Cultivos diversos-necesidades distintas

A modo de continuación en la temática de los seriales que hemos venido exponiendo en esta página de los domingos, creemos no poder soslayar el hecho cuasi elemental, del enigma que enfrentan los inversionistas del campo en el marco de una inversión que asaz trascienda hacia recursos económicos; también suele haber dudas respecto del futuro de cultivos y cosechas sin embargo, los productores de campo no perdemos la confianza ni mucho menos las ganas de sentirnos productores de comida.

Poco a poco y con relativa claridad, se han establecido conceptos definidos de lo que la producción agropecuaria y, en el caso que nos ocupa la agrícola; y, esto se debe sin duda a la apertura de mercados tanto locales como extranjeros en donde se avisora todo un potencial en crecimiento constante, para satisfacer las necesidades sociales de alimentación que exigen las sociedades modernas.

En este contexto nuestro estado de Jalisco  tiene todos los recursos para el negocio de los vegetales; lamentablemente la casi nula información direccionada sienta el desconocimiento natural y lógico de toda posibilidad de ganar dinero en la agricultura, la diversidad climática fraccionada en microclimas tiene una enorme ventaja que es paralela a los nuevos conceptos y criterios de espacios para administrar el territorial agrícola. Podemos y debemos de estar seguros de que todo lo que podamos producir ofrece un mercado en donde podemos incursionar y más, si nos preocupamos por informarnos el movimiento mercantil y, así podamos manejar una cuasi segura fluctuación de precios. Tal desequilibrio de los mismos se puede superar conociendo el microclima del que estemos posesionados; distancias; estado físico de los caminos; posible volumen de consumo y tiempos razonables de abasto.
    

EJEMPLOS

Es conocido por el medio rural el ciclo biológico de los “rabanitos” para su cultivo. Este producto es de gusto arraigado en el mexicano. Rabanitos se producen en todo México y sin embargo hay épocas de grande escasez de los mismos. Y si nos preguntamos porqué la respuesta es una falta de planeación o bien el desvío hacia un cultivo alterno en el mismo terreno y aprovechando las facilidades de agua de riego; aunque a decir verdad este cultivo que no requiere grandes superficies de terreno se puede hacer en época de lluvias siempre y cuando, sea cultivado en terreno de fácil drenaje y, con dominio de estructura limo arenoso.

Cuarenta días  desde la siembra a la cosecha, igual que el “frijol cuarenteño”.

Elemental e importante es conocer las necesidades nutricionales y de sanidad en el cultivo de los rabanitos (aquí podríamos sugerir también, cultivo del rábano, aunque tiene un ciclo mayor que alcanza lo sesenta y tres días como ciclo medio). ¿Qué plagas considerados insectos y hongos afectan al rabanito? El más común y agresivo es un gusano barrenador. Esta larva ataca tanto la epidermis como la pulpa cuando la cosecha esta a medio tiempo; pero si se es cuidadoso y con escrúpulos y atingencia desinfectamos nuestros suelos antes de la siembra, no tendremos problemas. Bacteriosis y fungosis son realmente excepcionales en cuanto a su presencia. Poniendo en paralelo los ciclos biológicos de la cosecha y las posibles plagas el cultivo lleva la ventaja.

En el mercado y puestos en anaquel vemos los manojos de rabanitos ofreciéndose al consumidor; por desgracia no manejamos la cultura de la selección, así que en un mismo manojo encontramos diferencia en la calidad; es conveniente que aún sin apoyo gubernamental, y por iniciativa propia nos preocupemos por ofrecer la mejor calidad de nuestro producto, adquirir en disciplina el trabajo de la selección no nos significa desembolso alguno, pues se da en el mismo manejo de cosecha, lavado y empaque. En el trabajo de lavado detectamos que en la tina para el efecto, producto flotando; es decir “un rábano bofo” y muy “enchiloso”. Ese producto no  sirve para mercado.


EJEMPLO DE OFERTA Y MERCADO

Vamos a  incluir en la presente colaboración a manera, como es nuestra costumbre de exposición, el cultivo del arroz.

Este junto con el trigo y el maíz forman tres culturas. Aunque la extensión territorial de explotación, entre nosotros no iguala en sus dimensiones a otros países, la verdad es que sí cultivamos en México los tres granos. En Jalisco tenemos zonas hacia la costa a partir de unión de tula en donde por décadas se ha cultivado el arroz. Por supuesto que estamos muy en desventaja con Sonora, Sinaloa, Veracruz, y Puebla, sin embargo, nuestros “pequeños parches de cultivo de arroz”, bien pueden satisfacer las necesidades jaliscienses con mercado de distribución, principalmente nuestra querida “Guanatos”.

El cultivo del arroz como en el banano, tiene dos opciones: cultivo de secano y cultivo inundado.

La falta de una red estructurada de información actualizada vició los criterios; por muchos años, creímos que el cultivo del arroz solo era posible con riego inundado.”El arriesgue” para hacer este cultivo lo heredaron nuestros actuales cultivadores del grano de los hacendados que en su tiempo supieron ver condiciones ideales para este cultivo el cual, (acordes con el oportunismo de la celebración del centenario), durante la revuelta dejó de hacerse muy a pesar del hambre resultado del trabajo campesino interrumpido. Los nuevos agricultores han retomado el trabajo aunque sin obtener el éxito esperado. Queremos insistir en que existen zonas y regiones con microclimas y recursos naturales que están esperando el proyecto planificado para el cultivo de arroz.


Oryza sativa L

El gran número de variedades de esta planta (¿Cuántas conocemos nosotros?) permiten su cultivo bajo las mas variadas condiciones de suelo, humedad y clima. De ahí, que para cada una de las distintas condiciones ecológicas, sea que se trate de suelos arcillosos pesados o arenosos pobres, de terrenos de secano o de inundación, de climas tropicales húmedos o semi áridos, de aguas neutras o salubres podremos encontrar siempre una variedad apropiada.

Así como se cuenta con un gran número de variedades y una extensa gama de condiciones ecológicas para este cultivo, podremos también, o igualmente, considerar datos referentes a sus necesidades de elementos nutricionales, y extracción de parte de los mismos de su suelo de cultivo.

Al respecto, es una planta que requiere de mayor cantidad de nitrógeno, menor de fósforo y más potasio que este último por hectárea.


EJEMPLO MÍNIMO

Nuestras experiencias contrastadas nos obligan a que expongamos algunos números que tocan la extracción de elementos nutricionales por la cosecha, tanto en kilos de rendimiento de grano por hectárea como de paja de la misma superficie. Si obtenemos un mínimo de 3 toneladas y media de grano, estaremos extrayendo 70 kilos de nitrógeno, de paja cosechada en la cual obtengamos un peso de 5 toneladas y media esta extrae 21 kilo de nitrógeno, de tal manera, que más o menos la cosecha extrae del suelo unos 90 kilos de nitrógeno.

En el mismo caso y correspondiente al fósforo, los números son de 17 kilos de nitrógeno en el grano 6 en la paja y mas o menos estaremos en un total de los 21 kilos.

En el potasio igualmente, para el grano son 13 kilos para la paja 57 con un total de más o menos 70 kilogramos.

Del calcio casi 2 kilos de nitrógeno 10 kilos en la paja y más o menos tendremos 12 kilos.

El magnesio tiene un comportamiento relativo de medio kilo; 10 kilos, para llegar a los 11 en total más o menos.

Considerando estos números como una base para normar criterios en las necesidades, formulaciones y dosificaciones para la nutrición del arroz, vemos la importancia de los cinco elementos mencionados; la falta por mínima que sea de uno de ellos pone en desequilibrio y riesgo tanto el ciclo biológico de la planta como los resultados de rendimiento y calidad.

Aspectos sociales del cultivo como la mano de obra son de vital importancia como factores decisivos; suponiendo que hacemos el cultivo a tierra inundada, el trasplante requiere de continuidad, por lote y cantidad de plántulas puestas en el terreno. No podemos pensar en interrumpir el trabajo programado para el día; amenos claro, que se trate de un imponderable o caso inesperado.

Una buena preparación previa del terreno el cual, debe estar libre (elemental y  lógico) de piedras. Una planta en la que debemos propiciar un buen “macoyeo” y abundante masa foliar. Requiere un largo fotoperíodo, para lograr los óptimos rendimientos en campo y calidad.