Cultivo de la cultura de producción

Lo primero es la idea; después los números, para poder desarrollar un proyecto planificado a corto mediano y largo plazo, en el cual los programas sean un factor de capacitación y disciplina para el trabajo.

Cierto que en la presente colaboración dominical hemos de poner una temática de cultivos que, sin embargo, no este alejada de las bases arriba mencionadas.


CLIMÁTICA

Que aporta los factores físicos en optimas cantidades que se antoja mencionar en orgullo de nuestros diversos climas; todos en los que se pueden hacer variados cultivos y, que además la ganadería o trabajo pecuario tiene el espacio paralelo para conjugar una economía sólida.

La falla es que no tenemos un proyecto agropecuario –lo hemos dicho ya-, en el cual se contemplen zonas y regiones específicas. Agua, la tenemos, solo que no hemos sabido como obtenerla y hacerla eficiente para nuestros propósitos de producción de cosechas, en la que cada cultivo reclama sus propias necesidades de líquido. Los suelos, ahí están esperando siempre una explotación que incluya su manejo adecuado.

Dinero para la inversión, lo ha habido, lo hay y sin duda alguna lo habrá para el futuro del campo mexicano, lo que no podemos ya, es aceptar un campo en quiebra. Hay ganas de trabajar una inversión y se cuenta con la suficiente mano de obra.

Todo lo que estamos mencionando es una realidad que se vive día a día con campos ociosos y terrenos cuasi yermos; mientras seguimos importando productos que necesariamente utilizamos y de los cuales no producimos lo suficiente para satisfacer siquiera parte de nuestro mercado interno; no obstante que veamos frutas y legumbres en los mercados, ni que decir de la fluctuación de precios que tradicionalmente afectan la economía no organizada en nuestras familias.


LA INVASIÓN Y “LAS NOVEDADES”

Buen cielo, abundante agua en el subsuelo y terrenos fáciles de trabajar los hay en diversas partes de nuestro territorio mexicano y, particularmente en nuestro estado de Jalisco. Para disponer de agua en las necesidades de riego de las cosechas, se pasa “las de Caín” debido a Interpretaciones equivocadas y aplicaciones dolosas por parte de la comisión respectiva que, lejos de impulsar la economía por el uso de agua que nos daría abundantes cosechas, asustan a la sociedad con el petate del muerto en sus declaraciones, y el gran “argüende” de que el agua se acaba.

Nos podemos preguntar amables y respetables lectores y productores si la institución responsabilizada de la administración correcta hidráulica direccionada hacia el campo, tiene personal  técnicamente capacitado, o solo se espera las limitaciones, restricciones y la consabida dádiba.

Grandes extensiones con cielo abierto y abundante agua serán siempre codiciadas por el capital extranjero; ejemplos, son Sinaloa, Tamaulipas y Michoacán; de tal manera que Jalisco no esta excento de la oferta. Es triste que teniendo capitales propios la Secretaría del ramo responsabilizada del apoyo total al campesino no mire para este lado, a pesar de que los sueldos de esa nutrida burocracia dependen del impuesto público, mismo que tiene gran presencia de origen en los quehaceres agropecuarios mexicanos.


¡AH’ PA’ FUNCIONARIOS!

En las páginas de este importante diario que nos cobija sin embargo pudimos leer un ¡alerta! –Así lo creemos- para quienes tengan en mente (la idea) involucrarse en el cultivo del aguacatero aquí en Jalisco. Dice el susodicho  declarante, por otro lado alto funcionario de la Administración Estatal: que el cultivo del aguacatero requiere mucha agua y que por tanto limitaría agresivamente el líquido disponible para el uso más común que es el doméstico. No como réplica; simplemente una orientación para nuestros amigos agricultores con capital para invertir en la fruticultura, es que el aguacatero tiene necesidades que lo establecen en un suelo fresco. Hemos de recordar que en cuanto a la humedad de los suelos y la necesidad de las especies, hay de estas en mencionado aguacatero que es de suelo fresco, repetimos; luego, hay especies de suelo húmedo y, finalmente, de suelo siempre mojado sin que llegue a la inundación constante.

Veamos: recorriendo la zona Los Reyes –Peribán –tancítaro hasta llegar a Uruapan se tienen varias huertas de este frutal en cuestión y solo, se ven algunos sistemas de riego controlado (mini aspersión o goteo) e algunos potreros planos pues la mayoría de plantaciones esta en las laderas e las cuales se da el suelo fresco, seguramente residual de las tormentas en tiempo lluvioso en la orografía que antes fueron pinares. Otros: se dice en el artículo que el mezcal en su fracaso (sic), puede ser un buen ejemplo para que nuestros posibles inversionistas en la fruticultura aguacatera pudieran abstenerse de hacer realidad un desarrollo económico tan importante tanto para el mercado nacional como para el extranjero.

Se dan algunas cifras del número de hectáreas plantadas de aguacatero; superficies que no hemos podido constatar en nuestro constante ejercicio de la profesión agronómica y, a partir de cuatro huertas en las que venturosamente hemos sido los introductores, mismas que se ubican en Atotonilco el Alto, Tepatitlán, Arandas, y Betania. Hemos de decir que los inversionistas se encuentran satisfechos y, no diríamos que gracias al trabajo agronómico, sino mas bien a las excelentes condiciones climáticas y disposición de agua adecuadamente manejada con sistemas de goteo y microaspersión.


RIESGOS DE INVASIÓN

Nos quedaríamos como “el que chiflo en la loma” que dice el dicho mexicano. Solo seriamos con base en tristes experiencias, mano de obra; porque lo que son los mercados no los tenemos en  dominio y gran envergadura; la enseñanza tecnológica del mercado la traen los extranjeros y es por ello que en las zonas de alta producción del cultivo que nos ocupa vemos estructuras e instalaciones para el recibo tratamiento, selección y empaque y sin embargo, son compañías con origen en los Estados Unidos.


JOCOTEPEC UN ACICATE PARA NUESTROS INVERSIONISTAS

Se inicia esta pequeña zona en la Ribera Chapalteca o Mar Chapálico como algunos Jaliscienses de antaño llamaron al lago a unos sesenta kilómetros de nuestra Guadalajara. Con un pequeño parche de fragaria o fresa y una mini empacadora para el caso con el arribo y vecindad de Pepe Valdez Rocha que adquirió por sí, pequeñas superficies; luego al ver resultados se le fueron ofreciendo más terrenos.

Ahora desde hace unos cuantos años a la fecha y en buena hora el arriesgue de pequeños capitales particulares se han puesto de moda cultivos de zarzamora y arándano con presunción de invernadero aunque, a decir verdad son solo techos protectores principalmente contra lluvias pesadas y granizo. Pero algo es algo y es de celebrarse que moradores de pequeños poblados cercanos al lago tengan el empuje y carácter para enfrentar los embates de la inconsistencia de los mercados y las regulaciones oficiales tanto estatales como federales. Pues no obstante lo anterior seguimos “orando en el desierto” respecto de conseguir apoyo gubernamental para lograr una envidiable estructuración en el negocio del cultivo de las frutillas.


SIERRA DEL TIGRE

Empezamos con invernaderos para la floricultura en las cercanías de Manzanilla de la Paz. De unos años a la fecha, no muchos hombres de buena fe creyentes de su destino como productores en la zona de Pueblo Nuevo (Concepción de Buenos Aires), se decidieron a plantar duraznero y aguacatero; Región serrana, con apego a cultivo de maíz y explotación maderera, dio el cambiazo; esperamos que hayan resuelto el problema del topo y la rata de campo que tanto perjuicio les ha causado a los sistemas radiculares de ambas especies, y por supuesto al bolsillo del inversionista. ¿Tienen información los funcionarios de las Secretarías federal y estatal del ramo, que los ligue al conocimiento de la problemática de esos Jaliscienses serranos y luego puedan establecer y logística de apoyo?.

Nos reservamos el derecho de tener la respuesta, conociendo nuestra idiosincrasia.