todas las bacterias requieren cierta cantidad de agua en enmedio para desarrollarse. La desecación motiva la muerte de las células, amenos que estas posean envolturas impermeables que eviten la pérdida del agua en el protoplasma o que produzcan formas de resistencia capaces de soportar condiciones adversas, como son algunos tipos de esporas; sin embargo, estas últimas también requieren cierto grado de humedad para germinar y reproducirse. Con un comentario de la experiencia de campo técnicos y productores debemos abocarnos (sic) a conocer la especie vegetal que manejamos y el medio en que esta se encuentre; por ello debemos estar muy pendientes de la época en que debemos restringir los riegos. Caso de Manguifera (árbol de mango) que en floración iniciada debe tener restricciones de riego; si bien, debemos considerar ese tiempo de restricciones que de ninguna manera debe alargarse. 2º Oxígeno y bióxido de carbono.- la presencia o ausencia de oxígeno es un factor de capital importancia, ya que determina la distribución de las bacterias aerobias, anaerobias y facultativas. Es decir aquellas que requieren de la luz para su síntesis y las que requieren oscuridad para la misma función; debido a ello es que se manejan los términos fotosíntesis y quimiosíntesis. El bióxido de carbono también influye en el metabolismo; por ejemplo (con permiso de los especialistas de la medicina clínica por la cita, pero los agrónomos estamos obligados a conocer estos aspectos) el microbio de la meningitis (Neisseria meningitidis) crece mejor nos dicen los microbiólogos especializados en una atmósfera que contenga 10 % de dióxido de carbono; por otro lado, las bacterias autótrofas elaboran sus materiales orgánicos tomando como materia prima este compuesto o las sales que de el derivan, como son los carbonatos y bicarbonatos. En el agua para riego es indispensable que tomemos muy en cuenta los resultados de análisis en donde aparecen ambos materiales mencionados; pues ese solo hecho auspicia la presencia proliferada de bacterias de quimiosíntesis o anaeróbicas. 3º Temperatura.- una amplia escala en la que en general las bacterias se desarrollan entre 5 y 60 º centígrados, pero existen distintos tipos según las temperaturas óptima, mínima y máxima de su desarrollo e inclusive podemos entender su clasificación en tres grupos de acuerdo con este factor: psicrófilas del griego psychrós que significa frío y philos que significa amigo, mesófilas del griego mésos que significa lo que esta en medio, intermedio, mediano y philos (por ejemplo el término mesoamérica muy utilizado en las ciencias de la antropología y la paleontología),y termófilas del griego thermós igual a cálido, caliente y philos. Las bacterias psicrófilas son aquellas que se desarrollan bien a temperaturas bajas inferiores a 10 º centígrados con un mínimo de 0º centígrados y un máximo de 30º C, su temperatura óptima es de 15-20º C. para estar posesionados en el manejo de esta información debemos instalar cuando menos un termómetro de mínima y máxima, cuya lectura de grados temperatura se hace diariamente a las 8 de la mañana. Las bacterias mesófilas son las que crecen mejor a temperaturas moderadas con un mínimo de 5-25º C y un máximo de 40-45º C; siendo su temperatura óptima la de 25-40º C. Las bacterias mesófilas pueden dividirse en dos grupos: el de las oicófilas del griego oikos que significa casa y philos con una temperatura óptima de 20-25º C y que comprende la mayor parte de las saprófitas y el de las somatófilas del griego sómatos que significa cuerpo y philos. Que se desarrollan mejor a la temperatura del cuerpo de los animales de sangre caliente, es decir entre 35-40 º C ó 37º C para las parásitas de la especie humana. El conocimiento que tengamos de la zona o región en donde nos encontremos cultivando nos dará la información del porqué se presentan los ataques de bacteriosis, o de plano se hace de una manera mínima o casi nula; es decir que mientras determinada plaga ataca cultivos en una zona determinada, en la zona en donde nos encontremos no aparecen las bacterias y, aunque su comportamiento mundial cuasi se estandariza, sin embargo los múltiples microclimas que tiene México en su vertebrada orografía es factor o son factores en la evaluación de riesgos. Las bacterias termófilas son las que se desarrollan a temperaturas elevadas, con un mínimo de 25-45º C y un máximo de 60-85º C; su temperatura óptima es de 45-55º C. Así pues tenemos que algunas bacterias toleran grandes variaciones en la temperatura del medio, por ejemplo Bacillus subtlis que se desarrolla entre 15 y 50º C con un óptimo de 25-35º C. Por lo señalado anteriormente, podemos ver que el factor temperatura es crítico para el desarrollo de las bacterias ya que algunas especies suspenden su crecimiento o mueren cuando se producen en el medio cambios térmicos fuertes o moderados. Por eso es muy común en la expresión campesina decir que “el frío acaba con las plagas”. Siendo esto relativo a la suspensión temporal de actividad de las bacterias; así que, no hay que “echarnos a dormir” y, si, establecer calendarios programados de aplicaciones de insumos pesticidas. Temas Roberto Sierra B. 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