De los 125 municipios de Jalisco, 59 presentan un alto y muy alto índice de intensidad migratoria hacia Estados Unidos (EU). Todos se ubican en el interior del Estado, según datos del Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi.Los municipios con los niveles más altos son Cuautla, Ojuelos de Jalisco, Tizapán el Alto, Huejuquilla el Alto, Pihuamo, Jesús María y Anteguillo, respectivamente. Iliana Martínez, investigadora del Programa de Asuntos Migratorios del ITESO, explica que se mantiene una intensidad importante de personas que deciden irse a vivir al exterior, con y sin papeles. “Y sigue habiendo un desplazamiento significativo de jaliscienses hacia Estados Unidos de manera indocumentada”.De los 60 mil 587 jaliscienses que decidieron irse a vivir a otros países entre 2015 y 2020, un 79% eligió como destino a Estados Unidos; es decir, casi ocho de cada 10 personas que emigraron, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).Según los datos del último Censo de Población y Vivienda, casi cuatro de cada 10 de los jaliscienses que se fueron a otro país o Estado lo hicieron para reunirse con la familia, seguido por el cambio u oferta de trabajo o buscar trabajo. Como sexta causa se encuentra la inseguridad delictiva o violencia.Iliana Martínez, investigadora del Programa de Asuntos Migratorios del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), comenta que no hay datos oficiales de cuántas personas que dejan la Entidad para vivir en otros países, especialmente Estados Unidos, son indocumentadas.De manera general, dice, la ruta migratoria, en su paso por Jalisco, ha registrado una disminución de migrantes que llegan a los albergues locales.“Lo que vemos en los albergues es que están en sus mínimos de atención. Nos comentaban los compañeros que no se ha estabilizado la dinámica migratoria, puede haber días que tengan 30 personas y otros donde tienen un flujo pequeño de tres o cuatro personas”.Agrega que tampoco se conoce con exactitud si van de paso hacia el Norte, si ya están de regreso porque fueron deportados o por cualquier otro motivo, “o en qué condición se encuentran, si son solicitantes de la condición de refugiados…”.La académica comenta que, en términos generales, se mantiene como una de las rutas menos transitadas. “Sí vemos, por el contrario, en la frontera Norte de esta ruta, el caso de Tijuana y Nogales, en algunos albergues de Sonora, el flujo sí es importante. Probablemente están llegando por otras vías y de manera clandestina en donde no los podemos detectar”.Por la violencia generada por grupos armados organizados, así como la violencia política, conflictividad social y conflictos territoriales, durante 2020, en México se registraron 24 episodios de desplazamiento interno masivo en ocho Estados, 25 municipios y 66 localidades.Lo anterior, según el informe “Episodios de Desplazamiento Interno Forzado Masivo en México”, elaborado por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH).Los Estados donde se registraron más episodios fueron Guerrero y Oaxaca, con cinco episodios cada uno. “También hubo episodios de desplazamiento masivo en los Estados de Chiapas, Chihuahua, Michoacán, Sinaloa, Sonora y Quintana Roo”.Con relación al número de personas desplazadas, se estima que tuvieron que abandonar su lugar de residencia habitual al menos nueve mil 741 personas.Según el registro histórico acumulativo, el total de personas desplazadas internamente por la violencia en México hasta diciembre de 2020 asciende a 356 mil 792.De estos últimos, la organización reporta uno ocurrido en Jalisco, en 2016. Sin embargo, en mayo del año pasado, alrededor de 600 personas abandonaron varias comunidades del municipio de Teocaltiche, tras un enfrentamiento ocurrido entre dos grupos de la delincuencia organizada.La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) reportó que las personas desplazadas eran de las comunidades El Saucito, Rancho Mayor, Rancho El Salto, Agua Tinta, Los Pocitos, Los Sauces y El Rosario. Aunque las rutas de migrantes desde México hacia Estados Unidos siempre han sido muy peligrosas porque son controladas por el crimen organizado, las políticas migratorias adoptadas en los últimos años en ambos países han aumentado los riesgos, considera Iliana Martínez, investigadora del Programa de Asuntos Migratorios del ITESO. “Sí está muy documentado en el caso de México-Estados Unidos, que conforme las políticas migratorias son más restrictivas y hay más obstáculos y controles, aumentan los costos para hacer esos trayectos de manera indocumentada y los riesgos para las personas que no lo pueden costear completamente o que pagan coyotes, que son menos seguros”, enfatiza la especialista.En el caso del territorio mexicano, señala que las personas están encontrando más obstáculos por los retenes, “por la militarización que vemos en el país, y seguramente tiene un impacto directo en los riesgos, las personas optan por movilizarse por rutas menos seguras, las que requieren menos recursos, en las que son presas de pandillas o delincuencia organizada”. La investigadora recuerda que el Gobierno mexicano continúa sin reconocer la militarización de la política migratoria, cuando en realidad hay mayor presencia de la Guardia Nacional, la cual tiene como mandato detener el paso de las personas migrantes por el territorio nacional.Aclara que la política de la actual administración no presenta un cambio drástico con respecto a sexenios anteriores, porque desde hace varios años se tiene una política de detención y deportación, pero sí lo ve como una contradicción con relación a compromisos que se establecieron de forma previa a iniciar el Gobierno. “Lo que estamos viendo en la práctica es una frontera Sur cerrada, muy custodiada por la Guardia Nacional, a lo largo del territorio la misma situación, y finalmente una crisis de frontera norte que no es nueva pero que se ha ido agravando en la medida en la que también se van acumulando el número de personas que no puede cruzar a Estados Unidos”. LA VOZ DEL EXPERTOKarina Arias, investigadora del Programa de Asuntos Migratorios del ITESOLa muerte de 53 migrantes que viajaban hacinados en un tráiler, localizados en Texas, Estados Unidos, de los cuales, 27 eran mexicanos, se suma a otros hechos lamentables ocurridos, principalmente en las fronteras, debido a las políticas migratorias, señala la académica del ITESO. “No son nuevos este tipo de accidentes, como lo que pasó en Texas. Ya ha pasado otras veces tanto en la frontera norte como en la frontera sur. En esta última tuvimos hace unos meses también un tráiler que volteó, la mayoría de las personas dañadas eran centroamericanas”. Los migrantes, recuerda, tienen que recurrir a estas vías para pasar porque no hay posibilidad de acceder a otros cruces seguros. Subraya que muchas personas no pueden ir a los consulados y sacar visas y permisos de trabajos, “y por eso seguimos viendo este tipo de cruces y acción por parte de la delincuencia organizada, de los traficantes de personas, que cuando se ven acorralados, pues quienes salen perdiendo son las personas migrantes porque pasan este tipo de abandono o accidentes”. El embajador de Estados Unidos (EU) en México, Ken Salazar, advirtió que la solución al problema migratorio, que evite que se repitan estos episodios, debe ser regional, porque ningún país por sí solo puede resolverlo.El diplomático recordó que desde hace 40 años, los presidentes de ambas naciones han planteado la necesidad de enfrentar y darle una solución viable al fenómeno migratorio, pero hasta ahora no se ha logrado porque en el pasado “les faltó valor”.“Tenemos mucho trabajo que hacer adelante. En el momento, cuando mira uno las diferentes reuniones que han ocurrido en el pasado con presidentes, por 40 años se plantea ahí que vamos a hacer algo con la migración, pero no ha pasado; no ha pasado porque no han tenido el valor para hacer la migración de una manera regional. Los Estados Unidos no lo puede hacer solo, México no lo puede hacer solo, Centroamérica no lo puede hacer solo”, expresó.Por ello, remarcó que el compromiso del presidente Joe Biden “en el hemisferio oeste”, es trabajar con México. Además, el embajador norteamericano negó que los problemas migratorios sean por un endurecimiento de las medidas contra el tránsito de migrantes hacia Estados Unidos.Indicó que los migrantes tienen esperanza de una mejor vida para ellos y para sus familias.“Nadie de ustedes, nadie de cualquier país de origen va a llegar a este corredor tan doloroso nomás porque quieren”, remarcó.CORTE SUPREMAAyer, la Corte Suprema de Estados Unidos autorizó al presidente Joe Biden para que pusiera fin al programa “Quédate en México”, introducido por Donald Trump y bajo el cual se envía de vuelta a solicitantes de asilo para que esperen la resolución de sus casos al otro lado de la frontera.Por una estrecha mayoría de cinco contra cuatro, los jueces dictaminaron que poner fin a esta política no viola la ley de inmigración.El gobierno estadounidense pedía a la Corte que revisara el fallo judicial emitido en diciembre por un tribunal de apelaciones que le ordenaba mantener los Protocolos de Protección al Migrante, conocidos como “Quédate en México, introducidos por su predecesor, el republicano Donald Trump, en 2019.El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, junto con el conservador Brett Kavanaugh, y los tres jueces liberales dictaminaron que la ley federal de inmigración otorga discrecionalidad al poder ejecutivo, es decir que puede expulsar a solicitantes de asilo o no.¿Usted tiene familiares que se han ido a vivir a otro país?Participa en Twitter en el debate del día @informador